Adrián Rueda
Una nueva disputa se gesta entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, ahora por el control de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que cambiará de rector en un par de meses.
El 7 de mayo los integrantes del Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno de la universidad y que está integrado por estudiantes y profesores, elegirá al sustituto –o sustituta- de Manuel Pérez Rocha.
En la disputa por este botín político, el gobierno legítimo y el gobierno del DF ya enviaron -cada quien por su lado- a un candidato para la integrar la terna de la sucesión.
El Peje propone al doctor José Enrique González Ruiz, coordinador del Programa de Derechos Humanos de la UACM; Marcelo apoya a la doctora Esther Orozco, directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del DF e integrante del Consejo Asesor de la misma universidad.
El tercer candidato en discordia es el doctor Vicente Hugo Aboites Aguilar, catedrático de la UAM y ex dirigente del Sindicato de Trabajadores de esa casa de estudios, y que en el papel sólo va de relleno.
En esta elección medirán fuerzas una vez más Ebrard y López Obrador, pues ya cabildean con los consejeros universitarios para que quede su candidato.
Con los académicos no hay mucho que cabildear, pues cada quien tiene definido su afiliación; los estudiantes son el objetivo y serán tentados con la promesa de trabajo o dinero a cambio de sus votos.
En la UACM, creada por El Peje, se tejió una red en la que trabaja gente de la ex contralora del DF, Bertha Luján; el contralor universitario, Guillermo Anguiano, fue su jefe de contralores y con él labora personal de Luján.
Los integrantes de ese grupo, que son 52 empleados de confianza, pretenden quedarse a laborar de planta en la universidad con sus mismos sueldos –entre 30 mil y 40 mil pesos- pero basificados.
Todo ello a pesar de la asfixia financiera que padece la UACM, pues este año recibirá en total 755 millones de pesos de presupuesto, que es el mismo que recibió hace tres años.
De concretarse ese movimiento, la universidad le echará más leña al problema que vive, pues actualmente hay una disputa por el liderazgo del Sindicato que reclaman la oficialista planilla morada, y las independientes roja y negra.
Apenas el 22 de febrero, con una semana en el cargo, el ex oficial mayor del DF, Ramón Cuadra Montaño, se estrenó como presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje avalando la toma de nota de la planilla morada, representada por Abraham Guzmán, lo que ha dividido a los trabajadores.
Este asunto está relacionado directamente con la próxima sustitución del rector, pues los simpatizantes de López Obrador buscan que el Consejo Universitario apruebe las 52 plazas antes de que se dé el cambio, que todo indica será a favor de Esther Orozco.
Dicen que el cabildeo para que se lleve a cabo la basificación masiva lo está llevando a cabo Arturo Alcalde Justiniani, esposo de Bertha Luján y amigo del actual rector Pérez Rocha.
Por cierto, más de uno asegura que el actual rector pretende quedarse en la universidad como profesor y salvar al mismo tiempo a su grupo de asesores y secretarias, incluidos en la lista de los 52 aspirantes a recibir la base.
El asunto está calientito porque mañana la Junta Local realizará la audiencia de desahogo de pruebas en torno a la demanda de nulidad de las pasadas elecciones sindicales que interpusieron las planillas roja y negra.
CENTAVITOS… Considerado el proyecto más importante del sexenio de Ebrard, la construcción de la línea 12 del Metro ha subido embates de todo tipo para que no concluya bien. El último es la supuesta resolución de un tribunal para que el Sistema de Transporte Colectivo devuelva algunas parcelas que tomó para la construcción de la también llamada Línea Dorada. Más que de fondo, este es un asunto mediático que busca un beneficio económico de los demandantes que no estuvieron de acuerdo con la compra de sus terrenos; quieren que el GDF se los expropie. ¿Cuál es la diferencia?, pues que si el gobierno les compra, los dueños tendrán que pagar impuesto; si les expropia, la ley los exenta de pagar cualquier derecho. Eso es lo que persiguen y seguramente lo lograrán, pues las obras ya no pueden detenerse… Mañana el PAN llevará la polémica al pleno de la Asamblea Legislativa del DF con su propuesta de cadena perpetua a secuestradores. De entrada la propuesta no suena mal, habrá que ver cómo la reciben los demás grupos, sobre todo en el tema de congelar los bienes de los secuestrados para evitar que paguen rescates, como se hace en otros países.
Una nueva disputa se gesta entre Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador, ahora por el control de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, que cambiará de rector en un par de meses.
El 7 de mayo los integrantes del Consejo Universitario, máximo órgano de gobierno de la universidad y que está integrado por estudiantes y profesores, elegirá al sustituto –o sustituta- de Manuel Pérez Rocha.
En la disputa por este botín político, el gobierno legítimo y el gobierno del DF ya enviaron -cada quien por su lado- a un candidato para la integrar la terna de la sucesión.
El Peje propone al doctor José Enrique González Ruiz, coordinador del Programa de Derechos Humanos de la UACM; Marcelo apoya a la doctora Esther Orozco, directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del DF e integrante del Consejo Asesor de la misma universidad.
El tercer candidato en discordia es el doctor Vicente Hugo Aboites Aguilar, catedrático de la UAM y ex dirigente del Sindicato de Trabajadores de esa casa de estudios, y que en el papel sólo va de relleno.
En esta elección medirán fuerzas una vez más Ebrard y López Obrador, pues ya cabildean con los consejeros universitarios para que quede su candidato.
Con los académicos no hay mucho que cabildear, pues cada quien tiene definido su afiliación; los estudiantes son el objetivo y serán tentados con la promesa de trabajo o dinero a cambio de sus votos.
En la UACM, creada por El Peje, se tejió una red en la que trabaja gente de la ex contralora del DF, Bertha Luján; el contralor universitario, Guillermo Anguiano, fue su jefe de contralores y con él labora personal de Luján.
Los integrantes de ese grupo, que son 52 empleados de confianza, pretenden quedarse a laborar de planta en la universidad con sus mismos sueldos –entre 30 mil y 40 mil pesos- pero basificados.
Todo ello a pesar de la asfixia financiera que padece la UACM, pues este año recibirá en total 755 millones de pesos de presupuesto, que es el mismo que recibió hace tres años.
De concretarse ese movimiento, la universidad le echará más leña al problema que vive, pues actualmente hay una disputa por el liderazgo del Sindicato que reclaman la oficialista planilla morada, y las independientes roja y negra.
Apenas el 22 de febrero, con una semana en el cargo, el ex oficial mayor del DF, Ramón Cuadra Montaño, se estrenó como presidente de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje avalando la toma de nota de la planilla morada, representada por Abraham Guzmán, lo que ha dividido a los trabajadores.
Este asunto está relacionado directamente con la próxima sustitución del rector, pues los simpatizantes de López Obrador buscan que el Consejo Universitario apruebe las 52 plazas antes de que se dé el cambio, que todo indica será a favor de Esther Orozco.
Dicen que el cabildeo para que se lleve a cabo la basificación masiva lo está llevando a cabo Arturo Alcalde Justiniani, esposo de Bertha Luján y amigo del actual rector Pérez Rocha.
Por cierto, más de uno asegura que el actual rector pretende quedarse en la universidad como profesor y salvar al mismo tiempo a su grupo de asesores y secretarias, incluidos en la lista de los 52 aspirantes a recibir la base.
El asunto está calientito porque mañana la Junta Local realizará la audiencia de desahogo de pruebas en torno a la demanda de nulidad de las pasadas elecciones sindicales que interpusieron las planillas roja y negra.
CENTAVITOS… Considerado el proyecto más importante del sexenio de Ebrard, la construcción de la línea 12 del Metro ha subido embates de todo tipo para que no concluya bien. El último es la supuesta resolución de un tribunal para que el Sistema de Transporte Colectivo devuelva algunas parcelas que tomó para la construcción de la también llamada Línea Dorada. Más que de fondo, este es un asunto mediático que busca un beneficio económico de los demandantes que no estuvieron de acuerdo con la compra de sus terrenos; quieren que el GDF se los expropie. ¿Cuál es la diferencia?, pues que si el gobierno les compra, los dueños tendrán que pagar impuesto; si les expropia, la ley los exenta de pagar cualquier derecho. Eso es lo que persiguen y seguramente lo lograrán, pues las obras ya no pueden detenerse… Mañana el PAN llevará la polémica al pleno de la Asamblea Legislativa del DF con su propuesta de cadena perpetua a secuestradores. De entrada la propuesta no suena mal, habrá que ver cómo la reciben los demás grupos, sobre todo en el tema de congelar los bienes de los secuestrados para evitar que paguen rescates, como se hace en otros países.
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