Pedro Echeverría
1. Las denuncias del rector de la UNAM y de otros rectores y directores integrantes de la ANUIES contra las políticas educativas, los presupuestos y el rechazo del sistema educativo superior de casi el 80 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar, son muy graves; pero nada se remedia con esas simples denuncias que año tras año el gobierno tira como si fuera papel del excusado.
La única posibilidad de cambio real está entre los estudiantes rebeldes, honestos e inteligentes, que decidan luchar en los salones de clase, en los llamados "campus universitarios" y en las calles para evitar el desplome de la educación superior y de todo el sistema educativo. Las autoridades educativas son el poder, los académicos, de manera general, buscan dinero y poder, y los estudiantes han sido siempre los únicos independientes e interesados por una mejor educación.
2. De pronto, como "una aguja en un pajar" aparece un funcionario democrático y como dos agujas en un pajar aparecen dos académicos democráticos cuyos intereses nada tengan que ver con la búsqueda de ascensos jerárquicos y económicos. Por el contrario los estudiantes, aunque sus cabezas estén llenas de ideología individualista y arribista, sus intereses colectivos tienen que ver por la transformación educativa; mucho más si los sectores más avanzados ideológicamente logran convencerlos sobre la necesidad de organizarse y luchar. Casi todos los dirigentes izquierdistas y socialistas que se han ligado a los intereses del pueblo y de los oprimidos, han sido honestos dirigentes o líderes estudiantiles o universitarios. Quizá estas denuncias del rector –para nosotros reiterativas- sirvan en algo para la reorganización de los estudiantes y los jóvenes.
3. Después de las declaraciones del rector de la UNAM, José Narro, quien afirmó hace unos días que el modelo económico que sigue México ya dio lo que podía dar y si ya no sirve ni para vernos hacia afuera, mucho menos para resolver los problemas que tenemos hacia adentro; después de convocar a todos los sectores de la sociedad a hacer una reforma integral que lleve a la refundación de la República, y después de que propuso construir un modelo nacional en donde el desarrollo no sólo sea la parte de las finanzas públicas o del capital privado, sino que ponga al mexicano en el centro del interés y combata los males de la pobreza y la desigualdad, han salido en apoyo del rector de la UNAM, el director del IPN, el rector de la universidad de Veracruz y otros más que han enfatizado la terrible situación por la que atraviesan los centros educativos de educación superior por irresponsabilidad en las políticas educativas.
4. Por el contrario, una tonta senadora panista (de apellido Nocturno u Ordeña) –que mucho desprestigia a las mujeres- en vez de pedir aumento al presupuesto educativo ante su permanente desplome, ha exigido más recortes para congraciarse con el presidente y su política contra la educación pública. Pero lo más grave es que el imbécil secretario de Educación Pública –por derechista- la ha apoyado de manera abierta. Si con el PRI estábamos terriblemente mal en educación, durante los dos sexenios panistas se ha acelerado su destrucción. Es el motivo por el cual a los panistas y a los priístas más derechistas les disgusta que se hable o se gaste en educación, sobre todo en la educación humanista que crea conciencia de liberación, que busca que la población conozca sus derechos y busque organizarse para luchar por ellos.
5. Históricamente el presupuesto que se ha aplicado en educación ha rondado en un cuatro por ciento del PIB; unas veces el 3.9 y otras veces el 4.1 por ciento. La UNESCO aconsejó que este sea del ocho por ciento y más. En muchos países se aplica el ocho, pero en los que han destacado más se destina hasta el 12 por ciento. Con ese presupuesto se busca garantizar que todos los niños y jóvenes en edad escolar estén estudiando y que tengan las mayores posibilidades de contar con alimentación y cubrir sus necesidades. El panista Fox llegó a decir que México estaba aplicando ya en su gobierno el siete por ciento, pero contabilizando el enorme crecimiento que impulsó de la educación privada. ¿Qué gobierno puede hacer trampas ante los informes internacionales que dan a México los últimos lugares en educación?
6. Por eso el rector de la UNAM exige: "Que me expliquen por qué en Finlandia nueve de cada 10 jóvenes puede ir a la Universidad, en EEUU ocho de cada 10, en Argentina dos de cada tres, en Uruguay 6 de cada 10, en Chile la mitad, uno de cada dos" y en México la cobertura es de apenas el 2.7 por cada 10; por lo menos hay que exigir que se aumente aunque sea al 50 por ciento" La ANUIES por su parte denuncia que sólo el 24.1 por ciento de jóvenes del 19 a 23 años tuvieron acceso a la educación superior. Estos son datos duros que demuestran que en números cuantitativos la educación mexicana está terriblemente mal y en calidad pues basta con revisar los informes internacionales que se han venido publicando en los últimos 10 años para ver que estamos terriblemente mal en lectura, matemáticas, ciencias naturales y sociales.
7. ¿Qué tipo de sociedad vamos a desarrollar sin pensamiento filosófico, sin literatos, artistas, pintores, escultores, músicos, seres humanos reales, que no estén interesados en acumular capital, explotar el trabajo de millones de seres y que combatan la desigualdad y la corrupción? Precisamente para eso sirve el estudio de las humanidades: para formar seres libres, solidarios, dispuestos siempre a servir las causas de los sectores explotados y oprimidos. Y este tipo de educación es la que no quieren los grandes empresarios que sólo buscan mano de obra barata y sumisa en sus grandes empresas y también la que los gobernantes quieren para que no haya rebeldía ni protestas. Por eso los estudiantes tienen que luchar porque la educación nacional –desde el jardín de niños hasta el posgrado- cuente con los más altos presupuestos, pero también que sean administrados con honradez y equidad.
8. La corrupción y la incapacidad de los altos funcionarios de la SEP ha sido siempre evidente, sobre todo cuando no han tenido experiencias en ese campo y cuando por su ignorancia se someten al sindicalismo corrupto del SNTE y a planes y programas que responden a intereses empresariales. Pienso que puede aplaudirse las declaraciones del Rector de la UNAM, las del director del Polo, de la ANUIES y otros rectores, pero como éstas muchas se han registrado en el pasado sin que nada, o casi absolutamente nada, cambiara. A pesar de que los legisladores les consigan unos pesos más del presupuesto todo sigue igual. Lo que México necesita es una profunda revolución educativa que parta de las grandes luchas de los estudiantes de nivel superior que muy bien pueden marchar junto a los profesores de la CNTE que durante 30 años han demostrado su conciencia de lucha.
1. Las denuncias del rector de la UNAM y de otros rectores y directores integrantes de la ANUIES contra las políticas educativas, los presupuestos y el rechazo del sistema educativo superior de casi el 80 por ciento de los jóvenes en edad de estudiar, son muy graves; pero nada se remedia con esas simples denuncias que año tras año el gobierno tira como si fuera papel del excusado.
La única posibilidad de cambio real está entre los estudiantes rebeldes, honestos e inteligentes, que decidan luchar en los salones de clase, en los llamados "campus universitarios" y en las calles para evitar el desplome de la educación superior y de todo el sistema educativo. Las autoridades educativas son el poder, los académicos, de manera general, buscan dinero y poder, y los estudiantes han sido siempre los únicos independientes e interesados por una mejor educación.
2. De pronto, como "una aguja en un pajar" aparece un funcionario democrático y como dos agujas en un pajar aparecen dos académicos democráticos cuyos intereses nada tengan que ver con la búsqueda de ascensos jerárquicos y económicos. Por el contrario los estudiantes, aunque sus cabezas estén llenas de ideología individualista y arribista, sus intereses colectivos tienen que ver por la transformación educativa; mucho más si los sectores más avanzados ideológicamente logran convencerlos sobre la necesidad de organizarse y luchar. Casi todos los dirigentes izquierdistas y socialistas que se han ligado a los intereses del pueblo y de los oprimidos, han sido honestos dirigentes o líderes estudiantiles o universitarios. Quizá estas denuncias del rector –para nosotros reiterativas- sirvan en algo para la reorganización de los estudiantes y los jóvenes.
3. Después de las declaraciones del rector de la UNAM, José Narro, quien afirmó hace unos días que el modelo económico que sigue México ya dio lo que podía dar y si ya no sirve ni para vernos hacia afuera, mucho menos para resolver los problemas que tenemos hacia adentro; después de convocar a todos los sectores de la sociedad a hacer una reforma integral que lleve a la refundación de la República, y después de que propuso construir un modelo nacional en donde el desarrollo no sólo sea la parte de las finanzas públicas o del capital privado, sino que ponga al mexicano en el centro del interés y combata los males de la pobreza y la desigualdad, han salido en apoyo del rector de la UNAM, el director del IPN, el rector de la universidad de Veracruz y otros más que han enfatizado la terrible situación por la que atraviesan los centros educativos de educación superior por irresponsabilidad en las políticas educativas.
4. Por el contrario, una tonta senadora panista (de apellido Nocturno u Ordeña) –que mucho desprestigia a las mujeres- en vez de pedir aumento al presupuesto educativo ante su permanente desplome, ha exigido más recortes para congraciarse con el presidente y su política contra la educación pública. Pero lo más grave es que el imbécil secretario de Educación Pública –por derechista- la ha apoyado de manera abierta. Si con el PRI estábamos terriblemente mal en educación, durante los dos sexenios panistas se ha acelerado su destrucción. Es el motivo por el cual a los panistas y a los priístas más derechistas les disgusta que se hable o se gaste en educación, sobre todo en la educación humanista que crea conciencia de liberación, que busca que la población conozca sus derechos y busque organizarse para luchar por ellos.
5. Históricamente el presupuesto que se ha aplicado en educación ha rondado en un cuatro por ciento del PIB; unas veces el 3.9 y otras veces el 4.1 por ciento. La UNESCO aconsejó que este sea del ocho por ciento y más. En muchos países se aplica el ocho, pero en los que han destacado más se destina hasta el 12 por ciento. Con ese presupuesto se busca garantizar que todos los niños y jóvenes en edad escolar estén estudiando y que tengan las mayores posibilidades de contar con alimentación y cubrir sus necesidades. El panista Fox llegó a decir que México estaba aplicando ya en su gobierno el siete por ciento, pero contabilizando el enorme crecimiento que impulsó de la educación privada. ¿Qué gobierno puede hacer trampas ante los informes internacionales que dan a México los últimos lugares en educación?
6. Por eso el rector de la UNAM exige: "Que me expliquen por qué en Finlandia nueve de cada 10 jóvenes puede ir a la Universidad, en EEUU ocho de cada 10, en Argentina dos de cada tres, en Uruguay 6 de cada 10, en Chile la mitad, uno de cada dos" y en México la cobertura es de apenas el 2.7 por cada 10; por lo menos hay que exigir que se aumente aunque sea al 50 por ciento" La ANUIES por su parte denuncia que sólo el 24.1 por ciento de jóvenes del 19 a 23 años tuvieron acceso a la educación superior. Estos son datos duros que demuestran que en números cuantitativos la educación mexicana está terriblemente mal y en calidad pues basta con revisar los informes internacionales que se han venido publicando en los últimos 10 años para ver que estamos terriblemente mal en lectura, matemáticas, ciencias naturales y sociales.
7. ¿Qué tipo de sociedad vamos a desarrollar sin pensamiento filosófico, sin literatos, artistas, pintores, escultores, músicos, seres humanos reales, que no estén interesados en acumular capital, explotar el trabajo de millones de seres y que combatan la desigualdad y la corrupción? Precisamente para eso sirve el estudio de las humanidades: para formar seres libres, solidarios, dispuestos siempre a servir las causas de los sectores explotados y oprimidos. Y este tipo de educación es la que no quieren los grandes empresarios que sólo buscan mano de obra barata y sumisa en sus grandes empresas y también la que los gobernantes quieren para que no haya rebeldía ni protestas. Por eso los estudiantes tienen que luchar porque la educación nacional –desde el jardín de niños hasta el posgrado- cuente con los más altos presupuestos, pero también que sean administrados con honradez y equidad.
8. La corrupción y la incapacidad de los altos funcionarios de la SEP ha sido siempre evidente, sobre todo cuando no han tenido experiencias en ese campo y cuando por su ignorancia se someten al sindicalismo corrupto del SNTE y a planes y programas que responden a intereses empresariales. Pienso que puede aplaudirse las declaraciones del Rector de la UNAM, las del director del Polo, de la ANUIES y otros rectores, pero como éstas muchas se han registrado en el pasado sin que nada, o casi absolutamente nada, cambiara. A pesar de que los legisladores les consigan unos pesos más del presupuesto todo sigue igual. Lo que México necesita es una profunda revolución educativa que parta de las grandes luchas de los estudiantes de nivel superior que muy bien pueden marchar junto a los profesores de la CNTE que durante 30 años han demostrado su conciencia de lucha.
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