Francisco Rodríguez
DIFÍCIL SITUACIÓN POR la que atraviesa el señor Felipe Calderón. Ya leyó usted ayer aquí que anda mal con “El Diablo Rojo” de Toluca, el capitoste Valentín Diez Morodo. Peor todavía, el ocupante de Los Pinos también está peor con Dios… o con ciertos representantes de éste en la tierra. Ni con Dios ni con el Diablo, pues.
No ha mucho, usted recuerda, Calderón fue “moralmente reprobado” por el sacerdote Carlos Rodríguez, del Centro de Reflexión y Acción Laboral, por haber dejado sin empleo a 44 mil trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
Ahora, empero, le ha ido peor al michoacano, pues no es un solo representante divino, sino un conglomerado de estos quienes condenan la política fiscal de su fallida Administración avalada por el Congreso de la Unión:
“Ahora que se ha logrado concluir en las cámaras lo que se refiere a la Ley de Ingresos, con un paquete fiscal sumamente cuestionable, incompleto, anticuado y abusivo…”, puede leerse en el editorial del semanario Desde la Fe que edita la Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Se da todo esto, además, a la mitad de una polémica en la red sobre la supuesta conversión del señor Calderón y de su señora esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo, del catolicismo al cristianismo evangélico, y que, entre otros espacios, ha tenido cabida en la red. Por ejemplo, en el video http://www.youtube.com/watch?v=Pzc4ig19Oj8.
En otras páginas electrónicas se desmiente la especie, con señalamientos rotundos, que además apuntan a los presuntos implicados en extender la versión:
“Según estas informaciones los responsables de expandir el pretendido cristianismo de la pareja presidencial serían Alejandro y Rosa María Orozco, representantes de la Asociación Civil ‘Casa sobre la Roca’.
“Estos personajes -durante la campaña electoral de 2006- habrían hecho circular entre los pastores ‘miles de videos’ de Calderón citando pasajes bíblicos e, incluso, participando en eventos religiosos. El objetivo: sacar rédito político.
“Si la estrategia les funcionó una vez ¿por qué no dos? Esa parece haber sido fuente del comentario que, aquí y allá, se sentía sobre la religiosidad del presidente. Una cosa más: aunque Felipe sea declaradamente católico, mantenga buena relación -siempre institucional- con la Iglesia de Roma y se reúna con sus jerarcas, una cosa muy distinta es su frecuencia a la misa de los domingos… esa es harina de otro costal.”
La polémica no es baladí. Ha minado efectivamente la relación del muy influyente sector clerical, otro de los que –junto con otros factores de poder real--, trabajaron activamente en el 2006 para ingresar a Calderón a Los Pinos, así y haya sido por la puerta de atrás.
La Iglesia Católica mexicana, así las cosas, se suma al sector empresarial en sus críticas a quien, de acuerdo a Diez Morodo, ¡no hace nada!
Difícil situación por la que ahora mismo atraviesa el ocupante de Los Pinos. ¿O no?
Índice Flamígero: Instintos asesinos, los de Javier Lozano Alarcón, de acuerdo al psicoanalista social José Antonio Lara Peinado, quien borda sobre una frase recién pronunciada por el titular de Trabajo: “Cuando una persona fallece, aunque todavía no esté el acta de defunción expedida, la persona ya está muerta...”. Apunta el colaborador: “Esta frase dicha por un funcionario que en teoría debiera estar protegiendo a un trabajador nos permite comprobar cómo los deseos de matar, lastimar y desaparecer al otro, se presentan en sujetos aparentemente normales. Deja entrever como sujetos desequilibrados sueltan inconscientemente impulsos muy primitivos que les colocan como una horda de asesinos. Esta frase cínica no sería posible si este sujeto no tuviera que comunicar una verdad negada, es decir, este sujeto desnuda su más profundo deseo de que todos los electricistas estuvieran en verdad muertos. Su fantasía deja de ser neurótica para convertirse en una fantasía psicópata que tiene como elemento principal, la desvergüenza, la no culpa, y el delirio de asesinar a seres humanos. Este tipo de sujetos cuando se miran en el espejo acostumbran a verse semi-desnudos, hacer muecas de fuerza, gustan de hacer ejercicio, en el fondo al igual que ‘Juanito’, adoran en secreto a ‘Rambo’ y se excitan ante la sangre, la muerte y la guerra.”
DIFÍCIL SITUACIÓN POR la que atraviesa el señor Felipe Calderón. Ya leyó usted ayer aquí que anda mal con “El Diablo Rojo” de Toluca, el capitoste Valentín Diez Morodo. Peor todavía, el ocupante de Los Pinos también está peor con Dios… o con ciertos representantes de éste en la tierra. Ni con Dios ni con el Diablo, pues.
No ha mucho, usted recuerda, Calderón fue “moralmente reprobado” por el sacerdote Carlos Rodríguez, del Centro de Reflexión y Acción Laboral, por haber dejado sin empleo a 44 mil trabajadores de la extinta Luz y Fuerza del Centro.
Ahora, empero, le ha ido peor al michoacano, pues no es un solo representante divino, sino un conglomerado de estos quienes condenan la política fiscal de su fallida Administración avalada por el Congreso de la Unión:
“Ahora que se ha logrado concluir en las cámaras lo que se refiere a la Ley de Ingresos, con un paquete fiscal sumamente cuestionable, incompleto, anticuado y abusivo…”, puede leerse en el editorial del semanario Desde la Fe que edita la Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera.
Se da todo esto, además, a la mitad de una polémica en la red sobre la supuesta conversión del señor Calderón y de su señora esposa, Margarita Zavala Gómez del Campo, del catolicismo al cristianismo evangélico, y que, entre otros espacios, ha tenido cabida en la red. Por ejemplo, en el video http://www.youtube.com/watch?v=Pzc4ig19Oj8.
En otras páginas electrónicas se desmiente la especie, con señalamientos rotundos, que además apuntan a los presuntos implicados en extender la versión:
“Según estas informaciones los responsables de expandir el pretendido cristianismo de la pareja presidencial serían Alejandro y Rosa María Orozco, representantes de la Asociación Civil ‘Casa sobre la Roca’.
“Estos personajes -durante la campaña electoral de 2006- habrían hecho circular entre los pastores ‘miles de videos’ de Calderón citando pasajes bíblicos e, incluso, participando en eventos religiosos. El objetivo: sacar rédito político.
“Si la estrategia les funcionó una vez ¿por qué no dos? Esa parece haber sido fuente del comentario que, aquí y allá, se sentía sobre la religiosidad del presidente. Una cosa más: aunque Felipe sea declaradamente católico, mantenga buena relación -siempre institucional- con la Iglesia de Roma y se reúna con sus jerarcas, una cosa muy distinta es su frecuencia a la misa de los domingos… esa es harina de otro costal.”
La polémica no es baladí. Ha minado efectivamente la relación del muy influyente sector clerical, otro de los que –junto con otros factores de poder real--, trabajaron activamente en el 2006 para ingresar a Calderón a Los Pinos, así y haya sido por la puerta de atrás.
La Iglesia Católica mexicana, así las cosas, se suma al sector empresarial en sus críticas a quien, de acuerdo a Diez Morodo, ¡no hace nada!
Difícil situación por la que ahora mismo atraviesa el ocupante de Los Pinos. ¿O no?
Índice Flamígero: Instintos asesinos, los de Javier Lozano Alarcón, de acuerdo al psicoanalista social José Antonio Lara Peinado, quien borda sobre una frase recién pronunciada por el titular de Trabajo: “Cuando una persona fallece, aunque todavía no esté el acta de defunción expedida, la persona ya está muerta...”. Apunta el colaborador: “Esta frase dicha por un funcionario que en teoría debiera estar protegiendo a un trabajador nos permite comprobar cómo los deseos de matar, lastimar y desaparecer al otro, se presentan en sujetos aparentemente normales. Deja entrever como sujetos desequilibrados sueltan inconscientemente impulsos muy primitivos que les colocan como una horda de asesinos. Esta frase cínica no sería posible si este sujeto no tuviera que comunicar una verdad negada, es decir, este sujeto desnuda su más profundo deseo de que todos los electricistas estuvieran en verdad muertos. Su fantasía deja de ser neurótica para convertirse en una fantasía psicópata que tiene como elemento principal, la desvergüenza, la no culpa, y el delirio de asesinar a seres humanos. Este tipo de sujetos cuando se miran en el espejo acostumbran a verse semi-desnudos, hacer muecas de fuerza, gustan de hacer ejercicio, en el fondo al igual que ‘Juanito’, adoran en secreto a ‘Rambo’ y se excitan ante la sangre, la muerte y la guerra.”
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