Teodoro Rentería Arróyave
Siempre hemos sostenido y así lo hemos escrito en forma reiterada en este Comentario a Tiempo, que la única vía que tenemos los mexicanos para superar toda disputa por difícil que sea, es el análisis en la discusión y la mesa de negociaciones y para esa distención, nada como el deporte.
Es posible que sorprenda la segunda de las aseveraciones, de ninguna manera, nuevamente asistimos al partido anual de beisbol entre los equipos que forman Los Legisladores y El Ejecutivo y que organiza con especial atingencia el legislador Joel Ayala Almeida, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, FSTSE, en el Club deportivo que tienen por el rumbo del sur de la ciudad de México, en Tlalpam.
Para ser precisos, aunque así se designen, los equipos los integran priístas en Los Legisladores y panistas en El ejecutivo. En esta ocasión el anfitrión fue el gobernador de Sinaloa, el tricolor Jesús Aguilar Padilla, quien por cierto es un estupendo pitcher.
Respetados lectores y radioescuchas ¿se pueden imaginar ustedes en franca camaradería al bate a Agustín Cartens Cartens y Ernesto Cordero flamantes gobernador del Banco de México y secretario de Hacienda y Crédito Público, respectivamente?
O bien ¿tirando desde el montículo poderosas rectas y ponchadoras curvas al jefe del Ejecutivo Sinaloense, coachanado a su equipo con buenas precisiones a Manlio Fabio Beltrones, líder de la bancada del Revolucionario Institucional y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y al propio Joel Ayala?
Todo eso ocurrió la mañana y tarde de este sábado 19, en un encuentro que se dio por terminado al cierre de la octava entrada, cuando los locales –priístas-, empataron el encuentro tras vaciar con un roletazo las tres bases y empatar el partido a 15 carreras.
Queremos destacar, con la incipiente crónica, para nada somos expertos en deportes, que esta iniciativa de Ayala Almeida que ya lleva algunos años, sirve para distender los ánimos y permite la convivencia sana.
Si la práctica del deporte la aconsejan médicos y expertos no sólo como una forma de fortalecer el cuerpo y el espíritu, en estas oportunidades sirve para que los funcionarios fortalezcan amistades y alianzas en bien del pueblo que en última instancia es lo primordial y su fundamental compromiso.
Por cierto ahí estuvieron a invitación del periodismo organizado que encabezamos Raúl Gómez Espinosa, presidente del Club Primera Plana y el autor con la representación de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX y la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, el médico del deporte, cardiólogo Ricardo Escandón y el medallista olímpico, Carlos Mercenario, quienes están implementando un moderno sistema para todo el que quiera mejorar su salud: el galeno diagnostica e índica tratamiento y el marchista, en base a la investigación médica, plantea los ejercicios.
En fin, una jornada política deportiva donde se probó que todo es posible en la distención, en la amistad y la buena voluntad entre los mexicanos. El deporte funciona.
Siempre hemos sostenido y así lo hemos escrito en forma reiterada en este Comentario a Tiempo, que la única vía que tenemos los mexicanos para superar toda disputa por difícil que sea, es el análisis en la discusión y la mesa de negociaciones y para esa distención, nada como el deporte.
Es posible que sorprenda la segunda de las aseveraciones, de ninguna manera, nuevamente asistimos al partido anual de beisbol entre los equipos que forman Los Legisladores y El Ejecutivo y que organiza con especial atingencia el legislador Joel Ayala Almeida, presidente de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado, FSTSE, en el Club deportivo que tienen por el rumbo del sur de la ciudad de México, en Tlalpam.
Para ser precisos, aunque así se designen, los equipos los integran priístas en Los Legisladores y panistas en El ejecutivo. En esta ocasión el anfitrión fue el gobernador de Sinaloa, el tricolor Jesús Aguilar Padilla, quien por cierto es un estupendo pitcher.
Respetados lectores y radioescuchas ¿se pueden imaginar ustedes en franca camaradería al bate a Agustín Cartens Cartens y Ernesto Cordero flamantes gobernador del Banco de México y secretario de Hacienda y Crédito Público, respectivamente?
O bien ¿tirando desde el montículo poderosas rectas y ponchadoras curvas al jefe del Ejecutivo Sinaloense, coachanado a su equipo con buenas precisiones a Manlio Fabio Beltrones, líder de la bancada del Revolucionario Institucional y presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y al propio Joel Ayala?
Todo eso ocurrió la mañana y tarde de este sábado 19, en un encuentro que se dio por terminado al cierre de la octava entrada, cuando los locales –priístas-, empataron el encuentro tras vaciar con un roletazo las tres bases y empatar el partido a 15 carreras.
Queremos destacar, con la incipiente crónica, para nada somos expertos en deportes, que esta iniciativa de Ayala Almeida que ya lleva algunos años, sirve para distender los ánimos y permite la convivencia sana.
Si la práctica del deporte la aconsejan médicos y expertos no sólo como una forma de fortalecer el cuerpo y el espíritu, en estas oportunidades sirve para que los funcionarios fortalezcan amistades y alianzas en bien del pueblo que en última instancia es lo primordial y su fundamental compromiso.
Por cierto ahí estuvieron a invitación del periodismo organizado que encabezamos Raúl Gómez Espinosa, presidente del Club Primera Plana y el autor con la representación de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX y la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP, el médico del deporte, cardiólogo Ricardo Escandón y el medallista olímpico, Carlos Mercenario, quienes están implementando un moderno sistema para todo el que quiera mejorar su salud: el galeno diagnostica e índica tratamiento y el marchista, en base a la investigación médica, plantea los ejercicios.
En fin, una jornada política deportiva donde se probó que todo es posible en la distención, en la amistad y la buena voluntad entre los mexicanos. El deporte funciona.
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