EU, "decepcionado" del Congreso de Honduras: funcionario del Departamento de Estado.
Reuters
Tegucijalpa. El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, dijo que la democracia de su país murió cuando el Congreso rechazó restituirlo el miércoles, en una votación que desilusionó a Estados Unidos, el mayor socio comercial del país centroamericano.
"La democracia hondureña ha muerto lamentablemente", dijo el jueves Zelaya a la local Radio Globo, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde que regresó clandestinamente a su país a fines de septiembre.
"Hago un llamado al pueblo a que se mantenga en la lucha, a que se mantenga en la resistencia, hago un llamado al pueblo para que derroquemos esta dictadura de cualquier manera", agregó el presidente cosntitucional.
"Esta resolución a mí no me despoja de mi cargo. Yo sigo siendo el presidente de Honduras", dijo Zelaya sobre la votación del Congreso.
Un funcionario del Departamento de Estado estadunidense dijo que Estados Unidos estaba "decepcionado" por la decisión del Congreso de no permitir el regreso de Zelaya para terminar su mandato a fines de enero, un reclamo de casi toda la comunidad internacional.
El parlamento cerró el camino para el retorno de Zelaya, al ratificar un decreto con el que destituyeron al mandatario poco después de que fuera expulsado por militares del país el 28 de junio. Zelaya llamó el jueves a los hondureños a derrocar al gobierno de facto que lo sucedió tras el golpe de Estado.
El voto del Congreso era parte de un acuerdo firmado en octubre entre Zelaya y el gobierno de facto de Roberto Micheletti, auspiciado por Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que buscaba una salida a la crisis que mantiene dividido al empobrecido país centroamericano.
Reuters
Tegucijalpa. El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, dijo que la democracia de su país murió cuando el Congreso rechazó restituirlo el miércoles, en una votación que desilusionó a Estados Unidos, el mayor socio comercial del país centroamericano.
"La democracia hondureña ha muerto lamentablemente", dijo el jueves Zelaya a la local Radio Globo, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa desde que regresó clandestinamente a su país a fines de septiembre.
"Hago un llamado al pueblo a que se mantenga en la lucha, a que se mantenga en la resistencia, hago un llamado al pueblo para que derroquemos esta dictadura de cualquier manera", agregó el presidente cosntitucional.
"Esta resolución a mí no me despoja de mi cargo. Yo sigo siendo el presidente de Honduras", dijo Zelaya sobre la votación del Congreso.
Un funcionario del Departamento de Estado estadunidense dijo que Estados Unidos estaba "decepcionado" por la decisión del Congreso de no permitir el regreso de Zelaya para terminar su mandato a fines de enero, un reclamo de casi toda la comunidad internacional.
El parlamento cerró el camino para el retorno de Zelaya, al ratificar un decreto con el que destituyeron al mandatario poco después de que fuera expulsado por militares del país el 28 de junio. Zelaya llamó el jueves a los hondureños a derrocar al gobierno de facto que lo sucedió tras el golpe de Estado.
El voto del Congreso era parte de un acuerdo firmado en octubre entre Zelaya y el gobierno de facto de Roberto Micheletti, auspiciado por Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA), que buscaba una salida a la crisis que mantiene dividido al empobrecido país centroamericano.
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