A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce
• ¿Y la revocación de mandato, apá?
• Señales sinaloenses
El error tiene su lógica, mi estimado, lo mismo que la verdad. Interesante el manejo del timing presidencial para mandar su mezcla de refrito, perdón, decálogo para la tan mentada reforma política que hace varias lunas encabeza el PRI por medio del poderoso senador Manlio Fabio Beltrones, quien desde la época dorada de Juan Camilo Mouriño ya venía desarrollando.
Sin duda que Felipe Calderón, urgido de matizar el saldo negativo de los recientes misiles de las calificadoras —cuyo diagnóstico minimizó Agustín Carstens, responsable directo del tiradero económico— degradando la credibilidad y el vanagloriado blindaje del barco de gran calado, decidió enviar una extraña ensalada con ingredientes tricolores, amarillos y azules dejando fuera la más importante que es la revocación del mandato. La figura jurídica, my friend, que desata las pasiones, la resistencia y el simpático pánico en varias cúpulas de los partidos políticos que no han recibido con mucho ánimo las propuestas del inquilino de Los Pinos… que se aventó (sin flotis) a lo hondo de la alberca del haiga sido como haiga sido, proponiendo la segunda vuelta para la elección presidencial.
El exótico coctelito trae asimismo un simpático tufo para pintarle una sugestiva raya (al PRI) al Congreso, además de la palabra prohibida: reelección.
El atractivo caso, mi estimado, es que no hay nada más sano en el arte de la política y de gobernar que la reelección... pero en países donde existe una democracia avanzada, en lugares donde se aplica el Estado de Derecho, en naciones donde se respeta el sufragio, en metrópolis donde se aplica la transparencia, en potencias donde existe la rendición de cuentas y en regiones donde hay consecuencias para la impunidad y la corrupción, ¿no le parece…?
Porque hablar de reelección en un país como México con tanto botón de monumentales excesos donde un original puñado de (rateros) personajes de la política entran a escena con las manos vacías y se van, literalmente, con las manos llenas, sin que se les pueda aplicar, ya no digamos la ley a secas, sino una pequeña dosis de transparencia, hablar de reelección es una apuesta riesgosa sin mencionar las lecciones de sangre inscritas en la Historia mexicana.
Abrir el majestuoso debate para cerrar el accidentado año no abona el terreno para la voluntad de los puentes políticos, sino más bien despliega una neblina navideña que distrae los temas fundamentales por los que atraviesa este (des)gobierno.
Y sin duda en el Top Three sigue brillando (pero por la ausencia de una estrategia) el de la (in)seguridad pública, donde la saña de la organizada delincuencia alcanza niveles insospechados de violencia y desafío justo cuando el gobierno de los Estados Unidos entrega gadgets y modernos helicópteros Bell a nuestras fuerzas armadas —básicamente para la transportación de elementos militares a cualquier zona del país en tiempo record— en el marco de la cooperación bilateral en la mal llamada guerra contra el narcotráfico y la mentada Iniciativa Mérida.
En la maravillosa ceremonia en el hangar de la SDN, el intercambio de guiños y piropos entre militares de ambos países esboza una delgada línea (roja) en la cadena de mando. De tal manera que el sello del intercambio de información delicada, sensible y confidencial es exclusiva de fuerzas armadas dejando fuera el tiradero civil que priva en… la otra policía cuyo titular presume fierros, pantallas, espejitos y pirotecnia confundiendo la magnesia con la gimnasia.
Aunque para confusiones y señales nada como las dirigidas recientemente en la tierra de Aguilar Padilla, donde la sucesión tricolor se pone de… fotografía, yes?
Sobre todo cuando apareció la estupenda imagen del alcalde de Culiacán (Reforma), Jesús Vizcarra, delfín del actual gobernador de Sinaloa, departiendo con traviesos personajes, luego entonces previo el día de su Informe hubo ágiles movilizaciones de nuestras fuerzas armadas para sellar con el broche de un cateo ayer en exclusivo fraccionamiento en el cual se ubica el domicilio surprise!... del alcalde.
La cándida duda es si las lacritas tricolores, el curiosamente obstinado gobernador y Sor Beatriz Paredes ya le midieron el agua electoral a estos camotes que en escasos días han recibido extrañas indicaciones verde olivo del futuro panorama.
A menos, claro, que la solución de este problemita y el poderoso interés, my friend, esté, concretamente, fuera de su alcance lo que desencadenará una descomunal violencia entre the usual cartel suspects…
¿Vamos bien o me regreso…?
• ¿Y la revocación de mandato, apá?
• Señales sinaloenses
El error tiene su lógica, mi estimado, lo mismo que la verdad. Interesante el manejo del timing presidencial para mandar su mezcla de refrito, perdón, decálogo para la tan mentada reforma política que hace varias lunas encabeza el PRI por medio del poderoso senador Manlio Fabio Beltrones, quien desde la época dorada de Juan Camilo Mouriño ya venía desarrollando.
Sin duda que Felipe Calderón, urgido de matizar el saldo negativo de los recientes misiles de las calificadoras —cuyo diagnóstico minimizó Agustín Carstens, responsable directo del tiradero económico— degradando la credibilidad y el vanagloriado blindaje del barco de gran calado, decidió enviar una extraña ensalada con ingredientes tricolores, amarillos y azules dejando fuera la más importante que es la revocación del mandato. La figura jurídica, my friend, que desata las pasiones, la resistencia y el simpático pánico en varias cúpulas de los partidos políticos que no han recibido con mucho ánimo las propuestas del inquilino de Los Pinos… que se aventó (sin flotis) a lo hondo de la alberca del haiga sido como haiga sido, proponiendo la segunda vuelta para la elección presidencial.
El exótico coctelito trae asimismo un simpático tufo para pintarle una sugestiva raya (al PRI) al Congreso, además de la palabra prohibida: reelección.
El atractivo caso, mi estimado, es que no hay nada más sano en el arte de la política y de gobernar que la reelección... pero en países donde existe una democracia avanzada, en lugares donde se aplica el Estado de Derecho, en naciones donde se respeta el sufragio, en metrópolis donde se aplica la transparencia, en potencias donde existe la rendición de cuentas y en regiones donde hay consecuencias para la impunidad y la corrupción, ¿no le parece…?
Porque hablar de reelección en un país como México con tanto botón de monumentales excesos donde un original puñado de (rateros) personajes de la política entran a escena con las manos vacías y se van, literalmente, con las manos llenas, sin que se les pueda aplicar, ya no digamos la ley a secas, sino una pequeña dosis de transparencia, hablar de reelección es una apuesta riesgosa sin mencionar las lecciones de sangre inscritas en la Historia mexicana.
Abrir el majestuoso debate para cerrar el accidentado año no abona el terreno para la voluntad de los puentes políticos, sino más bien despliega una neblina navideña que distrae los temas fundamentales por los que atraviesa este (des)gobierno.
Y sin duda en el Top Three sigue brillando (pero por la ausencia de una estrategia) el de la (in)seguridad pública, donde la saña de la organizada delincuencia alcanza niveles insospechados de violencia y desafío justo cuando el gobierno de los Estados Unidos entrega gadgets y modernos helicópteros Bell a nuestras fuerzas armadas —básicamente para la transportación de elementos militares a cualquier zona del país en tiempo record— en el marco de la cooperación bilateral en la mal llamada guerra contra el narcotráfico y la mentada Iniciativa Mérida.
En la maravillosa ceremonia en el hangar de la SDN, el intercambio de guiños y piropos entre militares de ambos países esboza una delgada línea (roja) en la cadena de mando. De tal manera que el sello del intercambio de información delicada, sensible y confidencial es exclusiva de fuerzas armadas dejando fuera el tiradero civil que priva en… la otra policía cuyo titular presume fierros, pantallas, espejitos y pirotecnia confundiendo la magnesia con la gimnasia.
Aunque para confusiones y señales nada como las dirigidas recientemente en la tierra de Aguilar Padilla, donde la sucesión tricolor se pone de… fotografía, yes?
Sobre todo cuando apareció la estupenda imagen del alcalde de Culiacán (Reforma), Jesús Vizcarra, delfín del actual gobernador de Sinaloa, departiendo con traviesos personajes, luego entonces previo el día de su Informe hubo ágiles movilizaciones de nuestras fuerzas armadas para sellar con el broche de un cateo ayer en exclusivo fraccionamiento en el cual se ubica el domicilio surprise!... del alcalde.
La cándida duda es si las lacritas tricolores, el curiosamente obstinado gobernador y Sor Beatriz Paredes ya le midieron el agua electoral a estos camotes que en escasos días han recibido extrañas indicaciones verde olivo del futuro panorama.
A menos, claro, que la solución de este problemita y el poderoso interés, my friend, esté, concretamente, fuera de su alcance lo que desencadenará una descomunal violencia entre the usual cartel suspects…
¿Vamos bien o me regreso…?
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