Se resquebraja el PAN

Teodoro Rentería Arróyave

Si por algo perdió la Presidencia de la República el Partido Revolucionario Institucional, PRI, en el 2000, es por no haber aprendido a dejar las decisiones cupulares, autoritarias y hegemónicas, así como las actitudes autoritarias y presuntuosas.

El Partido Acción Nacional, PAN, por esa misma línea de conducta absurda, se está resquebrajando por haber aprehendido exactamente eso que antes criticó, denunció y aborreció: las decisiones cupulares, autoritarias y hegemónica, así como las actitudes autoritarias y presuntuosas, en consecuencia perderá, de no rectificar y cada día se está haciendo más tarde, las elecciones locales y estatales en este 2010 y Los Pinos en el 2012.

Esas decisiones cupulares ordenadas por César Nava Vázquez, presidente Nacional del Partido Acción Nacional, y lo que es peor, dictadas por el presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa están dando al traste con las de por sí absurdas alianzas con la izquierda de Jesús Ortega Martínez, presidente formal del Partido de la Revolución Democrática, PRD, como con las que se consideraban seguras candidaturas naturales del PAN.

Esos mandatos de arriba hacia abajo, en los que no se permite a los militantes ni siquiera el derecho al pataleo, fractura las alianzas antinatura y al propio PAN, por ello sus cuadros más distinguidos han empezado a renunciar a su militancia blanquiazul.

La reacción de enojo con renuncia consecuente a la militancia blanquiazul por el incumplimiento de la dirigencia y del líder nato del PAN con la doctrina tradicional del partido que fundara Manuel Gómez Morín, su más preclaro teorizante, y no hacer honor a la palabra empeñada, ahora se sabe que hasta firmado está el pacto antialianzas, las inauguró nada menos que el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

En efecto, ahora se ventila públicamente aunque lo siga negando Cesar Nava, que firmó el pacto antialianzas con su homóloga la presidenta del PRI, Beatriz Paredes y fue testigo de honor el propio Gómez Mont.

Por ello no extraña la siguiente renuncia al PAN, la de Gerardo Buganza, puntero en las encuestas para precandidato panista a la gubernatura de Veracruz.

Habían pactado los tres aspirantes: Buganza, Juan Bueno Torio y el ex priísta, Miguel Ángel Yunes, que de acuerdo a las encuestas el que lograra más puntos se convertiría en el candidato. Pues Nava y Calderón rompieron el pacto en beneficio de Yunes, protegido de la maestra Elba Esther Gordillo, la poderosa líder vitalicia del Sindicato Nacional de Maestros.

En el estado de Hidalgo, también ya se alebrestaron los precandidatos del PRD, José Guadarrama y de Convergencia, Xavier Berganza Escorza por considerar que es un “cochinero” la imposición de Nava y su jefe en la persona de la excolaboradora foxista, Xóchitl Gálvez.

Y en Sinaloa, César Nava y su Consejo dejaron colgado de la brocha al todavía priísta, Mario López Valdez, Malova, al determinar que van con un candidato de militancia blanquiazul. Y en menor o mayor escala se les están complicando las forzadas alianzas en Durango, Puebla y Oaxaca.

No cabe duda que la actual cúpula del PAN por haber aprehendido al revés la lección, al llevar a cabo los mismos artificios que antes criticó, perderá en el 2010 y también en el 2012. Al tiempo.

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