Apro
El gobierno estadunidense de Barack Obama, a través del Departamento de Justicia, dio a conocer el encausamiento de dos empresarios, un estadunidense y un mexicano, acusados de encabezar una red de corrupción en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuyo objetivo era "amarrar" contratos con la paraestatal mexicana.
El empresario estadunidense John Joseph O'Shea y el mexicano Fernando Maya Basurto fueron acusados formalmente ante la Corte federal del distrito sur de Texas (Houston) por los delitos de conspirar para sobornar a funcionarios de la CFE, falsificación de documentos y lavado de dinero procedente de la firma de los contratos "amarrados" con el sector eléctrico mexicano, entre otros cargos criminales.
El subprocurador de Justicia de la División Criminal de Estados Unidos, Lanny A. Breuer, señaló que O'Shea, quien fue arrestado el pasado 18 de noviembre, era el "cerebro" de la red de "corrupción de funcionarios del gobierno de México para asegurar contratos con la CFE".
Exvicepresidente de Operaciones de la Unidad de Servicios de la empresa ABB de origen suizo, O'Shea, de 57 años, fue formalmente acusado el 16 de noviembre de 18 cargos ante un Gran Jurado en el distrito sur de Texas.
Los delitos que le imputa el Departamento de Justicia a este empresario --quien en 2004 fundó su empresa O'Shea Energy Services (OES)-- son los de conspiración y violación del Acta de Prácticas de Corrupción Extranjeras; lavado de dinero a escala internacional, y falsificación de documentos que forman parte de una investigación federal.
El expediente criminal contra O'Shea sostiene que éste, cuando fungía como vicepresidente de ABB, arregló y autorizó "pagos a múltiples funcionarios de la CFE a cambio de contratos lucrativos".
La empresa suiza, a través de su subsidiaria con sede en Sugar Land, Texas, donde trabajaba O'Shea, se comprometió a proveer a la CFE de productos y servicios para una red de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.
Sin embargo, la investigación contra O'Shea y Maya Basurto aún no revela los nombres de los funcionarios del gobierno mexicano ni de la CFE que fueron sobornados por los dos acusados.
El expediente criminal detalla que O'Shea contrató los servicios de Fernando Maya Basurto, de 47 años, para que fuera representante de ventas en México de ABB, a cambio de un porcentaje de las ganancias que generarían los negocios para prestar servicios al gobierno mexicano y a la CFE.
Sin especificar los detalles de los contratos que firmó ABB u OSE --firma de consultaría para servicios en la industria de energía eléctrica--, el encausamiento establece que, gracias a los oficios de Maya Basurto, O'Shea obtuvo "contratos múltiples por bienes y servicios con la CFE".
El caso Evergreen
Uno de los datos que aporta la investigación es el caso del acuerdo que la CFE otorgó a O'Shea en diciembre de 1997, conocido como "Sitracen", por medio del que se actualizaría la red de servicios de energía eléctrica de México.
Este contrato en particular le generó unos 44 millones de dólares en ganancias a la empresa ABB.
Otro contrato multianual conseguido por medio de sobornos fue el que la CFE entregó a ABB en octubre de 2003. A través de él, la firma suiza se comprometió a dar mantenimiento y actualizar los servicios definidos en el trato de Sitracen.
Al acuerdo alcanzado en 2003 se le conoce como Contrato Evergreen ("siempre verde").
Bajo el compromiso Evergreen, O'Shea y Maya Basurto aceptaron como condición que darían "10% de las ganancias" como soborno a funcionarios de la CFE.
El Departamento de Justicia estadunidense sostiene que el Contrato Evergreen generó ganancias por más de 37 millones de dólares, con lo cual se concluye que los funcionarios corruptos de la CFE recibieron más de 3.5 millones de dólares en sobornos.
Otro apartado del ilegal compromiso señalaba que O'Shea percibiría 1% de las ganancias del acuerdo de trabajo otorgado a ABB.
Y para garantizar la firma de contratos y esconder las evidencias del cohecho, el gobierno de Barack Obama sostiene, a través del Departamento de Justicia, que O'Shea, Maya Basurto y otros falsificaron recibos de compañías mexicanas con el fin de sustentar la legalidad de las transferencias electrónicas de dinero a escala internacional, buscando mostrar que se trataba de "pagos legítimos por la prestación de servicios y mantenimiento" a la paraestatal mexicana.
El expediente destaca que para los pagos de soborno a funcionarios de la CFE se usaron unas 600 cuentas bancarias.
O'Shea también "hacía supuestos pagos por comisión a Maya Basurto y sus familiares, dinero que después era transferido a las cuentas de funcionarios de la CFE".
La investigación indica que, en relación con el Contrato Evergreen, O'Shea autorizó el pago de sobornos por más de 900 mil dólares a funcionarios de la CFE antes que la ABB, en su sede en Suiza, advirtiera la red de corrupción y ordenara detener las transferencias de dinero.
El subprocurador Breuer destacó que la corporación Suiza, de manera voluntaria, reveló al Departamento de Justicia y a la Securities Exchange Comisión (SEC) –ente similar a la mexicana Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)-- toda la información referente a los contratos que concedió la CFE por medio de sobornos.
De ser declarado culpable por los delitos de falsificación de documentos y conspiración, O'Shea podría recibir una sentencia máxima de cinco años de cárcel y una multa de 250 mil dólares.
Por los otros doce cargos por violación al Acta de Prácticas de Corrupción Extranjera recibiría otra sentencia de cinco años de prisión y una multa hasta 100 mil dólares.
Finalmente, por los cuatro delitos de lavado de dinero a escala internacional que también se le achacan a O'Shea, éste podría ser sentenciado a 20 años de cárcel y multado con hasta medio millón de dólares.
Por su parte Basurto, quien fue detenido el 25 de abril pasado en Dallas, Texas, se declaró culpable el 16 de noviembre ante la juez federal de distrito, Lynn Hughes.
El socio mexicano de O'Shea admitió su responsabilidad en el delito de conspiración para sobornar a funcionarios de la CFE y aceptó proporcionar información al Departamento de Justicia y a la SEC, a cambio de recibir una condena menos severa.
El gobierno estadunidense de Barack Obama, a través del Departamento de Justicia, dio a conocer el encausamiento de dos empresarios, un estadunidense y un mexicano, acusados de encabezar una red de corrupción en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), cuyo objetivo era "amarrar" contratos con la paraestatal mexicana.
El empresario estadunidense John Joseph O'Shea y el mexicano Fernando Maya Basurto fueron acusados formalmente ante la Corte federal del distrito sur de Texas (Houston) por los delitos de conspirar para sobornar a funcionarios de la CFE, falsificación de documentos y lavado de dinero procedente de la firma de los contratos "amarrados" con el sector eléctrico mexicano, entre otros cargos criminales.
El subprocurador de Justicia de la División Criminal de Estados Unidos, Lanny A. Breuer, señaló que O'Shea, quien fue arrestado el pasado 18 de noviembre, era el "cerebro" de la red de "corrupción de funcionarios del gobierno de México para asegurar contratos con la CFE".
Exvicepresidente de Operaciones de la Unidad de Servicios de la empresa ABB de origen suizo, O'Shea, de 57 años, fue formalmente acusado el 16 de noviembre de 18 cargos ante un Gran Jurado en el distrito sur de Texas.
Los delitos que le imputa el Departamento de Justicia a este empresario --quien en 2004 fundó su empresa O'Shea Energy Services (OES)-- son los de conspiración y violación del Acta de Prácticas de Corrupción Extranjeras; lavado de dinero a escala internacional, y falsificación de documentos que forman parte de una investigación federal.
El expediente criminal contra O'Shea sostiene que éste, cuando fungía como vicepresidente de ABB, arregló y autorizó "pagos a múltiples funcionarios de la CFE a cambio de contratos lucrativos".
La empresa suiza, a través de su subsidiaria con sede en Sugar Land, Texas, donde trabajaba O'Shea, se comprometió a proveer a la CFE de productos y servicios para una red de generación, transmisión y distribución de energía eléctrica.
Sin embargo, la investigación contra O'Shea y Maya Basurto aún no revela los nombres de los funcionarios del gobierno mexicano ni de la CFE que fueron sobornados por los dos acusados.
El expediente criminal detalla que O'Shea contrató los servicios de Fernando Maya Basurto, de 47 años, para que fuera representante de ventas en México de ABB, a cambio de un porcentaje de las ganancias que generarían los negocios para prestar servicios al gobierno mexicano y a la CFE.
Sin especificar los detalles de los contratos que firmó ABB u OSE --firma de consultaría para servicios en la industria de energía eléctrica--, el encausamiento establece que, gracias a los oficios de Maya Basurto, O'Shea obtuvo "contratos múltiples por bienes y servicios con la CFE".
El caso Evergreen
Uno de los datos que aporta la investigación es el caso del acuerdo que la CFE otorgó a O'Shea en diciembre de 1997, conocido como "Sitracen", por medio del que se actualizaría la red de servicios de energía eléctrica de México.
Este contrato en particular le generó unos 44 millones de dólares en ganancias a la empresa ABB.
Otro contrato multianual conseguido por medio de sobornos fue el que la CFE entregó a ABB en octubre de 2003. A través de él, la firma suiza se comprometió a dar mantenimiento y actualizar los servicios definidos en el trato de Sitracen.
Al acuerdo alcanzado en 2003 se le conoce como Contrato Evergreen ("siempre verde").
Bajo el compromiso Evergreen, O'Shea y Maya Basurto aceptaron como condición que darían "10% de las ganancias" como soborno a funcionarios de la CFE.
El Departamento de Justicia estadunidense sostiene que el Contrato Evergreen generó ganancias por más de 37 millones de dólares, con lo cual se concluye que los funcionarios corruptos de la CFE recibieron más de 3.5 millones de dólares en sobornos.
Otro apartado del ilegal compromiso señalaba que O'Shea percibiría 1% de las ganancias del acuerdo de trabajo otorgado a ABB.
Y para garantizar la firma de contratos y esconder las evidencias del cohecho, el gobierno de Barack Obama sostiene, a través del Departamento de Justicia, que O'Shea, Maya Basurto y otros falsificaron recibos de compañías mexicanas con el fin de sustentar la legalidad de las transferencias electrónicas de dinero a escala internacional, buscando mostrar que se trataba de "pagos legítimos por la prestación de servicios y mantenimiento" a la paraestatal mexicana.
El expediente destaca que para los pagos de soborno a funcionarios de la CFE se usaron unas 600 cuentas bancarias.
O'Shea también "hacía supuestos pagos por comisión a Maya Basurto y sus familiares, dinero que después era transferido a las cuentas de funcionarios de la CFE".
La investigación indica que, en relación con el Contrato Evergreen, O'Shea autorizó el pago de sobornos por más de 900 mil dólares a funcionarios de la CFE antes que la ABB, en su sede en Suiza, advirtiera la red de corrupción y ordenara detener las transferencias de dinero.
El subprocurador Breuer destacó que la corporación Suiza, de manera voluntaria, reveló al Departamento de Justicia y a la Securities Exchange Comisión (SEC) –ente similar a la mexicana Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)-- toda la información referente a los contratos que concedió la CFE por medio de sobornos.
De ser declarado culpable por los delitos de falsificación de documentos y conspiración, O'Shea podría recibir una sentencia máxima de cinco años de cárcel y una multa de 250 mil dólares.
Por los otros doce cargos por violación al Acta de Prácticas de Corrupción Extranjera recibiría otra sentencia de cinco años de prisión y una multa hasta 100 mil dólares.
Finalmente, por los cuatro delitos de lavado de dinero a escala internacional que también se le achacan a O'Shea, éste podría ser sentenciado a 20 años de cárcel y multado con hasta medio millón de dólares.
Por su parte Basurto, quien fue detenido el 25 de abril pasado en Dallas, Texas, se declaró culpable el 16 de noviembre ante la juez federal de distrito, Lynn Hughes.
El socio mexicano de O'Shea admitió su responsabilidad en el delito de conspiración para sobornar a funcionarios de la CFE y aceptó proporcionar información al Departamento de Justicia y a la SEC, a cambio de recibir una condena menos severa.
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