Jesusa Cervantes
Es el enemigo a vencer… no sólo para panistas y perredistas, sino hasta para sus propios correligionarios del PRI, en particular para su rival político, Manlio Fabio Beltrones. En días recientes, Enrique Peña Nieto supo lo que es estar en la mira. En su contra fueron usadas todas las armas disponibles por el momento, hasta la que representa Televisa, el consorcio que lo ha llevado al primer lugar en el rating por la Presidencia para 2012. Y supo también de lo que es capaz Felipe Calderón cuando decide tomar desquite. Todo con el impúdico telón de fondo del incremento de impuestos de cuyo resultado disfruta ahora el presidente, a quien el diputado Rubén Moreira, priista él, gritó desde la tribuna: “¡Espurio!”
El hecho de que Enrique Peña Nieto se haya visto obligado a aceptar la existencia de un convenio para asegurar la aprobación de la miscelánea fiscal calderonista en la Cámara de Diputados a cambio de que el partido en el gobierno, el PAN, no acordara alianzas electorales con el PRD, se debió a que alguien filtró una copia del documento firmado por las dirigencias nacionales del PRI y del PAN al senador Manlio Fabio Beltrones.
De acuerdo con la versión del diputado panista Javier Corral confiada a Proceso y confirmada por legisladores del PRI, Beltrones amenazó al gobernador mexiquense con difundir el contenido del documento. Así que Peña Nieto no tuvo otro remedio que adelantarse y hacer pública la existencia del convenio.
En la sesión de la Cámara de Diputados del martes 9, cuando sorpresivamente la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, llevó el tema a debate e hizo leer el contenido del acuerdo, Corral dijo desde la tribuna:
“En ese convenio está el representante de un solo gobernador, el gobernador Enrique Peña Nieto; pero como Manlio Fabio Beltrones tenía copia del convenio y ya había organizado (revelar su existencia) con la principal empresa promotora de la campaña de Peña Nieto, que es Televisa, entonces se adelantó Peña Nieto a divulgar el acuerdo secreto que no prestigia a la política.”
Es decir, para Corral, Beltrones estaría cobrando así a Televisa el favor de haberla exentado por dos años de pagar impuestos al haber entrado al triple play mediante la telefonía celular. La filtración del documento a la televisora pudo haber hecho sentir acorralado al gobernador del Estado de México, lo que para algunos priistas habría sido más costoso para él que el hecho de haber reconocido el trueque con el PAN.
El 11 de febrero, un día después de que el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, renunció a su militancia panista –por su presunto rechazo a las alianzas entre el PAN y el PRD–, Peña Nieto aceptó la existencia del pacto:
“Fue un acuerdo general tomado, que se tomó entre los partidos. Y bueno, hoy vemos, después de pasar el tiempo, pareciera que hubiese omisión, que hubo un olvido a este propósito de mantener fidelidad y lealtad a las condiciones partidarias y que hoy se observan distintas alianzas.”
Según la versión que Javier Corral confió a Proceso, días antes de esa confesión alguien hizo llegar a Beltrones una de las cuatro copias que existían del convenio. Tras una reunión con algunos de sus colaboradores en el Club de Industriales, el líder de los senadores priistas decidió informarle al gobernador que lo haría público. “Por eso Peña Nieto se adelantó”, puntualiza el legislador panista.
El miércoles 10, Corral dijo en la tribuna de la Cámara de Diputados que Peña Nieto expuso el pacto entre los dirigentes del PRI y del PAN para “obligar a su cumplimiento, despropósito de un talento pequeño pero de una perversidad grande”.
Legisladores de la bancada del Estado de México afines a Enrique Peña Nieto corroboraron que “alguien del PAN-gobierno le hizo llegar” a Beltrones el convenio para minar la figura del gobernador del Estado de México.
Es el enemigo a vencer… no sólo para panistas y perredistas, sino hasta para sus propios correligionarios del PRI, en particular para su rival político, Manlio Fabio Beltrones. En días recientes, Enrique Peña Nieto supo lo que es estar en la mira. En su contra fueron usadas todas las armas disponibles por el momento, hasta la que representa Televisa, el consorcio que lo ha llevado al primer lugar en el rating por la Presidencia para 2012. Y supo también de lo que es capaz Felipe Calderón cuando decide tomar desquite. Todo con el impúdico telón de fondo del incremento de impuestos de cuyo resultado disfruta ahora el presidente, a quien el diputado Rubén Moreira, priista él, gritó desde la tribuna: “¡Espurio!”
El hecho de que Enrique Peña Nieto se haya visto obligado a aceptar la existencia de un convenio para asegurar la aprobación de la miscelánea fiscal calderonista en la Cámara de Diputados a cambio de que el partido en el gobierno, el PAN, no acordara alianzas electorales con el PRD, se debió a que alguien filtró una copia del documento firmado por las dirigencias nacionales del PRI y del PAN al senador Manlio Fabio Beltrones.
De acuerdo con la versión del diputado panista Javier Corral confiada a Proceso y confirmada por legisladores del PRI, Beltrones amenazó al gobernador mexiquense con difundir el contenido del documento. Así que Peña Nieto no tuvo otro remedio que adelantarse y hacer pública la existencia del convenio.
En la sesión de la Cámara de Diputados del martes 9, cuando sorpresivamente la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, llevó el tema a debate e hizo leer el contenido del acuerdo, Corral dijo desde la tribuna:
“En ese convenio está el representante de un solo gobernador, el gobernador Enrique Peña Nieto; pero como Manlio Fabio Beltrones tenía copia del convenio y ya había organizado (revelar su existencia) con la principal empresa promotora de la campaña de Peña Nieto, que es Televisa, entonces se adelantó Peña Nieto a divulgar el acuerdo secreto que no prestigia a la política.”
Es decir, para Corral, Beltrones estaría cobrando así a Televisa el favor de haberla exentado por dos años de pagar impuestos al haber entrado al triple play mediante la telefonía celular. La filtración del documento a la televisora pudo haber hecho sentir acorralado al gobernador del Estado de México, lo que para algunos priistas habría sido más costoso para él que el hecho de haber reconocido el trueque con el PAN.
El 11 de febrero, un día después de que el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, renunció a su militancia panista –por su presunto rechazo a las alianzas entre el PAN y el PRD–, Peña Nieto aceptó la existencia del pacto:
“Fue un acuerdo general tomado, que se tomó entre los partidos. Y bueno, hoy vemos, después de pasar el tiempo, pareciera que hubiese omisión, que hubo un olvido a este propósito de mantener fidelidad y lealtad a las condiciones partidarias y que hoy se observan distintas alianzas.”
Según la versión que Javier Corral confió a Proceso, días antes de esa confesión alguien hizo llegar a Beltrones una de las cuatro copias que existían del convenio. Tras una reunión con algunos de sus colaboradores en el Club de Industriales, el líder de los senadores priistas decidió informarle al gobernador que lo haría público. “Por eso Peña Nieto se adelantó”, puntualiza el legislador panista.
El miércoles 10, Corral dijo en la tribuna de la Cámara de Diputados que Peña Nieto expuso el pacto entre los dirigentes del PRI y del PAN para “obligar a su cumplimiento, despropósito de un talento pequeño pero de una perversidad grande”.
Legisladores de la bancada del Estado de México afines a Enrique Peña Nieto corroboraron que “alguien del PAN-gobierno le hizo llegar” a Beltrones el convenio para minar la figura del gobernador del Estado de México.
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