Subejercicios y "guardaditos"

Francisco Rodríguez

DINERO, MUCHO DINERO tiene la Administración del señor Felipe Calderón Hinojosa, quien no ha sabido, no ha podido o no ha querido invertir –en el país prácticamente no hay obras federales--, y con los recursos públicos ha constituido fideicomisos privados.

Lo denunció hace tres meses el auditor Superior de la Federación, Arturo González de Aragón, a cuya supervisión esconden esos recursos.

A finales del 2007 se detectaron aproximadamente 120 mil millones de pesos provenientes de subejercicios presupuestales en 28 transferencias, las cuales fueron trasladadas a cuentas dentro de la Tesorería de la Federación y sí, en cambio, transferidos a distintos fideicomisos, fondos, mandatos, cuentas y contratos parecidos.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF), que depende de la Cámara de Diputados, ha detectado que esos 120 mil millones escamoteados a la Nación en 2007, bien pudieron duplicarse en 2008 y casi triplicarse en lo que va de este 2009.

Ahí guardados, alejados de cualquier supervisión, podría haber ahora mismo 300 mil millones de pesos que, ha dicho la Administración, representan el mismo tamaño del llamado “boquete” en las finanzas públicas.
Esto es, como usted bien lo sabe, lo que Felipe Calderón ha intentado obtener a través de nuevos y más altos impuestos a los contribuyentes cautivos.

Apenas en junio, la ASF dio a conocer que las transferencias de recursos públicos a fideicomisos privados evitan el cumplimiento de las reglas del gasto público, evaden la supervisión del Legislativo y fortalecen la opacidad en el manejo de los dineros de la nación.

La falta de transparencia en el uso de tales recursos tiene un fin específico, apuntaba González de Aragón: los recursos transferidos a fideicomisos, fondos, mandatos y contratos análogos se ejercen con alta discrecionalidad para dar por gastados los recursos, cuando lo único que se hace es saltarse un renglón presupuestal. Esto se hace de manera indebida y para cumplir con un mandato de ley, que establece que debe haber déficit cero, por esa razón se transfieren los recursos y se dan como ejercidos.

Por si fuera poco, el titular de la Auditoría Superior de la Federación detalló que en 2007 se dejó de ejercer el 43 o 44 por ciento del monto total presupuestado del Fondo Nacional de Seguridad Pública –el programa estrella de la gestión calderonista--, es decir, que de los 6 mil 600 millones de pesos no se ejercieron entre 2 mil 800 y 2 mil 900 millones, justo cuando la propaganda oficial insiste en que no se dará tregua al crimen organizado y que no habrá lugar para titubeos, divisiones ni deslealtades.

No fue, en junio, la primera ocasión que la ASF denuncia la opacidad en diversas áreas de la Administración. A ello se suma la discrecionalidad existente en el manejo de los recursos, como los casos de excedentes petroleros; otorgamiento de donativos y préstamos; estímulos fiscales, permisos y concesiones; enajenación de bienes; remuneraciones a servidores públicos; recuperación de créditos fiscales; castigo de carteras vencidas; Derechos de Trámite Aduanero, y Fondos y Fideicomisos, entre otros.

Dinero, mucho dinero tiene la Administración. Más que suficientes para tapar el boquete que ellos mismos crearon no sólo por su falta de previsión ante la crisis, incluso por las grandes prestaciones y altos sueldos que tienen Felipe Calderón y los funcionarios que le son dependientes.

No hay necesidad, pues, de nuevos y más altos impuestos.

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