Francisco Rodríguez
JANET NAPOLITANO, SECRETARIA de seguridad interna de los Estados Unidos está convencida de que Felipe Calderón abrirá las fronteras del país a una intervención militar de nuestros vecinos del norte. La señora Napolitano es todo, menos evasiva. Habla claro y sin ambages. De ninguna manera podría ocupar el lugar de la escurridiza y muy diplomática secretaria de Estado Hillary Clinton. Habla directo Napolitano, y por eso es la encargada de la seguridad interna de EU.
Hace poco ha dicho que la presencia del Ejército Nacional mexicano en Ciudad Juárez ha servido para lo mismo que se le unta al queso.
Y escandalizó a los integrantes de la fallida Administración.
Pero a Calderón y a sus colaboradores en áreas de seguridad nacional y seguridad pública se les ha de haber puesto la piel de gallina, cuando hace dos días, ante la audiencia de la radio pública estadounidense, la señora Napolitano respondió a preguntas de Robert Siegel.
De acuerdo a la crónica de la entrevista –que también se puede escuchar ahí--, en la página electrónica de la cadena National Public Radio, la secretaria de Seguridad Interna del gabinete de Barack Obama, informó que las fuerzas armadas estadounidenses "con ciertas limitaciones, han estado trabajando con el ejército mexicano en sus esfuerzos contra los cárteles de la droga" dentro de territorio de México. La propia crónica, escrita por Mark Memmott señala que los comentarios de Napolitano “fueron de los más extenso hasta la fecha, de parte de un funcionario de EU sobre el papel de sus militares en la guerra contra las drogas que arde en la frontera”.
Mario Quijano, el popular don Pomponio del Himen Blindado de María dio a conocer a través de Facebook la parte medular de la entrevista de apenas 2 minutos con 44 segundos:
“Comentarista: Are you saying that president Calderon expressed openness towards the presence of uniformed US military personnel in Mexico? (¿Quiere usted decir que Calderón vería con buenos ojos una presencia militar estadounidense en México?)
Napolitano: YES. Let me be very very clear because this is a delicate subject. Our military has been working with the Mexican military at the request of the Mexican government in their efforts against the drug cartels but this is only one part of our overall efforts in Mexico. (SI. Déjenme ser muy clara porque este es un tema delicado. Nuestros militares han estado trabajando en conjunto con los militares mexicanos a petición del gobierno mexicano y esta ha sido solamente una sola parte de nuestros esfuerzos contra las drogas en México.)
Comentarista: But, are you talking about advisers or about people who engage in operations? (¿Pero, usted está hablando de consejeros o de personal operativo?)
Napolitano: Let me not go further than that. If you want to talk about the actual military role, I suggest that you talk to secretary Gates. All I am saying in this interview is that you can deduce that from the fact secretary Gates and the joint chiefs were at this meeting the US and its military have been offering assistance to Mexico. (No diré nada más. Si quiere hablar del papel de los militares pregúntele al secretario Gates. Todo lo que diré en esta entrevista es que se puede deducir por la presencia del secretario Gates y de los jefes del estado mayor conjunto en la reunión: el ejército norteamericano está ofreciendo asistencia a México.)
Clara y concisa, reitero, la señora Napolitano. Calderón está dispuesto a abrir las fronteras para que vengan a ayudarle militares estadounidenses.
Para eso han venido trabajando desde la fallida Administración. Enviando a sus jilgueros a demandar el ingreso de México a la OTAN, para que esta fuerza multinacional venga a apoyar al Ejército y, ahora, a la Marina Armada. Ahí está también la declaración de un alto funcionario de la Secretaría de la Defensa Nacional, clamando porque, dice, “el Ejército no puede sólo”.
Lo peor, empero, lo ha dicho la canciller Espinosa: “Calderón hace lo que puede”.
Y no puede mucho… excepto pedir que los militares gringos vengan a rescatarlo a él y a su “guerra” fallida.
Índice Flamígero: Preguntó el ex procurador general de la República el martes anterior. “¿También está El Chapo en la reunión de la Cancillería?” Y quienes le escuchaban soltaron la carcajada, ante lo serio de la cuestión. Porque, ahora que el Tesoro estadounidense ha puesto el dedo sobre 54 lugartenientes y líderes de las organizaciones mexicanas del cártel del Golfo y de los Zetas, se observa con claridad que, igual Los Pinos que la Casa Blanca, tienen a su narco favorito, ¿o no?
JANET NAPOLITANO, SECRETARIA de seguridad interna de los Estados Unidos está convencida de que Felipe Calderón abrirá las fronteras del país a una intervención militar de nuestros vecinos del norte. La señora Napolitano es todo, menos evasiva. Habla claro y sin ambages. De ninguna manera podría ocupar el lugar de la escurridiza y muy diplomática secretaria de Estado Hillary Clinton. Habla directo Napolitano, y por eso es la encargada de la seguridad interna de EU.
Hace poco ha dicho que la presencia del Ejército Nacional mexicano en Ciudad Juárez ha servido para lo mismo que se le unta al queso.
Y escandalizó a los integrantes de la fallida Administración.
Pero a Calderón y a sus colaboradores en áreas de seguridad nacional y seguridad pública se les ha de haber puesto la piel de gallina, cuando hace dos días, ante la audiencia de la radio pública estadounidense, la señora Napolitano respondió a preguntas de Robert Siegel.
De acuerdo a la crónica de la entrevista –que también se puede escuchar ahí--, en la página electrónica de la cadena National Public Radio, la secretaria de Seguridad Interna del gabinete de Barack Obama, informó que las fuerzas armadas estadounidenses "con ciertas limitaciones, han estado trabajando con el ejército mexicano en sus esfuerzos contra los cárteles de la droga" dentro de territorio de México. La propia crónica, escrita por Mark Memmott señala que los comentarios de Napolitano “fueron de los más extenso hasta la fecha, de parte de un funcionario de EU sobre el papel de sus militares en la guerra contra las drogas que arde en la frontera”.
Mario Quijano, el popular don Pomponio del Himen Blindado de María dio a conocer a través de Facebook la parte medular de la entrevista de apenas 2 minutos con 44 segundos:
“Comentarista: Are you saying that president Calderon expressed openness towards the presence of uniformed US military personnel in Mexico? (¿Quiere usted decir que Calderón vería con buenos ojos una presencia militar estadounidense en México?)
Napolitano: YES. Let me be very very clear because this is a delicate subject. Our military has been working with the Mexican military at the request of the Mexican government in their efforts against the drug cartels but this is only one part of our overall efforts in Mexico. (SI. Déjenme ser muy clara porque este es un tema delicado. Nuestros militares han estado trabajando en conjunto con los militares mexicanos a petición del gobierno mexicano y esta ha sido solamente una sola parte de nuestros esfuerzos contra las drogas en México.)
Comentarista: But, are you talking about advisers or about people who engage in operations? (¿Pero, usted está hablando de consejeros o de personal operativo?)
Napolitano: Let me not go further than that. If you want to talk about the actual military role, I suggest that you talk to secretary Gates. All I am saying in this interview is that you can deduce that from the fact secretary Gates and the joint chiefs were at this meeting the US and its military have been offering assistance to Mexico. (No diré nada más. Si quiere hablar del papel de los militares pregúntele al secretario Gates. Todo lo que diré en esta entrevista es que se puede deducir por la presencia del secretario Gates y de los jefes del estado mayor conjunto en la reunión: el ejército norteamericano está ofreciendo asistencia a México.)
Clara y concisa, reitero, la señora Napolitano. Calderón está dispuesto a abrir las fronteras para que vengan a ayudarle militares estadounidenses.
Para eso han venido trabajando desde la fallida Administración. Enviando a sus jilgueros a demandar el ingreso de México a la OTAN, para que esta fuerza multinacional venga a apoyar al Ejército y, ahora, a la Marina Armada. Ahí está también la declaración de un alto funcionario de la Secretaría de la Defensa Nacional, clamando porque, dice, “el Ejército no puede sólo”.
Lo peor, empero, lo ha dicho la canciller Espinosa: “Calderón hace lo que puede”.
Y no puede mucho… excepto pedir que los militares gringos vengan a rescatarlo a él y a su “guerra” fallida.
Índice Flamígero: Preguntó el ex procurador general de la República el martes anterior. “¿También está El Chapo en la reunión de la Cancillería?” Y quienes le escuchaban soltaron la carcajada, ante lo serio de la cuestión. Porque, ahora que el Tesoro estadounidense ha puesto el dedo sobre 54 lugartenientes y líderes de las organizaciones mexicanas del cártel del Golfo y de los Zetas, se observa con claridad que, igual Los Pinos que la Casa Blanca, tienen a su narco favorito, ¿o no?
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