Decretazo y sabadazo

Teodoro Rentería Arróyave

Entre el decretazo y el sabadazo del gobierno federal para, con la ayuda de la fuerza pública, tomar las instalaciones y decidir la extinción y liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, el resultado inmediato es un nuevo enfrentamiento y conflicto con otro gremio, el Sindicato Mexicano de Electricistas y fuerzas labores y sociales que indudablemente lo apoyan.

El Decreto expedido y firmado por el presidente Felipe Calderón Hinojosa y 9 secretarios de despacho, por el que se extingue el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, es desde el punto de vista jurídico incuestionable, puesto que cubre todos los flancos, aunque carece de dos sustanciales determinaciones:

En ninguna de sus partes establece quién se hará cargo o a quién finalmente le corresponderá la operación y explotación de sus instalaciones, en otras palabras, quién suministrará el servicio en las entidades enlazadas a su red: Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Puebla, Morelos y Guerrero.

La otra imprecisión que se convierte en incógnita, es que carece del compromiso tácito de que el servicio que proporcionaba la ahora extinta Compañía de Luz y Fuerza del Centro vaya a ser privatizado, aunque pudiera desprenderse del contenido del Decreto que existe la plena seguridad de que se respetará el espíritu de la Ley respectiva.

El año de 1937, fue histórico, como todos los años del gobierno de ese gran patriota, Lázaro Cárdenas del Río; entre otras entidades e instituciones que creó para fortalecer la industrialización, el desarrollo y fortalecer la soberanía de la nación, destaca la Comisión Federal de Electricidad, que proporciona el servicio del fluido al restante territorio nacional.

Cuando los funcionarios acostumbraban charlar con los periodistas sin mayores protocolos, siempre tocábamos el tema con los del área, de el por qué se conservaban varias compañías de generación de energía eléctrica y máxime que otro presidente patriota, Adolfo López Mateos, había nacionalizado la industria en 1960 y todavía más, cuando primero en 1989 se reformara el artículo cuarto transitorio de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para establecer que el Ejecutivo encargado del servicio público que venían prestando las concesionarias en disolución y liquidación y mediante decreto presidencial del 9 de febrero de 1994, se creó el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro;

La respuesta fue siempre la misma, hay demasiados intereses económicos en conflicto, porque aún existen socios de poderosas empresas extranjeras y muchos intereses de índole político interno.

El decretazo, repetimos, no tiene fallas jurídicas, sin embargo lo que no se puede aceptar es que una acción legal se convierta en un asalto a los intereses de más de 60 mil trabajadores.

Porqué lo señalamos, simple, porque primero el aparato gubernamental dividió al gremio; luego el secretario del Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón, no la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, negó la toma de nota al Comité electo del Sindicato que encabeza Martín Esparza; después de una marcha multitudinaria de los electricistas y trabajadores solidarios, una comisión encabezada por su líder fue recibida en la Residencia Oficial de Los Pinos por el secretario particular del Presidente de la República, Luis Felipe Bravo Mena, con la cual se hizo concebir, y así lo comentamos con encomio, que se había iniciado entre mexicanos en conflicto el diálogo y la negociación. Este lunes era el día fijado para citas y respuesta al pliego petitorio.

Nada hubo de eso, sólo el sabadazo y el decretazo; por lo pronto los trabajadores leales a Martín Esparza y los disidentes que aglutina Alejandro Muñoz ya se unieron en defensa de su fuente de trabajo para revertir el Decreto y, enfatizaron, el patrimonio de la nación. El conflicto apenas empieza, ¡Qué manera de echar más leña a la hoguera del todavía latente conflicto social!

EN EL ÁTICO. Nuevamente luto en el gremio. Otro periodista fue asesinado, se trata del colega Gerardo Esparza Mata, quien se venía desempeñando como jefe de la oficina de comunicación social de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de la ciudad capital Durango, estado norteño del mismo nombre, fue ejecutado de un tiro en la cabeza. Con este nuevo homicidio suman 62 los ocurridos en los últimos nueve años.

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