Plan intervencionista

Teodoro Rentería Arróyave

No se necesita ser un especialista en la materia para presumir que existe todo un plan intervencionista de Estados Unidos en México con el pretexto del lamentable triple homicidio de personas vinculadas con el Consulado de esa nación en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Primero fue el jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, quien de inmediato hizo saber su pesar e indignación y luego las fuertes declaraciones del su secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, las cuales carecieron del más mínimo lenguaje diplomático.

A continuación, el anuncio de la visita de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, acompañada de un séquito impresionante que incluye a los principales personajes de la defensa y de la seguridad de la gran potencia.

Está confirmado que Hillary viajará a nuestro paìs el martes 23 para participar en la segunda reunión de Alto Nivel del Grupo Consultivo México-Estados Unidos sobre la Iniciativa Mérida, acompañada por el secretario de Defensa, Robert Gates; la secretaría de Seguridad Interna, Janet Napolitano; el director nacional de inteligencia, Dennis Blair y por el asesor antiterrorista John Brennan.

Completan el cuadro de visitantes el jefe del Estado Mayor Conjunto, almirante Michael Mullen, el subsecretario de Seguridad Interna, John Morton, el subprocurador general Gary Grindler y la administradora en funciones de la DEA, Michele Leonhart.

Por su parte el embajador estadounidense en México, Carlos Pascual, se permite prever un posible aumento en la violencia en el país debido, dice, a las medidas que se están tomando para abatir ese problema.

Una perla más: el periódico The Wall Street Journal, en su edición de este jueves afirma en su editorial que la situación en esa frontera ha puesto a prueba la estrategia antidrogas e incluso la presidencia de Felipe Calderón Hinojosa.

Finalmente se anuncia que el presidente Calderón Hinojosa realizará una visita oficial a Washington los próximos 19 y 20 de mayo para entrevistarse con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y uno de los principales puntos de la agenda, obvio, será el del combate a la delincuencia internacional organizada

Aunque tardía ya hubo cuando menos una declaración por parte del gobierno mexicano, sin embargo viene con un añadido explicativo que reduce la efectividad de la misma: el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont calificó en efecto de “reprobables, no aceptables y falsas” las afirmaciones de la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano.

Y luego, pésimo, agregó que la presencia de las fuerzas armadas en esa urbe fronteriza continuará, aun cuando asignarlas a tareas ajenas a su responsabilidad “natural” las ha “desgastado”.

Como se quiera la situación es cuando menos muy complicada ya que es una verdad que cuando los gobiernos se tornan débiles es cuando los imperios imponen sus criterios intervencionistas. Aquí lo único que se debe exigir al gobierno de Calderón Hinojosa es la estricta e indeclinable defensa de nuestra soberanía y que se entienda que sólo a los mexicanos, y a nadie más, nos corresponde la libre determinación de nuestros asuntos internos. Opongámonos a todo plan intervencionista, proceda de donde proceda y sea del calibre que sea.

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