La magna cuesta 5 centavos más y el diesel 13 centavos más; se espera un incremento generalizado en alimentos, bienes y servicios
Marco Antonio Durán / El Periódico
Sin previo aviso y con falta de sensibilidad y tacto ante la crítica situación que viven los mexicanos por la crisis económica, el gobierno federal decidió aumentar los precios de la gasolina magna en 5 centavos al fijar el litro en 7.77 pesos a partir del sábado, mientras que el diesel pasó de 8.03 pesos a 8.16 pesos, con un incremento de 13 centavos.
Los precios de la gasolina se mantuvieron fijos a lo largo de 2009: 7.7 pesos la magna y 9.57 pesos la premium, pero el diesel ha aumentado 83 centavos durante el año, al pasar de 7.33 pesos el litro a 8.16; en total con 12 aumentos o un desliz promedio de 10 centavos mensuales.
El sábado, sin dar aviso a los sectores productivos, políticos y sociales con los que se firmó el Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo el 7 de enero de este año, el gobierno inició la escalada de aumentos.
Con este rompimiento, se teme que comience el aumento generalizado en alimentos, bienes y servicios, pues el ponderador de los combustibles es de los más altos dentro de la inflación.
Y es que de acuerdo con Banco de México, los combustibles en el proceso productivo, es decir dentro de los productores o fabricantes significa un fuerte gasto, pues las compras de combustibles para el transporte de su mercancías representan un costo dentro del proceso de 6 por ciento, esto es, 4 por ciento en gasolinas y 2 por ciento en diesel.
Desde luego son costos que no absorbe el productor, sino que se trasladan a los consumidores finales, es decir, a las mercancías que se venden al público. Pero además, el transporte público y foráneo también tiende a trasladar los aumentos a los pasajeros, y de acuerdo con los indicadores del banco central esto significa, el 13 por ciento en promedio del gasto de las familias.
De lo anterior se deduce que para compensar los aumentos en los combustibles, todas las mercancías, bienes y servicios sufrirán un ajuste con cargo a los consumidores, afectando su situación económica y reduciendo su poder de compra.
Aunque ya de por sí los alimentos muestran un fuerte aumento, el azúcar de 80 por ciento, la carne, los cigarros, el alcohol, los cereales, jabones, champúes, refrescos, pan de caja, aparatos eléctricos y electrónicos, verduras, latas, en fin, sólo basta darse una vuelta por los tiendas de autoservicio y departamentales para ver cómo los intermediarios han abusado con el consentimiento de la autoridad de la población, con aumento en los alimentos principalmente que van desde del 5 al 40 por ciento.
Ajustarán inflación
Apenas el viernes en las expectativas de los analistas que consulta el Banco de México esperaban que la inflación en 2009 sería de 3.81 por ciento anualizada y para 2010 de 5.04 por ciento, sin embargo con el aumento a la gasolina y la cadena que esto genera en los precios, seguramente ajustarán su previsiones a un nivel más alto.
Lo anterior al considerar que en el último informe sobre política monetaria que dio a conocer el Banco de México no se contemplo el alza en los bienes administrados y concertados, esto es el aumento en el precio de lo servicios que ofrece el estado como la venta de combustible, y energía eléctrica.
El dato
Banxico calculó la inflación para 2010 entre 4.75 y 5.25 por ciento en supuestos sobre la evolución de un desliz de las gasolinas magna y premium de 6 y 4 centavos el litro mensual.
El número
80 por ciento aumentó el azúcar en lo que va del año y se estima un nuevo incremento
13 por ciento destinan de su gasto las familias en promedio para transportes
Ni Santaclós se salva
El hombre disfrazado de Santaclós espera en vano que alguien se acerque a tomar una fotografía. Nadie se detiene a preguntar por la imagen de 35 pesos con el hombre de rojo apostado en la puerta del Wall Mart de Avenida Universidad. La gente que pasa busca aprovechar al máximo el descuento que la tienda ofrece este sábado: bonificación en efectivo del IVA en todas las compras.
Ese es el motivo por el que los clientes deben formarse más de dos horas para pagar. Pero algo es evidente en los tumultos de este triste invierno mexicano: pese al tentador descuento, los carritos no van abarrotados.
Es 19 de diciembre de 2009, el año del “catarrito” mexicano. A unos pasos del Wall Mart, Plaza Universidad tiene imágenes sorprendentes: las salas del cine a la mitad de su capacidad y algunos locales simplemente están vacíos. Ni siquiera para la foto gratis con Lonely Toons que promueve Telcel hay largas filas.
Según el INEGI, las ventas menudeo o al consumo –que son las que mantiene a una economía en crisis–, cayeron en forma consecutiva 12 meses. Un promedio de 4.6 por ciento. Los últimos datos de las tiendas departamentales reflejan una caída de 10 meses, sobre todo de ropa y calzado.
Y el gasto de los mexicanos en esparcimiento se ha reducido durante los últimos 18 meses a una tasa mensual de 6 por ciento.
Marco Antonio Durán / El Periódico
Sin previo aviso y con falta de sensibilidad y tacto ante la crítica situación que viven los mexicanos por la crisis económica, el gobierno federal decidió aumentar los precios de la gasolina magna en 5 centavos al fijar el litro en 7.77 pesos a partir del sábado, mientras que el diesel pasó de 8.03 pesos a 8.16 pesos, con un incremento de 13 centavos.
Los precios de la gasolina se mantuvieron fijos a lo largo de 2009: 7.7 pesos la magna y 9.57 pesos la premium, pero el diesel ha aumentado 83 centavos durante el año, al pasar de 7.33 pesos el litro a 8.16; en total con 12 aumentos o un desliz promedio de 10 centavos mensuales.
El sábado, sin dar aviso a los sectores productivos, políticos y sociales con los que se firmó el Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y el Empleo el 7 de enero de este año, el gobierno inició la escalada de aumentos.
Con este rompimiento, se teme que comience el aumento generalizado en alimentos, bienes y servicios, pues el ponderador de los combustibles es de los más altos dentro de la inflación.
Y es que de acuerdo con Banco de México, los combustibles en el proceso productivo, es decir dentro de los productores o fabricantes significa un fuerte gasto, pues las compras de combustibles para el transporte de su mercancías representan un costo dentro del proceso de 6 por ciento, esto es, 4 por ciento en gasolinas y 2 por ciento en diesel.
Desde luego son costos que no absorbe el productor, sino que se trasladan a los consumidores finales, es decir, a las mercancías que se venden al público. Pero además, el transporte público y foráneo también tiende a trasladar los aumentos a los pasajeros, y de acuerdo con los indicadores del banco central esto significa, el 13 por ciento en promedio del gasto de las familias.
De lo anterior se deduce que para compensar los aumentos en los combustibles, todas las mercancías, bienes y servicios sufrirán un ajuste con cargo a los consumidores, afectando su situación económica y reduciendo su poder de compra.
Aunque ya de por sí los alimentos muestran un fuerte aumento, el azúcar de 80 por ciento, la carne, los cigarros, el alcohol, los cereales, jabones, champúes, refrescos, pan de caja, aparatos eléctricos y electrónicos, verduras, latas, en fin, sólo basta darse una vuelta por los tiendas de autoservicio y departamentales para ver cómo los intermediarios han abusado con el consentimiento de la autoridad de la población, con aumento en los alimentos principalmente que van desde del 5 al 40 por ciento.
Ajustarán inflación
Apenas el viernes en las expectativas de los analistas que consulta el Banco de México esperaban que la inflación en 2009 sería de 3.81 por ciento anualizada y para 2010 de 5.04 por ciento, sin embargo con el aumento a la gasolina y la cadena que esto genera en los precios, seguramente ajustarán su previsiones a un nivel más alto.
Lo anterior al considerar que en el último informe sobre política monetaria que dio a conocer el Banco de México no se contemplo el alza en los bienes administrados y concertados, esto es el aumento en el precio de lo servicios que ofrece el estado como la venta de combustible, y energía eléctrica.
El dato
Banxico calculó la inflación para 2010 entre 4.75 y 5.25 por ciento en supuestos sobre la evolución de un desliz de las gasolinas magna y premium de 6 y 4 centavos el litro mensual.
El número
80 por ciento aumentó el azúcar en lo que va del año y se estima un nuevo incremento
13 por ciento destinan de su gasto las familias en promedio para transportes
Ni Santaclós se salva
El hombre disfrazado de Santaclós espera en vano que alguien se acerque a tomar una fotografía. Nadie se detiene a preguntar por la imagen de 35 pesos con el hombre de rojo apostado en la puerta del Wall Mart de Avenida Universidad. La gente que pasa busca aprovechar al máximo el descuento que la tienda ofrece este sábado: bonificación en efectivo del IVA en todas las compras.
Ese es el motivo por el que los clientes deben formarse más de dos horas para pagar. Pero algo es evidente en los tumultos de este triste invierno mexicano: pese al tentador descuento, los carritos no van abarrotados.
Es 19 de diciembre de 2009, el año del “catarrito” mexicano. A unos pasos del Wall Mart, Plaza Universidad tiene imágenes sorprendentes: las salas del cine a la mitad de su capacidad y algunos locales simplemente están vacíos. Ni siquiera para la foto gratis con Lonely Toons que promueve Telcel hay largas filas.
Según el INEGI, las ventas menudeo o al consumo –que son las que mantiene a una economía en crisis–, cayeron en forma consecutiva 12 meses. Un promedio de 4.6 por ciento. Los últimos datos de las tiendas departamentales reflejan una caída de 10 meses, sobre todo de ropa y calzado.
Y el gasto de los mexicanos en esparcimiento se ha reducido durante los últimos 18 meses a una tasa mensual de 6 por ciento.
Comentarios