El usurpador Felipe Calderón ordenó en junio al Embajador de México en Honduras, Tarcisio Navarrete, retirarse y abandonar ese país.
El presidente destituido, Manuel Zelaya, había planteado ante el seno del Grupo de Río que varias naciones habían ya seguido el mismo paso que adoptó el presidente espurio mexicano.
En su calidad de secretario pro tempore del Grupo de Río, Felipe Calderón condenó el golpe militar en Honduras y exigió el inmediato retorno al poder de Zelaya. De seguro se mordió la lengua porque él también es producto de un golpe de Estado, se impusó como Micheletti sin el respaldo del pueblo.
El presidente destituido, Manuel Zelaya, había planteado ante el seno del Grupo de Río que varias naciones habían ya seguido el mismo paso que adoptó el presidente espurio mexicano.
En su calidad de secretario pro tempore del Grupo de Río, Felipe Calderón condenó el golpe militar en Honduras y exigió el inmediato retorno al poder de Zelaya. De seguro se mordió la lengua porque él también es producto de un golpe de Estado, se impusó como Micheletti sin el respaldo del pueblo.
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