La educación como un árbol, hay que ir a la raíz (de los problemas) no a las ramas, menos a las hojas
Pedro Echeverría V.
1. Los sectores más conservadores y derechistas en México, con una concepción muy arraigada de clase dominante, han atribuido siempre a los profesores, a los niños y padres de familia la culpa esencial de los males educativos, aunque de paso critican al gobierno por no ejercer castigos severos contra educadores y educandos. Por su lado, la mayoría de los sectores progresistas han enfocado sus críticas contra el corrupto e incapaz gobierno que no le interesa corregir los males educativos y, generalmente, hacen una lista de los problemas de la educación dándole igual importancia a todos sin darse cuenta cuáles son los esenciales, los prioritarios y, por otro lado, cuáles son sólo los más visibles, los más espectaculares, que nublan la visión y entretienen mientras la clase en poder avanza con efectividad imponiéndonos sus objetivos, planes y programas.
2. Después de los grandes movimientos estudiantiles de 1968, en particular después de la Primavera de Praga, llegó a México el magnífico libre del filósofo activista checo Karel Kosik, “Dialéctica de los Concreto” que varios convertimos en libro básico de texto para los estudiantes de CCH/UNAM. Kosik enseñó que “La realidad se presenta al hombre como el campo en que ejerce su actividad práctico-utilitaria y sobre cuya base surge la intuición práctica inmediata de la realidad; con base a esta relación práctica el hombre forma sus representaciones con las que capta lo fenoménico, la práctica utilitaria de cada día crea "el pensamiento común" que es la forma ideológica del obrar de cada día. Pero el mundo que se revela en la práctica fetichada, en el traficar y manipular, no es el mundo real, aunque tenga la "consistencia" y la "validez" de este mundo, sino que es el "mundo de la apariencia" de la pseudoconcreción que es un claroscuro de verdad y engaño”.
3. Cuando pienso en los problemas educativos me doy cuenta que si me dedico a decir que los profesores deben cumplir con sus horarios, que la escuela debe estar siempre limpia, que los alumnos deben saludar al profesor, que deben cantar muy paraditos el himno nacional, que la cooperativa no debe defraudar, que se debe evitar que en la puerta no se venda comida chatarra, que los alumnos deben cortarse el cabello, que el recreo no debe prolongarse, etcétera, es hablar de las hojas o algunas débiles ramas que bloquean nuestra visión, que nos impiden ver los problemas esenciales. Explica Kosik que para descubrir la esencia de las cosas hay que realizar una actividad especial (investigar, meditar) -que muy pocos realizan- que separe el fenómeno de lo esencial para evitar que lo oculte. Las hojas ocultan las poderosas ramas, el tallo y la raíz.
4. Una frase de Kosik que recuerdo bien: “vivimos en el mundo de las apariencias”, es decir, sólo nos damos cuenta de lo que está cerca de nuestras narices, por ejemplo, que el designado por Calderón es un ignorante, que Esther Gordillo es la hija de Chuki, que los dirigentes sindicales reparten nuestras cuotas mensuales entre sus amantes, etcétera, y buscamos construir una educación que imparta bien sus clases, que las escuelas estén bien atendidas y limpias, que los profesores estén bien pagados y sean muy cumplidos, que egresen profesionistas muy capaces y educados, que los dirigentes sindicales cumplan muy bien con sus asociados, es decir, otra vez las hojas volverán a nublarnos la vista e impedir que vayamos a la raíz de problemas tales como: ¿Qué tipo de estudiantes y profesionistas estamos formando? ¿Qué país construimos, con qué ideología, planes y programas?
5. ¿Para qué jodidos queremos una maldita educación “muy eficiente”, con programas empresariales -para seguir enriqueciendo a unos cuantas familias y al mismo tiempo empobreciendo a la gran masa trabajadora- una educación muy organizada, con estudiantes bien educaditos, con sus corbatas y cabellos bien alineados, que salgan marchando como profesionistas bien preparados al servicio del capital? ¿En dónde quedaría el pensamiento reflexivo, crítico, la investigación libre y autogestiva que tanto nos recomendó Paulo Freire, el sacerdote brasileño que nos enseñó a combatir la “educación bancaria” donde los empresarios y el sistema capitalista depositan lo que quieren en la cabeza de los estudiantes mediante planes y programas bien planeados? Pareciera que mientras vemos las hojas se nos pierde la raíz de los problemas, la esencia.
6. La raíz de la educación no es dónde se imparte (la escuela), quién lo hace (el profesor) y de qué instrumentos se vale (metodologías, pedagogías, enciclomedias); estas son solamente la hojas y la ramas. La esencia es qué contenidos se imparten y por qué esos y no otros; para qué sirven, es decir, que objetivos se persiguen y qué tipo de estudiantes o profesionistas se quieren formar. Esto es lo que se llama la ideología de la política educativa que cada sexenio se oculta, se disimula o aparenta ser diferente cuando en realidad es la misma desde que al capitalismo domina en el país. Así de pronto contamos con estudiantes rebeldes porque son jóvenes que están en proceso de búsqueda y llegan a estar dispuestos a romper estructuras, pero una vez que obtienen sus títulos se convierten en los más domesticados por el sistema y puestos a servirlo.
7. Mientras el 99 por ciento de los profesionistas marcha como si fueran autómatas para ganarse el pan diario que les permita vivir, o mal vivir, junto a su también automatizada familia; mientras los abogados obedecen leyes injustas que no buscan cambiar, los médicos curan enfermedades sin importarles su origen, los ingenieros construyen para ganar dinero exclusivamente, y así los profesionistas todos, siguen viviendo las apariencias sin interesarse por conocer las esencias, es decir las raíces de los problemas, la clase dominante sigue diseminando su ideología como pensamiento único, es decir, como si fuera la única con valor. ¿Por qué también los sectores progresistas, sobre todo los profesores, dejamos que las hojas y las ramas nos entretengan para no ir a la raíz de los problemas que nos permitan conocer las esencias de las cosas? Para eso es estudio de Kosik, pero también de Freire, es fundamental.
8. Por eso los que luchen por transformar a fondo la educación capitalista en México tienen que ir a la raíz de los problemas. La CNTE lleva ya más de 30 años de vida y, aunque representa a más de 300 mil profesores del millón y medio cuyas cuotas controlan los líderes venales o charros, no ha podido erradicar el pensamiento o ideología individualista y arribista que domina en todo el magisterio. Más aún si llegáramos a expulsar de su madriguera a esa bola de dirigentes ladrones encabezados por la Gordillo, no cambiaríamos nada si el pensamiento de los profesores sigue manteniéndose en el mismo nivel. Por eso la batalla tiene que ser radical, de raíz, para que no se vuelva a repetir la experiencia nacional e internacional: cambiar algo para conservar toda la estructura de dominación.
1. Los sectores más conservadores y derechistas en México, con una concepción muy arraigada de clase dominante, han atribuido siempre a los profesores, a los niños y padres de familia la culpa esencial de los males educativos, aunque de paso critican al gobierno por no ejercer castigos severos contra educadores y educandos. Por su lado, la mayoría de los sectores progresistas han enfocado sus críticas contra el corrupto e incapaz gobierno que no le interesa corregir los males educativos y, generalmente, hacen una lista de los problemas de la educación dándole igual importancia a todos sin darse cuenta cuáles son los esenciales, los prioritarios y, por otro lado, cuáles son sólo los más visibles, los más espectaculares, que nublan la visión y entretienen mientras la clase en poder avanza con efectividad imponiéndonos sus objetivos, planes y programas.
2. Después de los grandes movimientos estudiantiles de 1968, en particular después de la Primavera de Praga, llegó a México el magnífico libre del filósofo activista checo Karel Kosik, “Dialéctica de los Concreto” que varios convertimos en libro básico de texto para los estudiantes de CCH/UNAM. Kosik enseñó que “La realidad se presenta al hombre como el campo en que ejerce su actividad práctico-utilitaria y sobre cuya base surge la intuición práctica inmediata de la realidad; con base a esta relación práctica el hombre forma sus representaciones con las que capta lo fenoménico, la práctica utilitaria de cada día crea "el pensamiento común" que es la forma ideológica del obrar de cada día. Pero el mundo que se revela en la práctica fetichada, en el traficar y manipular, no es el mundo real, aunque tenga la "consistencia" y la "validez" de este mundo, sino que es el "mundo de la apariencia" de la pseudoconcreción que es un claroscuro de verdad y engaño”.
3. Cuando pienso en los problemas educativos me doy cuenta que si me dedico a decir que los profesores deben cumplir con sus horarios, que la escuela debe estar siempre limpia, que los alumnos deben saludar al profesor, que deben cantar muy paraditos el himno nacional, que la cooperativa no debe defraudar, que se debe evitar que en la puerta no se venda comida chatarra, que los alumnos deben cortarse el cabello, que el recreo no debe prolongarse, etcétera, es hablar de las hojas o algunas débiles ramas que bloquean nuestra visión, que nos impiden ver los problemas esenciales. Explica Kosik que para descubrir la esencia de las cosas hay que realizar una actividad especial (investigar, meditar) -que muy pocos realizan- que separe el fenómeno de lo esencial para evitar que lo oculte. Las hojas ocultan las poderosas ramas, el tallo y la raíz.
4. Una frase de Kosik que recuerdo bien: “vivimos en el mundo de las apariencias”, es decir, sólo nos damos cuenta de lo que está cerca de nuestras narices, por ejemplo, que el designado por Calderón es un ignorante, que Esther Gordillo es la hija de Chuki, que los dirigentes sindicales reparten nuestras cuotas mensuales entre sus amantes, etcétera, y buscamos construir una educación que imparta bien sus clases, que las escuelas estén bien atendidas y limpias, que los profesores estén bien pagados y sean muy cumplidos, que egresen profesionistas muy capaces y educados, que los dirigentes sindicales cumplan muy bien con sus asociados, es decir, otra vez las hojas volverán a nublarnos la vista e impedir que vayamos a la raíz de problemas tales como: ¿Qué tipo de estudiantes y profesionistas estamos formando? ¿Qué país construimos, con qué ideología, planes y programas?
5. ¿Para qué jodidos queremos una maldita educación “muy eficiente”, con programas empresariales -para seguir enriqueciendo a unos cuantas familias y al mismo tiempo empobreciendo a la gran masa trabajadora- una educación muy organizada, con estudiantes bien educaditos, con sus corbatas y cabellos bien alineados, que salgan marchando como profesionistas bien preparados al servicio del capital? ¿En dónde quedaría el pensamiento reflexivo, crítico, la investigación libre y autogestiva que tanto nos recomendó Paulo Freire, el sacerdote brasileño que nos enseñó a combatir la “educación bancaria” donde los empresarios y el sistema capitalista depositan lo que quieren en la cabeza de los estudiantes mediante planes y programas bien planeados? Pareciera que mientras vemos las hojas se nos pierde la raíz de los problemas, la esencia.
6. La raíz de la educación no es dónde se imparte (la escuela), quién lo hace (el profesor) y de qué instrumentos se vale (metodologías, pedagogías, enciclomedias); estas son solamente la hojas y la ramas. La esencia es qué contenidos se imparten y por qué esos y no otros; para qué sirven, es decir, que objetivos se persiguen y qué tipo de estudiantes o profesionistas se quieren formar. Esto es lo que se llama la ideología de la política educativa que cada sexenio se oculta, se disimula o aparenta ser diferente cuando en realidad es la misma desde que al capitalismo domina en el país. Así de pronto contamos con estudiantes rebeldes porque son jóvenes que están en proceso de búsqueda y llegan a estar dispuestos a romper estructuras, pero una vez que obtienen sus títulos se convierten en los más domesticados por el sistema y puestos a servirlo.
7. Mientras el 99 por ciento de los profesionistas marcha como si fueran autómatas para ganarse el pan diario que les permita vivir, o mal vivir, junto a su también automatizada familia; mientras los abogados obedecen leyes injustas que no buscan cambiar, los médicos curan enfermedades sin importarles su origen, los ingenieros construyen para ganar dinero exclusivamente, y así los profesionistas todos, siguen viviendo las apariencias sin interesarse por conocer las esencias, es decir las raíces de los problemas, la clase dominante sigue diseminando su ideología como pensamiento único, es decir, como si fuera la única con valor. ¿Por qué también los sectores progresistas, sobre todo los profesores, dejamos que las hojas y las ramas nos entretengan para no ir a la raíz de los problemas que nos permitan conocer las esencias de las cosas? Para eso es estudio de Kosik, pero también de Freire, es fundamental.
8. Por eso los que luchen por transformar a fondo la educación capitalista en México tienen que ir a la raíz de los problemas. La CNTE lleva ya más de 30 años de vida y, aunque representa a más de 300 mil profesores del millón y medio cuyas cuotas controlan los líderes venales o charros, no ha podido erradicar el pensamiento o ideología individualista y arribista que domina en todo el magisterio. Más aún si llegáramos a expulsar de su madriguera a esa bola de dirigentes ladrones encabezados por la Gordillo, no cambiaríamos nada si el pensamiento de los profesores sigue manteniéndose en el mismo nivel. Por eso la batalla tiene que ser radical, de raíz, para que no se vuelva a repetir la experiencia nacional e internacional: cambiar algo para conservar toda la estructura de dominación.
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