Citibank y sucursal celebran el ingreso de Zedillo

Álvaro Cepeda Neri

Al estilo porfirista los del “mundo” oficial y algunos del “mundo” empresarial, de éstos los banqueros que fueron beneficiados desde De la Madrid, no se diga con Salinas y, finalmente, con Zedillo, se están montando en las festividades centenarias de 1810 y 1910, para celebrar dos Revoluciones inconclusas. Los de Banamex, sucursal de Citibank, el banco intervenido por el gobierno estadounidense, han estado publicando en radio, televisión y prensa escrita (con sus ganancias estratosféricas por las comisiones que cobran a los clientes y los bajísimos intereses que otorgan a sus ahorradores, para así quedarse con la parte del león), una serie de mentiras para “festejar” esas fechas, cuando la pobreza nacional es como para no pasarse de cínicos.

Banamex, por ejemplo, asegura que ha fomentado la cultura, el desarrollo social, el deporte, medio ambiente y la cultura financiera. Y usando los colores de La Bandera (como los calderonistas en el emblema que tienen en sus camisas, con la divisa falsa de “ Vivir mejor”), adornan su propaganda, titulándola: “Celebramos con México, fomentando un mejor país para todos”. Está claro que los dueños de ese banco, cuyos prestanombres son Obama y otros accionistas de ese país, al hacer un balance de lo que hicieron el año pasado, no solamente están faltando a la verdad. También andan festinando con sus negocios lo que son fechas que en estos días nos recuerdan cómo fue que el pueblo, víctima de los excesos autoritarios y la explotación económica, se levantó en ese entonces contra sus opresores.

El banco informa que: se expusieron 125 pinturas, “apoyaron” la construcción de viviendas en Chiapas, colaboraron en la reforestación en torno al Izta-Popo (Iztaccihuatl-Popocatépetl), y realizaron un concurso fotográfico, que acompañaron a la selección mexicana de futbol y, también, que incorporaron a un millón de mexicanos a nuestro programa de educación financiera. En suma, toda esta propaganda es para seguir atrayendo clientela cuyos recursos, en lugar de canalizarse a generar créditos de bajos intereses, se llevan a las oficinas matrices de cada consorcio en el extranjero.

Dicen los de Banamex que “por eso somos con orgullo el banco nacional del México bicentenario”, cuando es sabido que éste y los demás bancos propiedad de capitales externos están succionando la poca riqueza nativa. Lo único que sí están celebrando es el ingreso de Zedillo, el ex presidente del montón que, con Salinas, privatizó las instituciones bancarias. Ha sido contratado como consejero para pagarle que haya permitido la venta de los bancos a extranjeros. Y aceptó porque es un cínico que engorda sus ingresos a costa del sufrimiento mexicano. con las altas comisiones que le quitan a los clientes es que le pagarán el millonario sueldo. La sucursal del Citibank en nuestro país celebra a Zedillo, su nuevo consejero, para que aconseje cómo seguir esquilmando al país.

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