¿Ya se arreglaron Bours y Padrés en Sonora?

Álvaro Cepeda Neri

No cabe la menor duda que la impunidad, el empobrecimiento masivo y el desempleo, con la sangrienta y creciente inseguridad, son consecuencia de las incapacidades del mal gobierno federal, que agobian y desesperan a la nación con sus 109 millones de mexicanos, de los cuales al menos cinco millones están dispuestos a tomar medidas más radicales que las peticiones, las manifestaciones y protestas (huelga de hambre, no pago de impuestos, huelga para la desobediencia civil) y los rumores crecen en el sentido de que para 2010, pueden haber estallidos de violencia social, la cual ya se manifiesta en el activismo guerrillero.

La impunidad es algo contra lo cual la impotencia de los mexicanos, pacíficamente, nada puede hacer. En las élites de los gobernantes se encubren priístas y panistas con perredistas (en Zacatecas el desgobierno de Amalia García, su hija y sus cómplices), al grado de que ni las llamadas alternancias, como la de Padrés por Bours en Sonora, sólo han creado frustraciones entre los ciudadanos que votaron por quitarse de encima al déspota de Bours y concederle el beneficio de la duda al panista Guillermo Padrés Elías.

Éste habría recibido la “oferta” de Bours de “arreglarle” asuntos en el Congreso local con su mayoría de diputados priistas y del Panal e incluso con legisladores perredistas, pues asegura que los controla al viejo estilo de la corrupción mediante sobornos y haberles favorecido sus candidaturas y victorias.

No se puede explicar de otra manera, el arreglo entre Bours y Padrés, que en el siniestro incendio de la guardería, en Hermosillo, donde murieron quemados o a consecuencia de esas llamas infernales 49 niños y 100 más han quedado deformados por las quemaduras, sin que la PGR, ni el IMSS (de Molinar Horcasitas al hipócrita de Káram cuando éste lloró nada más de imaginar que sus hijos hubieran estado en esa guardería) ni la Suprema Corte ni Calderón, hayan hecho nada para llevar a los tribunales a los presuntos responsables de esos 49 homicidios culposos.

Y a pesar de que Padrés al obtener el triunfo electoral y tomar posesión, se comprometió a ejercer sus facultades, hasta la fecha transcurridos ya dos meses, se ha mantenido indiferente.

Los familiares de los 49 niños calcinados han realizado la enésima marcha, tanto en la capital del país como en la capital sonorense. Y nada. Absolutamente nada. Y es que las marchas, protestas y peticiones de nada sirven ante los gobernantes con su cinismo. Un par de cínicos son Bours quien ya festina que nada le harán, cuando al menos debe ser llevado a juicio político y luego penal (incluso civil para indemnizar a los deudos con su fortuna mal habida y de su empresa Bachoco), el otro es Padrés (quien endeudado por sus excesivos gastos de campaña) al parecer le llegaron al precio y guarda silencio cómplice. Ya algunos sonorenses plantean la renuncia del panista Padrés, pues su indiferencia está llevando a la impunidad a Bours, en el juego tenebroso del PAN con una fracción del PRI para mutuamente encubrirse.

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