A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce
• El pendenciero eje del PAN
• Los pantalones del PRI
A La Jornada por sus 25 años
Excelsa la nula existencia de operadores políticos eficientes que ayuden a desconectarle la luz al cúmulo de focos rojos que tintinean enloquecidos en el tablero del gymboree (con minúsculas) presidencial. Sin duda el que ocupa (y preocupa) a Felipe es su propuesta para la PGR, donde el nombre de Arturo Chávez Chávez ha logrado el inédito consenso… pero en su contra.
Desde las primeras señales en Los Pinos del atractivo arreglón entre Felipe y Manlio Fabio —donde quedó cerrado y atrás el sucio capítulo electoral— para que Arturo sucediera a Eduardo, my friend, todo apuntaba a una buena negociación para el PRI que tendría como ficha de cambio la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, ocupada en alguna época por José Luis Santiago Vasconcelos (q.e.p.d), y después por el controvertido liderazgo de Juan Miguel Alcántara, hoy encargado del despacho de la PGR. El sugestivo pacto, es evidente, se desmadró gracias a la nula operación de Los Pinos (normal) y/o a la de Bucareli, donde confluyeron algunos de los simpáticos cables de la transacción política…
Que después de unos días y ante el nulo cruce de señales correctas por parte de este (des)gobierno, el ambiente legislativo comenzó a enrarecerse y se le puso listón con las declaraciones cautas y prudentes por parte del poderoso senador sonorense que declaraba la importancia de escuchar todas las voces, en particular las relacionadas con el tema de los derechos humanos —punto medular de la historia— para evaluar la conveniencia de aprobar la maravillosa propuesta presidencial. En resumen, las lacritas tricolores destaparon la lata de flit.
Y al ritmo que van los jaloneos, amable lector, podría ser utilizada para darle su distintiva ración a Arturo & associates, que con el correr de los días restan y dividen opiniones, ocupan y preocupan a organismos domésticos e internacionales aunado al pésimo manejo de crisis y control de daños que este nombramiento ya lleva como pasivo antes de nacer. En el remoto caso (o no) de que Arturo sea ratificado en el Senado, llegará a la PGR pegándose los dientes (por la madriza), con los ojos morados, debilitado y sin el consenso que se necesita para tan delicada misión.
Y documentando el optimismo emocionante de las fiestas patrias, el PAN se equivocó de época, o de plano está patinando sobre su mismo pendenciero eje. Sobre todo cuando César Nava anunció que enfrentarán con decisión y energía a los señores feudales del PRI para asegurar competencias auténticas, democráticas y equitativas apegadas a derecho (como... ¿en Sonora?).
Las curiositas palabras del líder azul en medio de las aguas de emocionante adversidad legislativa para aprobar el bodrio económico del presumido equipo de su jefecito, no ayudan a tender mejores puentes, aunque no deja de llamar la atención que el PRI no haya fijado una postura firme, precisa, puntual y clara sobre ese enigmático impuesto del 2%... además de querer cobijar, parajodas de la vida política, a Agustín Carstens, cuya comparecencia está planteada para el día de hoy.
Los priistas, my friend, emiten atractivas señales de que ese 2% no está, digamos, muerto, sino quizá anda de parranda antes de aterrizar en la mesa de los arreglones para colocarle moñito a la farsa y relanzar una nueva modalidad de Roqueseñal, yes?
Y junto con pegado, el (des)gobierno, atinado como siempre, respondió a cuestionamientos y en voz de Ernesto Cordero —desde la comodidad de un avión privado (¿qué... hay de otros?)— se afirmó que con la pena, pero no hay Plan B (nothing new) para pobres, así que a aprobar el asalto del 2% en despoblado, faltaba más, y ¡bienvenido el 2010!
Mientras tanto, en la carpa legislativa los intereses del PRI —que sí quiere ese 2% porque una buena parte del billete irá directo sin escalas a entidades federativas tricolores— y del gymboree presidencial se acercan entre coquetos y distantes jugando con el ánimo que ha desatado el paquetón fiscal.
Y como no hay márgenes de maniobra (y apostarán a la desmemoria colectiva), el PRI pagará, aunque no lo parezca, un alto costo político por no fajarse los pantalones y comportarse como verdadera oposición…
Por la mirilla
¡¿Viva México…?!
• El pendenciero eje del PAN
• Los pantalones del PRI
A La Jornada por sus 25 años
Excelsa la nula existencia de operadores políticos eficientes que ayuden a desconectarle la luz al cúmulo de focos rojos que tintinean enloquecidos en el tablero del gymboree (con minúsculas) presidencial. Sin duda el que ocupa (y preocupa) a Felipe es su propuesta para la PGR, donde el nombre de Arturo Chávez Chávez ha logrado el inédito consenso… pero en su contra.
Desde las primeras señales en Los Pinos del atractivo arreglón entre Felipe y Manlio Fabio —donde quedó cerrado y atrás el sucio capítulo electoral— para que Arturo sucediera a Eduardo, my friend, todo apuntaba a una buena negociación para el PRI que tendría como ficha de cambio la Subprocuraduría Jurídica y de Asuntos Internacionales, ocupada en alguna época por José Luis Santiago Vasconcelos (q.e.p.d), y después por el controvertido liderazgo de Juan Miguel Alcántara, hoy encargado del despacho de la PGR. El sugestivo pacto, es evidente, se desmadró gracias a la nula operación de Los Pinos (normal) y/o a la de Bucareli, donde confluyeron algunos de los simpáticos cables de la transacción política…
Que después de unos días y ante el nulo cruce de señales correctas por parte de este (des)gobierno, el ambiente legislativo comenzó a enrarecerse y se le puso listón con las declaraciones cautas y prudentes por parte del poderoso senador sonorense que declaraba la importancia de escuchar todas las voces, en particular las relacionadas con el tema de los derechos humanos —punto medular de la historia— para evaluar la conveniencia de aprobar la maravillosa propuesta presidencial. En resumen, las lacritas tricolores destaparon la lata de flit.
Y al ritmo que van los jaloneos, amable lector, podría ser utilizada para darle su distintiva ración a Arturo & associates, que con el correr de los días restan y dividen opiniones, ocupan y preocupan a organismos domésticos e internacionales aunado al pésimo manejo de crisis y control de daños que este nombramiento ya lleva como pasivo antes de nacer. En el remoto caso (o no) de que Arturo sea ratificado en el Senado, llegará a la PGR pegándose los dientes (por la madriza), con los ojos morados, debilitado y sin el consenso que se necesita para tan delicada misión.
Y documentando el optimismo emocionante de las fiestas patrias, el PAN se equivocó de época, o de plano está patinando sobre su mismo pendenciero eje. Sobre todo cuando César Nava anunció que enfrentarán con decisión y energía a los señores feudales del PRI para asegurar competencias auténticas, democráticas y equitativas apegadas a derecho (como... ¿en Sonora?).
Las curiositas palabras del líder azul en medio de las aguas de emocionante adversidad legislativa para aprobar el bodrio económico del presumido equipo de su jefecito, no ayudan a tender mejores puentes, aunque no deja de llamar la atención que el PRI no haya fijado una postura firme, precisa, puntual y clara sobre ese enigmático impuesto del 2%... además de querer cobijar, parajodas de la vida política, a Agustín Carstens, cuya comparecencia está planteada para el día de hoy.
Los priistas, my friend, emiten atractivas señales de que ese 2% no está, digamos, muerto, sino quizá anda de parranda antes de aterrizar en la mesa de los arreglones para colocarle moñito a la farsa y relanzar una nueva modalidad de Roqueseñal, yes?
Y junto con pegado, el (des)gobierno, atinado como siempre, respondió a cuestionamientos y en voz de Ernesto Cordero —desde la comodidad de un avión privado (¿qué... hay de otros?)— se afirmó que con la pena, pero no hay Plan B (nothing new) para pobres, así que a aprobar el asalto del 2% en despoblado, faltaba más, y ¡bienvenido el 2010!
Mientras tanto, en la carpa legislativa los intereses del PRI —que sí quiere ese 2% porque una buena parte del billete irá directo sin escalas a entidades federativas tricolores— y del gymboree presidencial se acercan entre coquetos y distantes jugando con el ánimo que ha desatado el paquetón fiscal.
Y como no hay márgenes de maniobra (y apostarán a la desmemoria colectiva), el PRI pagará, aunque no lo parezca, un alto costo político por no fajarse los pantalones y comportarse como verdadera oposición…
Por la mirilla
¡¿Viva México…?!
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