Y eso que los números exactos nadie los tiene a la fecha, pero basta recorrer el país -al estilo pejiano- para darnos cuenta de que esto se da y fuerte, la pobreza extrema aumenta en México.
En los primeros dos años de la disque administración de Felipe Calderón, la proporción de mexicanos que vive en situación de pobreza extrema se incrementó 4.4 por ciento, de acuerdo con un reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
De acuerdo a los resultados de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), difundidos en julio de 2009, el organismo concluyó que el porcentaje de personas en pobreza alimentaria aumentó de 13.8 a 18.2 por ciento entre 2006 y 2008.
Los afectados pasaron de 14.4 millones a 19.5.
"Es considerado pobre alimentario quien tiene un ingreso mensual per cápita total menor de 949 pesos en el área urbana y de 707 pesos en el área rural. Cualquier ingreso inferior a esa cantidad se considera insuficiente para adquirir una mínima canasta alimentaria, aun si se destinaran todos los ingresos nada más que a ese propósito", explicó.
La pobreza de capacidades -sin recursos para salud y educación- pasó de 24.7 a 25.1 por ciento, esto es de 21.6 a 26.7 millones de mexicanos.
La pobreza de patrimonio -sin recursos para satisfacer necesidades de vivienda, vestido y transporte, entre otros- pasó de 42.6 a 47.4 por ciento, es decir de 44.7 a 50.6 millones de personas.
El retroceso ubica al país en el mismo nivel de pobreza que tenía en 2005.
La pobreza por ingresos a nivel nacional en todos sus niveles, concluyó el Coneval, muestra un incremento entre 2006 y 2008.
"Las estimaciones de pobreza del año 2008 reflejan el inicio de la situación económica adversa a nivel internacional y nacional", alertó.
El organismo destacó que en los últimos 16 años la pobreza alimentaria se redujo a un ritmo de 0.2 por ciento anual, aunque reconoció que en términos absolutos se ha incrementado el número de mexicanos que viven en esa condición.
Aun cuando los avances y logros de los programas sociales han permitido ampliar los servicios de salud, de educación, de alimentación y de vivienda, remarcó el Coneval, la pobreza por ingresos sigue siendo elevada en México.
"El incremento en el número de personas pobres deberá ser un elemento de particular atención en la evaluación de las políticas públicas de desarrollo social", indicó.
Servicios
Entre 2006 y 2008 los hogares sin servicios básicos aumentaron tanto a nivel nacional como en los sectores más pobres.
De acuerdo con los cálculos del Coneval, los hogares que no cuentan con energía eléctrica pasaron de 0.9 por ciento en 2006 a 1.1 en 2008 y los que no disponen de agua entubada de 9.8 a 11.3 por ciento.
En el caso de los hogares más pobres del país la carencia de energía eléctrica aumentó de 3.1 a 3.2 por ciento y la de agua entubada de 23 a 25.4 por ciento.
En cuanto al acceso al teléfono también hubo retrocesos. A nivel nacional, los hogares sin el servicio pasaron de 48.8 a 52.2 por ciento y en el 20 por ciento más pobre de 80.7 a 81.7 por ciento.
En los primeros dos años de la disque administración de Felipe Calderón, la proporción de mexicanos que vive en situación de pobreza extrema se incrementó 4.4 por ciento, de acuerdo con un reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
De acuerdo a los resultados de la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), difundidos en julio de 2009, el organismo concluyó que el porcentaje de personas en pobreza alimentaria aumentó de 13.8 a 18.2 por ciento entre 2006 y 2008.
Los afectados pasaron de 14.4 millones a 19.5.
"Es considerado pobre alimentario quien tiene un ingreso mensual per cápita total menor de 949 pesos en el área urbana y de 707 pesos en el área rural. Cualquier ingreso inferior a esa cantidad se considera insuficiente para adquirir una mínima canasta alimentaria, aun si se destinaran todos los ingresos nada más que a ese propósito", explicó.
La pobreza de capacidades -sin recursos para salud y educación- pasó de 24.7 a 25.1 por ciento, esto es de 21.6 a 26.7 millones de mexicanos.
La pobreza de patrimonio -sin recursos para satisfacer necesidades de vivienda, vestido y transporte, entre otros- pasó de 42.6 a 47.4 por ciento, es decir de 44.7 a 50.6 millones de personas.
El retroceso ubica al país en el mismo nivel de pobreza que tenía en 2005.
La pobreza por ingresos a nivel nacional en todos sus niveles, concluyó el Coneval, muestra un incremento entre 2006 y 2008.
"Las estimaciones de pobreza del año 2008 reflejan el inicio de la situación económica adversa a nivel internacional y nacional", alertó.
El organismo destacó que en los últimos 16 años la pobreza alimentaria se redujo a un ritmo de 0.2 por ciento anual, aunque reconoció que en términos absolutos se ha incrementado el número de mexicanos que viven en esa condición.
Aun cuando los avances y logros de los programas sociales han permitido ampliar los servicios de salud, de educación, de alimentación y de vivienda, remarcó el Coneval, la pobreza por ingresos sigue siendo elevada en México.
"El incremento en el número de personas pobres deberá ser un elemento de particular atención en la evaluación de las políticas públicas de desarrollo social", indicó.
Servicios
Entre 2006 y 2008 los hogares sin servicios básicos aumentaron tanto a nivel nacional como en los sectores más pobres.
De acuerdo con los cálculos del Coneval, los hogares que no cuentan con energía eléctrica pasaron de 0.9 por ciento en 2006 a 1.1 en 2008 y los que no disponen de agua entubada de 9.8 a 11.3 por ciento.
En el caso de los hogares más pobres del país la carencia de energía eléctrica aumentó de 3.1 a 3.2 por ciento y la de agua entubada de 23 a 25.4 por ciento.
En cuanto al acceso al teléfono también hubo retrocesos. A nivel nacional, los hogares sin el servicio pasaron de 48.8 a 52.2 por ciento y en el 20 por ciento más pobre de 80.7 a 81.7 por ciento.
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