Francisco Rodríguez
Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco.
Jaume Perich
LASTIMERO, FELIPE CALDERÓN presume ahora el fracaso de su gestión: en un año 6 millones de mexicanos ingresaron al estrato de la pobreza. Hay familias, dijo que no tienen “siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”. Todo un logro, sí señor.
El ocupante de Los Pinos busca así la conmiseración social y la de los legisladores opositores para que sean aprobados sus muy discutibles proyectos fiscales y, ahora también, sus iniciativas para que el ahorro de los trabajadores en el IMSS y en las Afores –las hormiguitas de la fábula--, sean dilapidados por su fallida Administración.
¿Dónde están ahora las mentiras propagandísticas sobre la dizque mejoría económica?
Don Emilio Treviño, colaborador asiduo de este espacio, nos remite a lo que respecto al empleo --banderín de la también fallida campaña electoral, e indiscutible indicador de la real situación económica-- señalan especialistas neutrales, lo mismo que entidades financieras o empresariales, cada vez más alejadas de Felipe Calderón.
Encuentra el señor Treviño que el 24 de septiembre, en primera plana del diario Reforma la reportera Verónica Gascón indicaba que "al cierre del presente año, el sector productivo mexicano habrá perdido un millón de empleos, estimó la coparmex… con esta previsión, el sector privado eleva una estimación previa, que ubicaba la pérdida de puesto de trabajo… entre 700 mil y 750 mil plazas. (...) Gonzalez Sada (presidente del sindicato patronal dijo (que) la recuperación de los puestos de trabajo será lenta, y es previsible un estallido social si no se modifica la situación, por lo que llamó a aprobar las reformas pendientes...".
Debe reflexionarse que además del millón de trabajos perdidos en 2009, se dejaron de crear el millón de empleos requeridos por año en México por simple presión demográfica; o sea que el pasivo laboral –sólo de 2009-- es de dos millones de puestos de trabajo, más lo acumulado en lustros, todo eso en vísperas del cabalístico 2010.
SOBRE LA DESTRUCCIÓN de empleos, la opinión de otra voz autorizada, sin lastres “izquierdistas” (para que no lo descalifiquen), la cita el periodista Alberto Verdusco: “entre 5 y 7 años transcurrirán para que el empleo retome (en México) los máximos niveles alcanzados en 2008, advirtió el vicepresidente senior de Manpower, David Arkless”, en Milenio del 9 de septiembre.
Una opinión muy realista y confiable sobre la marcha de la economía mundial, es reproducía en Milenio el 5 de septiembre: “la economía emerge de la peor crisis: FMI. La recuperación será lenta y el desempleo continuará siendo un gran riesgo latente”, y proseguía la nota, “estoy preocupado por los costos sociales y económicos del elevado desempleo, que persistirá incluso si los mercados financieros y la producción se estabilizan: Dominique Strauss-Khan”, quien es el director del Fondo Monetario Internacional.
Por su parte, el 25 de agosto en el mismo Milenio, el especialista Samuel garcía escribía: “el célebre economista Nouriel Roubini, el mismo que pronosticó el estallido de la crisis financiera, está ahora advirtiendo de los graves riesgos de una “inevitable recaída” una vez que se diluyan los efectos de los planes de reactivación gubernamentales y que afloren los graves déficits fiscales en que se ha incurrido obligando a los gobiernos a recortar gastos corrientes y de inversión, como ya está ocurriendo con México.”
En una fecha más reciente, el 15 de septiembre, en el diario Reforma, el ex economista en jefe del FMI, Kenneth Rogoff señalaba: “… sigue existiendo un riesgo de que la crisis financiera esté hibernando simplemente, mientras se metamorfosea lentamente en una crisis de deuda gubernamental”.
El reportero Ulises Díaz, de Reforma, citaba al FMI el 23 de septiembre: “para que la economía mundial retome el rumbo que tenía antes de la crisis financiera que estalló en 2008, se necesitarán por lo menos siete años más”.
AHORA BIEN, SI meditamos en la dependencia económica hacia Estados Unidos en que se postró al país por culpa de los tecnócratas (con nuestra pasiva aceptación social) podemos imaginar las consecuencias para México, según estas dos últimas previsiones, tomando en cuenta que en EU fue donde se desinfló la burbuja especulativa inmobiliaria.
Sobre la riesgosa dependencia mexicana de Estados Unidos, resulta ilustrativo atender la nota del diario Reforma, del 31 de agosto, en la cual Verónica Gascón indica que “el modelo económico en México, que depende de la producción petrolera y el comercio con Estados Unidos, hace al país dependiente y vulnerable, advirtió el Consejo Coordinador Empresarial”. O sea, que los propios capitalistas admiten el riesgo del modelo.
Este 29 de septiembre, Viridiana Mendoza Escamilla anotaba en El Financiero previsiones de la consultora Merrill Lynch sobre actividad económica en Latinoamérica: "tomará cinco trimestres a Brasil y Perú llegar a índices de actividad previos a la crisis; en tanto que a Colombia, seis, y dos años completos a Chile. Mientras que México lo hará hasta 2011".
Ya por último, en un entorno más financiero, destaca la opinión del analista Joel Martínez en el diario Reforma del 24 de septiembre: “poco a poco, las estrategias de algunos intermediarios, incluida al menos una de las mesas top bancarias, se están inclinando a “comprar” el escenario de que el sexenio (de Calderón) en materia económica está perdido”. Y a continuación se pregunta Martínez “¿qué han hecho las mesas de dinero y portafolios escépticos que consideran que el sexenio y el ciclo de gobierno del PAN prácticamente ya se acabó?” y a continuación responde Martínez “vender bonos de largo plazo de deuda del gobierno federal con tasas en pesos y reforzar sus posturas defensivas contra una nueva devaluación de nuestra moneda en lo que resta de 2009 y 2010”.
En ese contexto, quizá no esté fuera de lugar citar una lejana apreciación (20 de mayo) de Enrique Quintana en Reforma cuando advertía “el 2010 estará lejos de ser un año de recuperación, como muchos lo imaginan. Para algunos quizá sea incluso peor que este 2009”.
Resulta aconsejable meditar en este marco de grises perspectivas económicas por calderonato, en estos momentos en que el paquete fiscal 2010 distrae la atención de lo importante por lo urgente.
Así, resulta comprensible la afirmación del destacado ex panista Francisco Paoli Bolio cuando en entrevista con Álvaro Delgado, sentencia “(Calderón) va camino al fracaso”, cual cita la revista Proceso en su edición del 30 agosto.
Índice Flamígero: Habrá que felicitar al médico de almas que despacha como titular de la Secretaría de Salud de la fallida administración federal, Miguel Ángel Córdoba, por su inagotable imaginación. Está “matando dos pájaros de un tiro”. Al tiempo que informa a los médicos de todo el país sobre la pandemia de la influenza, los incita a aprender o, en su caso, a perfeccionar sus conocimientos del que dicen es “el idioma de Shakespeare”. Con gran velocidad han puesto a trabajar las fotocopiadoras y han enviado a todas las entidades federativas textos donde con toda claridad se explica a los profesionales de la salud todo aquello que deben hacer ante el rebrote de la influenza. Sólo que todos los textos están en inglés. ¿Habrá cambiado ya el idioma oficial mexicano?
Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco.
Jaume Perich
LASTIMERO, FELIPE CALDERÓN presume ahora el fracaso de su gestión: en un año 6 millones de mexicanos ingresaron al estrato de la pobreza. Hay familias, dijo que no tienen “siquiera los componentes necesarios para la alimentación de sus hijos”. Todo un logro, sí señor.
El ocupante de Los Pinos busca así la conmiseración social y la de los legisladores opositores para que sean aprobados sus muy discutibles proyectos fiscales y, ahora también, sus iniciativas para que el ahorro de los trabajadores en el IMSS y en las Afores –las hormiguitas de la fábula--, sean dilapidados por su fallida Administración.
¿Dónde están ahora las mentiras propagandísticas sobre la dizque mejoría económica?
Don Emilio Treviño, colaborador asiduo de este espacio, nos remite a lo que respecto al empleo --banderín de la también fallida campaña electoral, e indiscutible indicador de la real situación económica-- señalan especialistas neutrales, lo mismo que entidades financieras o empresariales, cada vez más alejadas de Felipe Calderón.
Encuentra el señor Treviño que el 24 de septiembre, en primera plana del diario Reforma la reportera Verónica Gascón indicaba que "al cierre del presente año, el sector productivo mexicano habrá perdido un millón de empleos, estimó la coparmex… con esta previsión, el sector privado eleva una estimación previa, que ubicaba la pérdida de puesto de trabajo… entre 700 mil y 750 mil plazas. (...) Gonzalez Sada (presidente del sindicato patronal dijo (que) la recuperación de los puestos de trabajo será lenta, y es previsible un estallido social si no se modifica la situación, por lo que llamó a aprobar las reformas pendientes...".
Debe reflexionarse que además del millón de trabajos perdidos en 2009, se dejaron de crear el millón de empleos requeridos por año en México por simple presión demográfica; o sea que el pasivo laboral –sólo de 2009-- es de dos millones de puestos de trabajo, más lo acumulado en lustros, todo eso en vísperas del cabalístico 2010.
SOBRE LA DESTRUCCIÓN de empleos, la opinión de otra voz autorizada, sin lastres “izquierdistas” (para que no lo descalifiquen), la cita el periodista Alberto Verdusco: “entre 5 y 7 años transcurrirán para que el empleo retome (en México) los máximos niveles alcanzados en 2008, advirtió el vicepresidente senior de Manpower, David Arkless”, en Milenio del 9 de septiembre.
Una opinión muy realista y confiable sobre la marcha de la economía mundial, es reproducía en Milenio el 5 de septiembre: “la economía emerge de la peor crisis: FMI. La recuperación será lenta y el desempleo continuará siendo un gran riesgo latente”, y proseguía la nota, “estoy preocupado por los costos sociales y económicos del elevado desempleo, que persistirá incluso si los mercados financieros y la producción se estabilizan: Dominique Strauss-Khan”, quien es el director del Fondo Monetario Internacional.
Por su parte, el 25 de agosto en el mismo Milenio, el especialista Samuel garcía escribía: “el célebre economista Nouriel Roubini, el mismo que pronosticó el estallido de la crisis financiera, está ahora advirtiendo de los graves riesgos de una “inevitable recaída” una vez que se diluyan los efectos de los planes de reactivación gubernamentales y que afloren los graves déficits fiscales en que se ha incurrido obligando a los gobiernos a recortar gastos corrientes y de inversión, como ya está ocurriendo con México.”
En una fecha más reciente, el 15 de septiembre, en el diario Reforma, el ex economista en jefe del FMI, Kenneth Rogoff señalaba: “… sigue existiendo un riesgo de que la crisis financiera esté hibernando simplemente, mientras se metamorfosea lentamente en una crisis de deuda gubernamental”.
El reportero Ulises Díaz, de Reforma, citaba al FMI el 23 de septiembre: “para que la economía mundial retome el rumbo que tenía antes de la crisis financiera que estalló en 2008, se necesitarán por lo menos siete años más”.
AHORA BIEN, SI meditamos en la dependencia económica hacia Estados Unidos en que se postró al país por culpa de los tecnócratas (con nuestra pasiva aceptación social) podemos imaginar las consecuencias para México, según estas dos últimas previsiones, tomando en cuenta que en EU fue donde se desinfló la burbuja especulativa inmobiliaria.
Sobre la riesgosa dependencia mexicana de Estados Unidos, resulta ilustrativo atender la nota del diario Reforma, del 31 de agosto, en la cual Verónica Gascón indica que “el modelo económico en México, que depende de la producción petrolera y el comercio con Estados Unidos, hace al país dependiente y vulnerable, advirtió el Consejo Coordinador Empresarial”. O sea, que los propios capitalistas admiten el riesgo del modelo.
Este 29 de septiembre, Viridiana Mendoza Escamilla anotaba en El Financiero previsiones de la consultora Merrill Lynch sobre actividad económica en Latinoamérica: "tomará cinco trimestres a Brasil y Perú llegar a índices de actividad previos a la crisis; en tanto que a Colombia, seis, y dos años completos a Chile. Mientras que México lo hará hasta 2011".
Ya por último, en un entorno más financiero, destaca la opinión del analista Joel Martínez en el diario Reforma del 24 de septiembre: “poco a poco, las estrategias de algunos intermediarios, incluida al menos una de las mesas top bancarias, se están inclinando a “comprar” el escenario de que el sexenio (de Calderón) en materia económica está perdido”. Y a continuación se pregunta Martínez “¿qué han hecho las mesas de dinero y portafolios escépticos que consideran que el sexenio y el ciclo de gobierno del PAN prácticamente ya se acabó?” y a continuación responde Martínez “vender bonos de largo plazo de deuda del gobierno federal con tasas en pesos y reforzar sus posturas defensivas contra una nueva devaluación de nuestra moneda en lo que resta de 2009 y 2010”.
En ese contexto, quizá no esté fuera de lugar citar una lejana apreciación (20 de mayo) de Enrique Quintana en Reforma cuando advertía “el 2010 estará lejos de ser un año de recuperación, como muchos lo imaginan. Para algunos quizá sea incluso peor que este 2009”.
Resulta aconsejable meditar en este marco de grises perspectivas económicas por calderonato, en estos momentos en que el paquete fiscal 2010 distrae la atención de lo importante por lo urgente.
Así, resulta comprensible la afirmación del destacado ex panista Francisco Paoli Bolio cuando en entrevista con Álvaro Delgado, sentencia “(Calderón) va camino al fracaso”, cual cita la revista Proceso en su edición del 30 agosto.
Índice Flamígero: Habrá que felicitar al médico de almas que despacha como titular de la Secretaría de Salud de la fallida administración federal, Miguel Ángel Córdoba, por su inagotable imaginación. Está “matando dos pájaros de un tiro”. Al tiempo que informa a los médicos de todo el país sobre la pandemia de la influenza, los incita a aprender o, en su caso, a perfeccionar sus conocimientos del que dicen es “el idioma de Shakespeare”. Con gran velocidad han puesto a trabajar las fotocopiadoras y han enviado a todas las entidades federativas textos donde con toda claridad se explica a los profesionales de la salud todo aquello que deben hacer ante el rebrote de la influenza. Sólo que todos los textos están en inglés. ¿Habrá cambiado ya el idioma oficial mexicano?
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