“Este año pinta mucho mejor”, ¿para los empresarios?, ¿será menos peor para el pueblo o seguirá tan jodido como siempre?
Pedro Echeverría V.
1. El presidente de facto, Felipe Calderón, reiteró que 2010 será un mejor año en materia económica. "Este año pinta mucho mejor y se refleja en cierta recuperación", afirmó el mandatario. El viernes pasado los integrantes de su gabinete económico presentaron cifras con un panorama optimista en torno a la economía nacional aunque –para no hacer el ridículo luego- reconocieron riesgos y ataduras a la aprobación de las reformas estructurales pendientes. El martes pasado, en Cancún, durante la reunión del Banco Interamericano de Desarrollo, Calderón reiteró los números positivos de la economía, pero también apuntó que hay riesgos. Pero en México ya nadie le cree al gobierno, menos a Calderón que, como su antecesor Fox, se ha pasado diciendo que las cosas van bien, cuando los trabajadores del país nunca habían estado más mal.
2. Alguien decía: “Si al gobierno y a los empresarios les va bien, a México le va bien”; pero tampoco me olvido que el filósofo sofista Protágoras enseñaba: “el hombre es la medida de todas las cosas”, es decir, sido todos los seres humanos viven bien entonces el mundo está bien. ¿Es que alguna vez los gobernantes –que como Calderón obtuvieron el poder con el apoyo empresarial- pueden dejar de pensar en quienes los apoyaron para asumir los cargos políticos en que están? Los criterios que usarán siempre para medir si un país está bien o mal serán los mismos que usan los hombres de poder. Durante los gobiernos priístas México logró crecimientos hasta del ocho por ciento y hubo un periodo de 15 años (1955-70) conocido como “desarrollo estabilizador” en que el crecimiento anual promedio fue del 6 por ciento. Pero la población siguió en la pobreza.
3. Durante los seis años del gobierno ultra represor de Díaz Ordaz (1964-70) se alcanzaron cifras altas y el promedio del PIB en el sexenio fue de 6.7, ¿De qué sirvió a los indígenas, campesinos, obreros, en concreto, si su nivel de vida nunca creció? La realidad es que esos crecimientos económicos no significan mayor bienestar para la economía y la vida de la población, sino simplemente significan “modernización” capitalista en beneficio de los hombres de negocios. Alguien diría tramposamente que la “modernización” beneficia a la población; sin embargo la experiencia ha demostrado que profundiza más la división entre las clases sociales: concentra más las riquezas entre unos mil o dos mil multimillonarios y margina del “desarrollo” al 70 u 80 por ciento de la población. En vez de alcanzar un buen nivel de vida, los expulsa del trabajo.
4. Si bien no se pueden hacer cálculos sin datos estadísticos, si es imposible prescindir de números y cifras para realizar estudios serios, las estadísticas como informaciones generales o “macros” suelen ser muy engañosas, sobre todo cuando son presentadas con trampas. Si se informa que se destinaron miles de millones de pesos en servicio de salud, en educación, para créditos al campo o para bienestar social, no significa nada si no vemos en concreto en qué han mejorado las cosas. ¿Tenemos más médicos, más medicinas, más camas de hospital y los pacientes son atendidos cuando lo solicitan? En educación: ¿Han desaparecido los rechazados, han aumentado las matrículas, se han abierto las escuelas y universidades para que nadie se quede sin estudiar? En el campo: ¿están recibiendo los campesinos los créditos, la maquinaria, los precios de garantía que necesitan?
5. ¿Qué pasa entonces con Calderón y los panistas? Que están en campaña política y cualquier informe lo tergiversa y lo convierten en frase estratégica de campaña. Por eso la investigadora Fitch Rating ha señalado: “Si bien México tendrá una recuperación económica en 2010, debido a la reactivación del consumo en Estados Unidos, el gobierno no debe sobre exagerar las cifras de crecimiento, pues no se vislumbra que en el corto plazo el país pueda mantener ese ritmo debido a la falta de reformas”. El crecimiento promedio en el sexenio de Fox fue de 2.28 cuando él en campaña prometió el 7 por ciento. Parece que el PIB anual promedio del primer trienio calderonista será de -0.3%. Si cumple la meta de 3-4% anual promedio para la segunda mitad, entonces el PIB promedio anual del sexenio será de 1.3%, peor que el sexenio de Fox.
6. La economía mexicana necesita crecer a casi el 8 por ciento como promedio anual para crear el millón 300 mil empleos que necesita y así solucionar el trabajo de los 1.3 millones de mexicanos que se suman a la fuerza productiva cada año. Cuando Calderón declara con bombo y platillo que se crearon 100 o 300 mil empleos en un año está diciendo que un millón de trabajadores se quedaron sin ocupación durante ese período y que se sumaron al ambulantaje informal, se fueron a los Estados Unidos o de plano se vieron obligados a sumarse a la “delincuencia”. No se trata solamente de recuperar los empleos perdidos, si no de crear 1.3 millones de empleos. Aunque el PIB durante 30 años (1941-1982) haya sido del 6% nada cambió por insuficiente y porque sirvió para que una minoría acumulara riquezas. ¿Puede olvidarse acaso el discurso de LEA del “desarrollo compartido”?
7. Así que en lugar del discurso de campaña de Calderón de que “este año pinta mucho mejor” habría que preguntar: ¿mejor, para quién? Obviamente para la clase política y empresarial que continuarán acumulando riquezas y propiedades. Teniendo como base las alzas de las gasolinas, los impuestos y los servicios, en las últimas semanas la inflación ha comenzado a dispararse y esas medidas profundizarán el descontento de la población. Desafortunadamente no existe un izquierda unitaria que pudiera encauzar el descontento y sí un fortalecimiento del aparato militar y policiaco con la asesoría del Pentágono yanqui. Más que perseguir al narcotráfico por la distribución y venta de la droga, ahora la consigna de los gobiernos de México y de EEUU es perseguirlos por la fuerza militar que tiene al derrotar y enloquecer al ejército del gobierno. EEUU busca sellar su frontera y respaldar al gobierno débil de Calderón.
1. El presidente de facto, Felipe Calderón, reiteró que 2010 será un mejor año en materia económica. "Este año pinta mucho mejor y se refleja en cierta recuperación", afirmó el mandatario. El viernes pasado los integrantes de su gabinete económico presentaron cifras con un panorama optimista en torno a la economía nacional aunque –para no hacer el ridículo luego- reconocieron riesgos y ataduras a la aprobación de las reformas estructurales pendientes. El martes pasado, en Cancún, durante la reunión del Banco Interamericano de Desarrollo, Calderón reiteró los números positivos de la economía, pero también apuntó que hay riesgos. Pero en México ya nadie le cree al gobierno, menos a Calderón que, como su antecesor Fox, se ha pasado diciendo que las cosas van bien, cuando los trabajadores del país nunca habían estado más mal.
2. Alguien decía: “Si al gobierno y a los empresarios les va bien, a México le va bien”; pero tampoco me olvido que el filósofo sofista Protágoras enseñaba: “el hombre es la medida de todas las cosas”, es decir, sido todos los seres humanos viven bien entonces el mundo está bien. ¿Es que alguna vez los gobernantes –que como Calderón obtuvieron el poder con el apoyo empresarial- pueden dejar de pensar en quienes los apoyaron para asumir los cargos políticos en que están? Los criterios que usarán siempre para medir si un país está bien o mal serán los mismos que usan los hombres de poder. Durante los gobiernos priístas México logró crecimientos hasta del ocho por ciento y hubo un periodo de 15 años (1955-70) conocido como “desarrollo estabilizador” en que el crecimiento anual promedio fue del 6 por ciento. Pero la población siguió en la pobreza.
3. Durante los seis años del gobierno ultra represor de Díaz Ordaz (1964-70) se alcanzaron cifras altas y el promedio del PIB en el sexenio fue de 6.7, ¿De qué sirvió a los indígenas, campesinos, obreros, en concreto, si su nivel de vida nunca creció? La realidad es que esos crecimientos económicos no significan mayor bienestar para la economía y la vida de la población, sino simplemente significan “modernización” capitalista en beneficio de los hombres de negocios. Alguien diría tramposamente que la “modernización” beneficia a la población; sin embargo la experiencia ha demostrado que profundiza más la división entre las clases sociales: concentra más las riquezas entre unos mil o dos mil multimillonarios y margina del “desarrollo” al 70 u 80 por ciento de la población. En vez de alcanzar un buen nivel de vida, los expulsa del trabajo.
4. Si bien no se pueden hacer cálculos sin datos estadísticos, si es imposible prescindir de números y cifras para realizar estudios serios, las estadísticas como informaciones generales o “macros” suelen ser muy engañosas, sobre todo cuando son presentadas con trampas. Si se informa que se destinaron miles de millones de pesos en servicio de salud, en educación, para créditos al campo o para bienestar social, no significa nada si no vemos en concreto en qué han mejorado las cosas. ¿Tenemos más médicos, más medicinas, más camas de hospital y los pacientes son atendidos cuando lo solicitan? En educación: ¿Han desaparecido los rechazados, han aumentado las matrículas, se han abierto las escuelas y universidades para que nadie se quede sin estudiar? En el campo: ¿están recibiendo los campesinos los créditos, la maquinaria, los precios de garantía que necesitan?
5. ¿Qué pasa entonces con Calderón y los panistas? Que están en campaña política y cualquier informe lo tergiversa y lo convierten en frase estratégica de campaña. Por eso la investigadora Fitch Rating ha señalado: “Si bien México tendrá una recuperación económica en 2010, debido a la reactivación del consumo en Estados Unidos, el gobierno no debe sobre exagerar las cifras de crecimiento, pues no se vislumbra que en el corto plazo el país pueda mantener ese ritmo debido a la falta de reformas”. El crecimiento promedio en el sexenio de Fox fue de 2.28 cuando él en campaña prometió el 7 por ciento. Parece que el PIB anual promedio del primer trienio calderonista será de -0.3%. Si cumple la meta de 3-4% anual promedio para la segunda mitad, entonces el PIB promedio anual del sexenio será de 1.3%, peor que el sexenio de Fox.
6. La economía mexicana necesita crecer a casi el 8 por ciento como promedio anual para crear el millón 300 mil empleos que necesita y así solucionar el trabajo de los 1.3 millones de mexicanos que se suman a la fuerza productiva cada año. Cuando Calderón declara con bombo y platillo que se crearon 100 o 300 mil empleos en un año está diciendo que un millón de trabajadores se quedaron sin ocupación durante ese período y que se sumaron al ambulantaje informal, se fueron a los Estados Unidos o de plano se vieron obligados a sumarse a la “delincuencia”. No se trata solamente de recuperar los empleos perdidos, si no de crear 1.3 millones de empleos. Aunque el PIB durante 30 años (1941-1982) haya sido del 6% nada cambió por insuficiente y porque sirvió para que una minoría acumulara riquezas. ¿Puede olvidarse acaso el discurso de LEA del “desarrollo compartido”?
7. Así que en lugar del discurso de campaña de Calderón de que “este año pinta mucho mejor” habría que preguntar: ¿mejor, para quién? Obviamente para la clase política y empresarial que continuarán acumulando riquezas y propiedades. Teniendo como base las alzas de las gasolinas, los impuestos y los servicios, en las últimas semanas la inflación ha comenzado a dispararse y esas medidas profundizarán el descontento de la población. Desafortunadamente no existe un izquierda unitaria que pudiera encauzar el descontento y sí un fortalecimiento del aparato militar y policiaco con la asesoría del Pentágono yanqui. Más que perseguir al narcotráfico por la distribución y venta de la droga, ahora la consigna de los gobiernos de México y de EEUU es perseguirlos por la fuerza militar que tiene al derrotar y enloquecer al ejército del gobierno. EEUU busca sellar su frontera y respaldar al gobierno débil de Calderón.
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