Álvaro Cepeda Neri
Lozano Alarcón es el calderonista-panista que siempre anda de provocador dando la cara por los empresarios y patrones enemigos del derecho de huelga. Aspira a ser el candidato presidencial de la ultraderechización de Acción Nacional. Y lleva, pues, más de tres años combatiendo las luchas obreras. En cuanto al multimillonario Germán Larrea Mota-Velasco (y su hermano que la hace de prestanombres) es dueño de minas (Pasta de Conchos, Cananea; en Perú, Chile; dueño de Ferromex y Ferrosur; Asarco, en Estados Unidos de América, y otros negocios más: Constructora México) y un tipo que nunca da la cara, se esconde (es de los que tira la piedra y esconde la mano) y envía a sus súbditos (como a Juan Rebolledo, vicepresidente de relaciones internacionales de su imperio minero), pero que no quiere soltar Cananea.
Y no quiere, así sea el precio de una represión sangrienta para escenificar de nuevo al Cananea de 1907, cuando la huelga antiporfirista (la actual es la huelga anticalderonista) ya que se ha descubierto que tierra adentro de la mina sonorense, existe la veta más cuantiosa y de mucho mejor calidad que el cobre de otras partes, que representa una fortuna millonaria. Manipulados los órganos judiciales, logró Larrea (quien del cobre se ha hecho de un capital que supera al de Slim, pero que oculta en paraísos fiscales), que se cancelaran las relaciones laborales de los mineros (a los que busca liquidar miserablemente) para reabrir la explotación minera en el municipio de Cananea.
Así es como Lozano-Larrea (éste con su Grupo México y su abogado, también abogado en los negocios de Salinas Pliego, encabezados por la golpista TV-Azteca) y los magistrados María Edith Cervantes, Elisa Jiménez y Jorge Farrera, lograron pisotear el derecho de huelga de los más de 300 mineros y están amenazando con desalojarlos a sangre y fuego militar (que ahora los soldados, como en tiempos de Porfirio Díaz y Victoriano Huerta, sirven para someter al pueblo). También el ya desgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías (coludido con el ex desgobernador Robinson-Bours), que fue comerciante en Cananea y presume haber nacido allí, es otro de los cómplices de la lucha antiobrera y dispuesto a usar su policía para arremeter contra los trabajadores.
Ya Larrea y su imperio de cobre es el tercer, casi el segundo, productor de ese metal a nivel mundial, tras de que su padre Jorge Larrea le heredó el trono en 1995. Desde entonces Germán esconde su rostro, con sus 55 años de edad y una liquidez de 3 mil millones de dólares (y propiedades mineras y ferroviarias, que dan más de 20 mil millones de dólares), rostro que tuvo que mostrar en 2008 y después su licencia de conducir fue publicada en el trabajo periodístico de José Eseverri y Palmira González (Reforma: 2/IX/09). Ahora este Larrea y sus empleados se aprestan a invadir Cananea con un asalto militar-policiaco, para acatar un sospechoso fallo judicial antiobrero.
Lozano Alarcón es el calderonista-panista que siempre anda de provocador dando la cara por los empresarios y patrones enemigos del derecho de huelga. Aspira a ser el candidato presidencial de la ultraderechización de Acción Nacional. Y lleva, pues, más de tres años combatiendo las luchas obreras. En cuanto al multimillonario Germán Larrea Mota-Velasco (y su hermano que la hace de prestanombres) es dueño de minas (Pasta de Conchos, Cananea; en Perú, Chile; dueño de Ferromex y Ferrosur; Asarco, en Estados Unidos de América, y otros negocios más: Constructora México) y un tipo que nunca da la cara, se esconde (es de los que tira la piedra y esconde la mano) y envía a sus súbditos (como a Juan Rebolledo, vicepresidente de relaciones internacionales de su imperio minero), pero que no quiere soltar Cananea.
Y no quiere, así sea el precio de una represión sangrienta para escenificar de nuevo al Cananea de 1907, cuando la huelga antiporfirista (la actual es la huelga anticalderonista) ya que se ha descubierto que tierra adentro de la mina sonorense, existe la veta más cuantiosa y de mucho mejor calidad que el cobre de otras partes, que representa una fortuna millonaria. Manipulados los órganos judiciales, logró Larrea (quien del cobre se ha hecho de un capital que supera al de Slim, pero que oculta en paraísos fiscales), que se cancelaran las relaciones laborales de los mineros (a los que busca liquidar miserablemente) para reabrir la explotación minera en el municipio de Cananea.
Así es como Lozano-Larrea (éste con su Grupo México y su abogado, también abogado en los negocios de Salinas Pliego, encabezados por la golpista TV-Azteca) y los magistrados María Edith Cervantes, Elisa Jiménez y Jorge Farrera, lograron pisotear el derecho de huelga de los más de 300 mineros y están amenazando con desalojarlos a sangre y fuego militar (que ahora los soldados, como en tiempos de Porfirio Díaz y Victoriano Huerta, sirven para someter al pueblo). También el ya desgobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías (coludido con el ex desgobernador Robinson-Bours), que fue comerciante en Cananea y presume haber nacido allí, es otro de los cómplices de la lucha antiobrera y dispuesto a usar su policía para arremeter contra los trabajadores.
Ya Larrea y su imperio de cobre es el tercer, casi el segundo, productor de ese metal a nivel mundial, tras de que su padre Jorge Larrea le heredó el trono en 1995. Desde entonces Germán esconde su rostro, con sus 55 años de edad y una liquidez de 3 mil millones de dólares (y propiedades mineras y ferroviarias, que dan más de 20 mil millones de dólares), rostro que tuvo que mostrar en 2008 y después su licencia de conducir fue publicada en el trabajo periodístico de José Eseverri y Palmira González (Reforma: 2/IX/09). Ahora este Larrea y sus empleados se aprestan a invadir Cananea con un asalto militar-policiaco, para acatar un sospechoso fallo judicial antiobrero.
Comentarios