Acusa el PAN: "Peña Nieto mató a su esposa"; Revira el PRI: "Calderón se robó la presidencia"

Jesusa Cervantes

Al pretender defender su honor y dignidad como político, pues desde ayer en la máxima tribuna del Congreso de la Unión fue tachado de “mentiroso”, el presidente nacional del PAN y diputado federal, César Nava, destapó la caja de Pandora de los partidos políticos.

Primero afloraron los señalamientos de los panistas, entre ellos que el gobernador mexiquense, el priista Enrique Peña Nieto, “mató a su esposa”, hasta las acusaciones de los priistas, en el sentido de que Felipe Calderón “se robó la Presidencia”.

El encono entre priistas y panistas se reeditó por cinco horas en la sesión ordinaria de la Cámara de Diputados de este miércoles, luego de que Nava --quien en la sesión del martes pasado no estuvo presente en el momento en que la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, lo acusó de “mentiroso”, al tiempo que exhibía el controvertido pacto ‘antialianzas’, firmado por ambos dirigentes nacionales partidistas--, tomó la palabra para defenderse de las descalificaciones.

El abierto pleito entre priistas y panistas motivó que de uno y otro lado surgieran revelaciones, confesiones de acuerdos pasados –y no sólo mutuas acusaciones--, así como pleitos en el PAN (entre Nava y el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont).

También se ventilaron enconos al interior del PRI (entre Peña Nieto y el senador sonorense Manlio Fabio Beltrones), y diferencias de principios en el PRD (entre la corriente Nueva Izquierda y los simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador).

En el primer caso, la acusación estuvo a cargo de la diputada del PAN por el Estado de México, María Elena Pérez de Tejada, quien dijo que su entidad no necesita un gobernador “light”, y se siguió de largo cuando buscaba responder al señalamiento de que el exalcalde panista de Atizapán golpeó a su esposa:

--Yo no estaba enterada, pero si así fuese, cualquier mexiquense exigiría se investigue el dicho de que Enrique Peña Nieto mató a su esposa.

La denuncia en tribuna generó un gran movimiento entre los 40 diputados de la bancada del Estado de México.

El hecho motivó que el vicecoordinador Jorge Carlos Ramírez Marín se acercara a ellos, mientras el resto de los legisladores priistas se incomodaba y comentaban lo sucedido.

Tocó al diputado del PRI, también por el Estado de México, Rodrigo Reina Liceaga, hacer la defensa del mandatario mexiquense:

--¡Quiero pedirle que, con base en el artículo 107, retire lo que ha dicho porque no tiene prueba alguna –se dirigió a la panista María Elena Pérez.

Y siguió:

--Del argumento que yo le di hay pruebas (de que el exalcalde panista golpeó a su esposa) y hay una denuncia. ¡Que lo retire la diputada y ofrezca una disculpa pública por una acción que no tiene por qué llevar a cabo!

El presidente de la Mesa Directiva, el panista Francisco Ramírez Acuña, exhortó a la legisladora:

“Está solicitando el diputado Reina que retire usted el término que utilizó hace unos momentos. Le pregunto, ¿lo retira para que no quede en el acta correspondiente?

--Voy a contestar presidente –respondió María Elena Pérez--. Bien dije yo que no lo digo sólo yo, sino lo dicen los medios. Les voy a seguir contestando, permítanme. Conocí a la señora y fue una dama, y por ella lo retiro, no por el gobernador.

--Acepta usted que se retiren esos términos --insistió Ramírez Acuña.

--Por ella, por Mónica Pretellini, sí. Por el gobernador (Peña Nieto), no.

--Acepta la diputada que se retire. Le pido a la secretaria, en los términos del artículo 107, no aparezcan en el acta correspondiente.

Sin embargo, el hecho no satisfizo a los priistas, por lo que el vicecoordinador Ramírez Marín pidió la palabra:

--Presidente, además de que se retire, que quede constancia que el tema no era materia de debate en este momento. Es una expresión estrictamente personal de la diputada.

Entonces reviró Ramírez Acuña:

--Es una intervención de la diputada y hay un reclamo correspondiente. Ese reclamo ha aceptado la diputada que no aparezca en el acta. Lo que usted nos solicita no es procedente, diputado.

La panista María Elena Pérez continuó entonces haciendo uso de la palabra para sostener que Peña Nieto tiene que dar cuentas claras a las víctimas de la delincuencia… y siguió.

No satisfechos con esa salida, los priistas insistieron, pero ahora tocó el turno al legislador mexiquense José Adán Rubí Salazar:

--Que retire las palabras que acaba de pronunciar en contra del señor gobernador del Estado de México, licenciado Enrique Peña Nieto, a efecto de que podamos tener, y escuche lo que le voy a decir, condiciones en este Poder Legislativo de gobernabilidad, de viabilidad en los acuerdos que se están requiriendo. Si no es así, reitero subrayadamente, las condiciones de ingobernabilidad van a seguir creciendo el mismo día de hoy en adelante. Le pido a la diputada que retire esas palabras, son calumnias, es una difamación que no puede permitirse en el seno del Poder Legislativo.

La panista María Elena Pérez de Tejada respondió: “Sí lo hice y lo puedo volver a decir, presidente, si usted así lo quiere.

Y le volvió a preguntar Ramírez Acuña si retiraba la acusación en contra de Peña Nieto.

--Sí estoy de acuerdo, ya lo había mencionado –atajó Pérez de Tejeda.

El capítulo sobre la acusación en contra de Peña Nieto, de haber matado a su esposa, no prosiguió en la tribuna, pero al término de la sesión, los panistas Javier Corral y Carlos Pérez Cuevas se acercaron a la curul del coordinador de la bancada priista mexiquense, Emilio Chuayffet, a quien le dijeron que los priistas también habían echado mano de los insultos.

--Pero nada que ver con la acusación de asesinato --les respondió Chuayffet.

PRI: Calderón, “presidente ilegítimo”

El segundo tema que surgió en el debate motivado por el convenio firmado entre los líderes nacionales de PRI y PAN, fue el de la aceptación de los priistas de que Calderón Hinojosa no ganó la elección presidencial de 2006, y que ellos lo habían legitimado por acuerdo, permitiéndole tomar posesión el 1 de diciembre en la Cámara de Diputados pero bajo la promesa de que gobernaría para todos los mexicanos, “pero hasta en eso nos traicionó”.

La revelación de los priistas corrió a cargo del diputado Rubén Moreira Valdez, quien antes de fijar la posición de su partido, respondió a una pregunta que le formuló al perredista Víctor Cossio, afín a López Obrador, sobre si “¿el presidente Calderón es el presidente legítimo de México?”:

Y Moreira Valdez soltó: “Para un servidor, el presidente Calderón también es ilegítimo”.

Después, cuando le tocó a Moreira subir a tribuna, remachó: “Lo que mal inicia mal acaba”.

“El presidente Calderón inició mal, inicio cuestionado sobre su legitimidad, porque como dice el diputado Gerardo Fernández Noroña, se robó la Presidencia de la República”.

Y prosiguió: “Somos la generación del no. Los que le decimos a Calderón, ‘no vendas la patria’; los que le decimos a Calderón, ‘tú no eres legítimo’; los que le decimos a Calderón, ‘te robaste la Presidencia de la República’”.

En ese momento, el perredista Víctor Cossío le reviró la pregunta y planteó: “El apoyo que le dieron ustedes para legitimar a Calderón, ¿lo retira en este momento?

--Mi partido fue consecuente –respondió el priista Moreira Valdez--; no podíamos caer en la anarquía; pero Calderón, que recibió la confianza para entrar por una puerta aquí, a escondidas, y jurarle a la nación que iba ser presidente de los mexicanos, también en eso nos traicionó. No hay apoyo para el presidente, al menos de parte de muchos de nosotros”.

Luego el petista Mario Di Costanzo cuestionó: “Quiere decir que si no ganó Calderón, ¿el que ganó fue Andrés Manuel López Obrador?

--Creo, en lo personal, que las elecciones debieron haberse repetido.

Nava vs Gómez Mont

El panista César Nava fue quien abrió el debate, y lo hizo para “limpiar” su nombre luego de que un día antes había sido exhibido por la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, como un mentiroso, por propalar que el convenio ‘antialianzas’ fue a cambio de la aprobación del paquete fiscal 2010, con la consecuente alza en los impuestos.

“La mentira y la falsedad también vertidas el día de ayer en esta tribuna, porque no sólo se ha mentido ante los medios de comunicación, también se ha venido aquí a esta tribuna a mentir, y se ha negado, se han atrevido a negar que había alguna obligación del PRI en este acuerdo. Lo reitero, como lo he dicho y lo he sostenido”, dijo Nava Vázquez.

--¿Usted mintió? --le preguntó el diputado priista mexiquense Felipe Enríquez Hernández.

--Como respuesta afirmo y ratifico la verdad. El PRI en ese acuerdo se obligó a aprobar la Ley de Ingresos en el Senado, en los términos aprobados originalmente en la Cámara de Diputados –insistió Nava.

El también priista y mexiquense, Humberto Benítez Treviño, acotó: “No fue un convenio retroactivo”.

Y Nava insistió:

“No me crea a mí, no me crea a mí si no quiere; créale a su coordinador, al diputado Francisco Rojas, quien a pregunta expresa aceptó que el PRI aprobó la legislación en materia tributaria a cambio de concesiones en materia de alianzas electorales. No me crea a mí, créale a su coordinador parlamentario”.

El líder nacional panista se refería a la declaración que el 16 de febrero pasado hizo Rojas, en el sentido de que la aprobación de la Ley de Ingresos y el convenio ‘antialianzas’ “corrieron en vías paralelas”.

Las preguntas hacia Nava continuaron y, cuando éste respondió en referencia a la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, provocó que ella también tomara la palabra.

“A quien debe preguntarle, señor diputado, es a la señora presidenta de su partido. Debe preguntarle por qué ocultó y por qué mintió. Porque en el fondo y en la voluntad del acuerdo y del compromiso del PRI, estuvo siempre la obligación de aprobar en el Senado la Ley de Ingresos”, dijo Nava Vázquez.

Paredes tomó el micrófono y desde su curul le recordó a Nava que hacía unos momentos el propio secretario de Gobernación acababa de decir que el convenio fue para construir “gobernabilidades en el país” (es decir, descartaba algún un trueque por la Ley de Ingresos). “¿El señor secretario de Gobernación miente?”, desafió Paredes a Nava.

Entonces Nava desmintió a Gómez Mont, e incluso recordó que el propio secretario de Gobernación ya había aceptado, el pasado 5 de marzo, que sí hubo tal intercambio.

“El secretario de Gobernación el pasado viernes afirmó, categóricamente lo afirmó y está citado en diferentes medios de comunicación. Él lo dijo: ‘en todo momento estuvo a cargo del PRI la obligación de aprobar en sus términos el Paquete de Ingresos, ya aprobado previamente por la Cámara de Diputados el 21 de octubre.

“Lo ha confirmado el secretario de Gobernación, lo ha confirmado el coordinador de su bancada, lo he confirmado y lo he sostenido. Solamente usted (Paredes) y el gobernador Peña Nieto lo niegan”, acuso Nava.

“Llueven” descalificaciones a Nava

En la discusión, los priistas no sólo llamaron “mentiroso” una y otra vez a Nava, sino que además lo acusaron de ser un corrupto.

Y para sostener su dicho, los priistas echaron mano del libro de la periodista Ana Lilia Pérez, Camisas azules, manos negras, donde se da cuenta de los contratos que César Nava autorizó para beneficiar a gente de su grupo político justo cuando él se desempeñaba como el encargado jurídico de Petróleos Mexicanos (Pemex).

La acusación fue respaldada por el petista Fernández Noroña, quien dijo que una prueba más de que Nava es un corrupto se sostiene con el ofrecimiento que éste le hizo a él en lo personal, cuando estaba la lucha del “voto por voto” para esclarecer la elección presidencial del 2006.

Fernández Noroña recordó que fue el propio Nava quien primero le ofreció dinero, luego posiciones políticas y finalmente recursos para respaldar las luchas sociales de López Obrador, a cambio de que dejaran su lucha y reconocieran a Felipe Calderón como el ganador de la Presidencia.

Otra de las revelaciones que surgieron en el debate las hizo el panista Javier Corral, quien sostuvo que el hecho de hacer público el convenio ‘antialianzas’ solo forma parte del pleito que existe entre los priistas Peña Nieto y Beltrones en su lucha por la candidatura presidencial del PRI para el 2012.

Insistió en que Beltrones “acorraló” a Peña Nieto para que hiciera público el pacto PRI-PAN, pues de lo contrario el sonorense lo revelaría, y con ello destaparía los acuerdos que Peña Nieto ha entablado con el gobierno de Felipe Calderón a cambio de que lo “blinden” contra eventuales alianzas partidistas de cara a las elecciones locales de 2011, cuando se renovará la gubernatura mexiquense.

César Nava también insistió en que el convenio fue a petición de Peña Nieto y donde sólo el mexiquense sería el beneficiado.

Incluso, retó a Peña Nieto y a la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, a entablar un debate sobre el tema.

Paredes aceptó inicialmente el debate, pero luego reculó.

Finalmente ambos, Nava y Paredes, aceptaron someterse a la prueba del Polígrafo o “detector de mentiras”, para determinar quién de los dos dice la verdad sobre el motivo de la firma del convenio y los acuerdos a los que se llegó y que no están explicitados en el documento.

Luego de cinco horas de debate, la exigencia de someterse al Polígrafo alcanzó al propio Calderón.

Los priistas pidieron que también él se sometiera al detector de mentiras para que la ciudadanía se dé cuenta y convenza de que el Ejecutivo federal siempre estuvo al tanto de la firma del convenio.

Finalmente, el debate culminó con la propuesta de la fracción del PRI para que se conforme una comisión investigadora que indague sobre los supuestos actos de corrupción de César Nava durante su paso por Pemex.

Sin embargo, el tema quedó en el aire y en las manos de la Junta de Coordinación Política, órgano que deberá establecer si presenta de manera formal ante el pleno la conformación de dicha comisión.

A lo largo de todo el debate, Nava se llevó los peores calificativos, que fueron desde mentiroso y corrupto, hasta el que le endilgó el priista David Penchyna:

“Es un cobarde y mentiroso… No busque con quién debatir, señor César Nava, usted le ha mentido al pueblo de México. Le ha mentido a su partido. Ha ensuciado la política. No merece una curul como no la mereció hace diez años, donde por su propia voluntad salió de este cuerpo colegiado y no le aportó nada al Poder Legislativo”.
Remachó: “Y se trasladó a una empresa que hoy sigue investigando sus cochinadas, sus mugreros que han sido publicados, ése es su lugar. Por nosotros, pida licencia. ¡Nunca más regrese al Poder Legislativo!

Y cerró así:

“Es evidente que anda buscando con quién debatir, ya ni los de su partido quieren debatir con usted. Viene aquí a querer confundir y a salvar un honor que perdió hace muchos años: la dignidad del político; la honra de tener palabra; la capacidad de ver a sus hijos a la cara bajo la gestión honesta de la administración de su cargo”.

Pero Nava no quiso darle gusto a los priistas y, mientras se proponía una comisión especial para investigarlo, el aún líder nacional panista anunciaba en conferencia que no solicitaría licencia.

Revelaría, además, que si en el convenio no aparece que fue a cambio de la aprobación de los impuestos, fue porque el propio Peña Nieto así se lo pidió.

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