SALVADOR SUÁREZ ZAIZAR
ARTÍCULO NÚMERO 55
Esta semana asistí a la presentación de los resultados de México en el Reporte de Competitividad Global 2009-2010 del World Economic Forum (WEF) por parte de la Dra. Irene Mia, directora y economista Senior del equipo del WEF.
Se mencionó la importancia de que México desarrolle un entorno propicio para la innovación, contar con una educación de calidad y promover el uso de tecnologías. Este año, nuestro país ocupó el lugar 60 de 133 países, misma posición que obtuvo en el 2008. El primer lugar fue para Suiza, seguido de Estados Unidos y Singapur.
Se destaca el hecho de que México no haya descendido posiciones a pesar de la crisis económica que tanto ha afectado, situación que se explica en parte por la posición más sólida que tiene nuestro país en distintos rubros, como la estabilidad macroeconómica y el tamaño del mercado. Sin embargo, por primera vez Brasil supera a México al ocupar el lugar 56.
Para obtener un mejor desempeño es necesario enfrentar las reformas estructurales, contar con mercados más eficientes y mejorar el sistema educativo. Además, en este reporte se menciona que los empresarios mexicanos han señalado que la burocracia, corrupción e inseguridad son los principales problemas que afectan el ambiente de negocios y que inhiben el desarrollo pleno de las potencialidades de México.
Existen varias áreas de oportunidad. Por ejemplo, la inversión en educación no es eficaz al no mejorar la calidad del capital de trabajo. Con relación al mercado laboral, el talento no es utilizado de forma eficiente. En el tema de mercado de bienes y servicios es necesario mejorar las condiciones de competencia. En el sistema financiero el problema radica en la dificultad que tienen las empresas para acceder al crédito.
México en diversos rubros ha permanecido estancado, a diferencia de otros países que están llevando a cabo las reformas estructurales necesarias y que están mejorando su competitividad y que por lo tanto, han confrontado de mejor manera la crisis actual. Así, de acuerdo a la opinión que el WEF obtuvo de distintos economistas a nivel mundial, menciona que esperan un efecto positivo a pesar de la crisis en Brasil, India y China. En general, entre las implicaciones que han mejorado el desempeño de distintas naciones se encuentran el cambio de dirección de economías orientadas a la exportación para dar más importancia a la demanda doméstica, invertir en áreas enfocadas al crecimiento, eliminar las empresas no competitivas y corregir problemas estructurales.
En México hace falta una agenda a largo plazo, aunque implique un costo político para cualquier partido. Es urgente la coordinación de los sectores público, privado y académico con el fin de proponer soluciones que resuelvan los problemas actuales, además de alcanzar la vinculación entre universidad y sector productivo. Reportes como el del WEF, con un análisis profundo de las mejores prácticas alrededor del mundo, permitirían a nuestro país adaptar ideas de otros países que apoyen la competitividad.
Se requiere el esfuerzo conjunto de la sociedad para progresar rápidamente y no quedar rezagados. Todos los ciudadanos debemos participar activamente y exigir resultados. Si nuestros representantes únicamente piensan en el costo político que tendrán sus decisiones importantes y continúan postergando las reformas estructurales (reformas profundas y eficaces), el liderazgo y bienestar de nuestro país seguirá en descenso. Castiguemos a los partidos políticos y sus representantes que impidan el desarrollo de México.
ARTÍCULO NÚMERO 55
Esta semana asistí a la presentación de los resultados de México en el Reporte de Competitividad Global 2009-2010 del World Economic Forum (WEF) por parte de la Dra. Irene Mia, directora y economista Senior del equipo del WEF.
Se mencionó la importancia de que México desarrolle un entorno propicio para la innovación, contar con una educación de calidad y promover el uso de tecnologías. Este año, nuestro país ocupó el lugar 60 de 133 países, misma posición que obtuvo en el 2008. El primer lugar fue para Suiza, seguido de Estados Unidos y Singapur.
Se destaca el hecho de que México no haya descendido posiciones a pesar de la crisis económica que tanto ha afectado, situación que se explica en parte por la posición más sólida que tiene nuestro país en distintos rubros, como la estabilidad macroeconómica y el tamaño del mercado. Sin embargo, por primera vez Brasil supera a México al ocupar el lugar 56.
Para obtener un mejor desempeño es necesario enfrentar las reformas estructurales, contar con mercados más eficientes y mejorar el sistema educativo. Además, en este reporte se menciona que los empresarios mexicanos han señalado que la burocracia, corrupción e inseguridad son los principales problemas que afectan el ambiente de negocios y que inhiben el desarrollo pleno de las potencialidades de México.
Existen varias áreas de oportunidad. Por ejemplo, la inversión en educación no es eficaz al no mejorar la calidad del capital de trabajo. Con relación al mercado laboral, el talento no es utilizado de forma eficiente. En el tema de mercado de bienes y servicios es necesario mejorar las condiciones de competencia. En el sistema financiero el problema radica en la dificultad que tienen las empresas para acceder al crédito.
México en diversos rubros ha permanecido estancado, a diferencia de otros países que están llevando a cabo las reformas estructurales necesarias y que están mejorando su competitividad y que por lo tanto, han confrontado de mejor manera la crisis actual. Así, de acuerdo a la opinión que el WEF obtuvo de distintos economistas a nivel mundial, menciona que esperan un efecto positivo a pesar de la crisis en Brasil, India y China. En general, entre las implicaciones que han mejorado el desempeño de distintas naciones se encuentran el cambio de dirección de economías orientadas a la exportación para dar más importancia a la demanda doméstica, invertir en áreas enfocadas al crecimiento, eliminar las empresas no competitivas y corregir problemas estructurales.
En México hace falta una agenda a largo plazo, aunque implique un costo político para cualquier partido. Es urgente la coordinación de los sectores público, privado y académico con el fin de proponer soluciones que resuelvan los problemas actuales, además de alcanzar la vinculación entre universidad y sector productivo. Reportes como el del WEF, con un análisis profundo de las mejores prácticas alrededor del mundo, permitirían a nuestro país adaptar ideas de otros países que apoyen la competitividad.
Se requiere el esfuerzo conjunto de la sociedad para progresar rápidamente y no quedar rezagados. Todos los ciudadanos debemos participar activamente y exigir resultados. Si nuestros representantes únicamente piensan en el costo político que tendrán sus decisiones importantes y continúan postergando las reformas estructurales (reformas profundas y eficaces), el liderazgo y bienestar de nuestro país seguirá en descenso. Castiguemos a los partidos políticos y sus representantes que impidan el desarrollo de México.
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