Teodoro Rentería Arróyave
En verdad que da dolor que el Gobierno mexicano, como representante del país y de todos los mexicanos, aceptara su mea culpa en cuanto a las violaciones de derechos humanos de las mujeres y los periodistas, seguramente junto con los indígenas, los grupos más vulnerables de esta nación nuestra.
Sin mayores explicaciones, son de repetirse las declaraciones de los funcionarios del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, por las cuales aceptaron todas y cada una de las acusaciones que se presentaron contra México en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
La entrada de la nota lo dice todo: México reconoció hoy, tras comparecer ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, las deficiencias que tiene en áreas como la violencia contra las mujeres y los ataques a periodistas.
No le quedó de otra al gobierno mexicano, tuvo que comparecer ante el Comité del Foro de Naciones Unidas que integran 18 expertos quienes analizan las reformas democráticas llevadas a cabo por el país en la última década, así como el posible impacto de la guerra contra el crimen organizado en el respeto a los derechos fundamentales.
Desde hace cinco años, México había sido sometido a revisión y terminó por declarar su mea culpa: la académica Blanca Heredia, consejera política de la Secretaría de Gobernación, aceptó ante la prensa, que la comparecencia ante el Comité de referencia fue un “ejercicio extraordinariamente valioso”, y que sirvió para “identificar aquellas áreas en las que hay todavía deficiencias”.
Fuera de eufemismos, aceptó la falta de “procedimientos específicos” para todos aquellos que vean amenazada su integridad física y la libertad de expresión, como son los casos de las mujeres y los periodistas. Así mismo admitió la necesidad de que el Estado Mexicano tenga una “información actualizada mucho más precisa y efectiva” para que se pueda “defender y promocionar” mejor “los derechos humanos básicos”, ya que las deficiencias que hay sobre la situación con los periodistas y la libertad de expresión son muy graves.
Víctor Hugo Guevara, director general de Derechos Humanos de la propia Secretaría de Gobernación, dijo que éste es uno de los “desafíos” del gobierno, y que a pesar de ello se están investigando casos de crímenes contra periodistas, pero aclaró que “hay muchos que no están siendo esclarecidos”.
Y el director general de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alejandro Negrín, afirmó que México estudiará las recomendaciones del Comité y recordó que el gobierno está “plenamente comprometido” con los derechos humanos y los tratados internacionales sobre la materia.
Esto ocurre por las denuncias recibidas, entre otras la de la Organización No Gubernamental Rights Watch, HRW, mediante un informe en el que reitera su preocupación por el caso de México y el incremento de violaciones a las garantías de la población por parte de integrantes del Ejército en este sexenio, desde que realizan tareas de seguridad.
Debemos de estar muy al pendiente de las recomendaciones al gobierno mexicano que emita el 26 de marzo el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y tener claro que este organismo internacional nada tiene que ver con los ministros de la “suprema”, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación que como siempre, en contra del pueblo, determinó la opacidad de la Procuraduría General de la República en ese renglón de los derechos humanos. ¡Pobre México!
En verdad que da dolor que el Gobierno mexicano, como representante del país y de todos los mexicanos, aceptara su mea culpa en cuanto a las violaciones de derechos humanos de las mujeres y los periodistas, seguramente junto con los indígenas, los grupos más vulnerables de esta nación nuestra.
Sin mayores explicaciones, son de repetirse las declaraciones de los funcionarios del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa, por las cuales aceptaron todas y cada una de las acusaciones que se presentaron contra México en la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas.
La entrada de la nota lo dice todo: México reconoció hoy, tras comparecer ante el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas, las deficiencias que tiene en áreas como la violencia contra las mujeres y los ataques a periodistas.
No le quedó de otra al gobierno mexicano, tuvo que comparecer ante el Comité del Foro de Naciones Unidas que integran 18 expertos quienes analizan las reformas democráticas llevadas a cabo por el país en la última década, así como el posible impacto de la guerra contra el crimen organizado en el respeto a los derechos fundamentales.
Desde hace cinco años, México había sido sometido a revisión y terminó por declarar su mea culpa: la académica Blanca Heredia, consejera política de la Secretaría de Gobernación, aceptó ante la prensa, que la comparecencia ante el Comité de referencia fue un “ejercicio extraordinariamente valioso”, y que sirvió para “identificar aquellas áreas en las que hay todavía deficiencias”.
Fuera de eufemismos, aceptó la falta de “procedimientos específicos” para todos aquellos que vean amenazada su integridad física y la libertad de expresión, como son los casos de las mujeres y los periodistas. Así mismo admitió la necesidad de que el Estado Mexicano tenga una “información actualizada mucho más precisa y efectiva” para que se pueda “defender y promocionar” mejor “los derechos humanos básicos”, ya que las deficiencias que hay sobre la situación con los periodistas y la libertad de expresión son muy graves.
Víctor Hugo Guevara, director general de Derechos Humanos de la propia Secretaría de Gobernación, dijo que éste es uno de los “desafíos” del gobierno, y que a pesar de ello se están investigando casos de crímenes contra periodistas, pero aclaró que “hay muchos que no están siendo esclarecidos”.
Y el director general de Derechos Humanos y Democracia de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Alejandro Negrín, afirmó que México estudiará las recomendaciones del Comité y recordó que el gobierno está “plenamente comprometido” con los derechos humanos y los tratados internacionales sobre la materia.
Esto ocurre por las denuncias recibidas, entre otras la de la Organización No Gubernamental Rights Watch, HRW, mediante un informe en el que reitera su preocupación por el caso de México y el incremento de violaciones a las garantías de la población por parte de integrantes del Ejército en este sexenio, desde que realizan tareas de seguridad.
Debemos de estar muy al pendiente de las recomendaciones al gobierno mexicano que emita el 26 de marzo el Comité de Derechos Humanos de Naciones Unidas y tener claro que este organismo internacional nada tiene que ver con los ministros de la “suprema”, es decir, la Suprema Corte de Justicia de la Nación que como siempre, en contra del pueblo, determinó la opacidad de la Procuraduría General de la República en ese renglón de los derechos humanos. ¡Pobre México!
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