Más poder al ombudsman

Enrique González Ruiz propone que la CDHDF vaya más allá de lo moral y pueda separar de su cargo a funcionarios que no respondan a las observaciones

Lydiette Carrión / El Periódico


La candidatura de Enrique González Ruiz a la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) busca, en primer lugar, dotar de dientes al organismo; centrar la defensa a los derechos sociales; tener un ombudsman educado, que ponga el ejemplo.

Para muchos, González Ruiz es uno de los candidatos más radicales. Su trabajo ha sido cercano a aquellos casos que ninguna organización de derechos humanos quiere tomar, ya sea porque tienen un componente político, o porque consideran en ese momento peligroso para el defensor reclamar la violación a los derechos de alguien.

Además, porque ha denunciado violaciones a los derechos humanos desde hace muchas décadas, cuando no había tantas organizaciones ni protección para aquellos que decidían defender a alguien.

En los años 80 fue fundador junto con Rosario Ibarra de Piedra del Frente Nacional contra la Represión, aunque prefiere ser identificado como el candidato más independiente de los grupos de poder.

De su primera propuesta, la de que implementar un mecanismo para que las recomendaciones sean efectivas, explica: “Hoy es posible que un perpetrador de violaciones a los derechos humanos pueda no aceptar una recomendación”.

– Muchos dicen que si la comisión tuviera dientes, se convertiría en un ministerio público.

– No propongo que las recomendaciones tengan un carácter punitivo, pero sí la posibilidad de que si una autoridad rechaza una recomendación sin fundamento, pueda ser separado de su cargo.

Y esto, explica, “porque la autoridad del ombudsman es moral, pero eso a veces no es suficiente porque algunas autoridades son cínicas”.

Por ejemplo, eso ocurrió en el caso de la recomendación de la Comisión nacional de los Derechos Humanos en el caso de la desaparición de los dos eperristas Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez.

La autoridad aceptó los 10 puntos técnicos de la recomendación, pero no aceptó que debe presentar con vida a los dos desaparecidos. Y no pasa nada, explica González Ruiz, quien también formó parte de la mesa de mediación entre el gobierno federal y el EPR, junto contras personalidad como Rosario Ibarra y Carlos Montemayor.

La segunda propuesta del académico es fortalecer el cumplimiento de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en el DF.

Por otra parte, hay que cuidar los derechos civiles y políticos. Ya que si bien “habíamos recibido una influencia internacional que había propiciado avances”, explica, en la actualidad también vivimos un retroceso en esos temas.

“Hoy estamos en una situación difícil, porque lo que avanza es la militarización del país, las situaciones de excepción contra aquellos llamados de delincuencia organizada” y esto se presta para violar los derechos humanos.

También “le apuesto a un ombudsman educador”, que con sus recomendaciones trate de influir en las cuestiones positivas de la sociedad. Que eduque, pues, con el ejemplo.

¿Quién es?

Es coordinador del Programa de Derechos Humanos de la UACM; y lleva décadas defendiendo casos de violaciones a los derechos humanos. Fundó el Frente Nacional Contra la Represión a finales de los 80. También fue miembro de la mesa de mediación entre el EPR y el gobierno federal, debido a la desaparición de los eperristas en 2007.

¿Quiénes lo apoyan?

Personalidades como la senadora Rosario Ibarra de Piedra; el historiador Daniel Cossío Villegas; la escritora Francesca Gargallo; el político Gilberto López y Rivas y organizaciones como la Unión de Juristas de México, el Comité Ejecutivo Democrático del SNTE-CNTE, el Frente Sindical Mexicano, el Diálogo Nacional, estudiantes de Posgrado de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, la Unión de Artesanos Indígenas No Asalariados, el Movimiento Unificado de Lucha Tríqui (MULT), la Organización Política Cultural-CLETA.

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