A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce
• Los chicharrones del PRI
• Revocación de mandato
Hacer (o decir) tonterías, mi estimado, no siempre es cosa de tontos. Abrumadora la campaña mediática de “logros” llevada a cabo vía telefónica por el (des)gobierno de Felipe Calderón para informar, aunque no lo parezca, que el país va a toda madre pese a la emocionante adversidad. Ahora, la descomunal espotiza que fastidió en medios electrónicos sumados al call center devela el inadmisible dispendio de Los Pinos para sacar a flote el barco de gran calado con una inundación de espots.
Hoy que se cumple un año más del sugestivo rito del 1 de septiembre, Calderón & his dumb squad siguen sin dar una. Cada vez son más las voces que señalan la torpeza, frivolidad e ineptitud con que opera el gymboree (con minúsculas) presidencial y la caterva de secretarios de Estado.
A semanas de un proceso electoral, donde perdieron hasta la risa, my friend, el partido en el poder (del no poder) y su jefe no acusan recibo del mensaje de la ciudadanía. Las alertas y los focos rojos tintinean enloquecidos en el tablero de la seguridad nacional, mientras se deslizan los aumentos que vienen chocando con recriminaciones sobre la inviabilidad de pedir más sacrificios, sobre todo cuando estos no aplican para los talentosos funcionarios, los gloriosos legisladores, los excelsos magistrados, los pasados consejeros y los caprichos presidenciales.
Hoy se debe dejar de lado la chunga que desencadenan los constantes traspiés y yerros que asombran, divierten, preocupan (y ocupan) a tirios y troyanos, y se le debe exigir a Felipe Calderón que explique cómo fue posible que el “catarrito” se convirtiera en el peor shock económico en los últimos 30 años.
Que aclare sus razones de haber escupido que en México no habría otra devaluación.
Que manifieste claramente por qué la caída tan estrepitosa en el PIB y por qué las escalofriantes cifras en el desempleo, que para diciembre podría alcanzar el techo de los 3 millones de mexicanos. De paso, que revele por qué en sus dos primeros años de (des)gobierno cayó la producción petrolera en más del 50%. Que informe sobre el estado de la economía y la mentada solidez del barco de gran calado —donde ya se mostraban signos de alarma mismos que, en aras de un proceso electoral, fueron subestimados, minimizados y por consecuencia mal aplicados— y cuáles son los pasos a seguir. Cuál es su estrategia puntual, clara y precisa ahora que entremos de lleno al peligroso oleaje de la tormenta perfecta.
Felipe está obligado a informar el balance de su mal llamada guerra contra el narcotráfico, que lo único que está acumulando son muertos y agravios en la población por el atropello a los derechos humanos. Que lo único que está solapando es una guerra sucia y una corrupción que trastoca hace tiempo a altos funcionarios civiles y de manera reciente y alarmante a nuestras fuerzas armadas.
Tres años de (des)gobierno son suficientes para entender los errores que desarrollaron el descomunal tiradero y comprender que, como en el béisbol, es hora de cambiar al pitcher basado en quiénes están en la lista para batear. Es hora de dejar de lado pasiones que afloran con los amigos que no han dado resultados y que, restando han dividido, arrastrando al país a la peligrosa caída libre aunque recete el sonsonete de que México está sólido ante la crisis y la inseguridad.
Y ya encarrerados, mi estimado, ahora que el PRI envió el sugestivo mensaje —al obligar la cancelación del festejo del besamanos blanquiazul que se llevará a cabo mañana con confeti y globos— que sus chicharrones son los que truenan en el Congreso, epicentro indiscutible en la simetría del poder, quedó develada la disposición tricolor de pagar los costos políticos que vienen aparejados con el paquetón fiscal… que podría ser volátil detonador de conflictos latentes.
Atrás debe quedar también esa imperdonable ligereza federal de justificar que el futuro nos alcanzó mostrando la visión que estos inútiles tenían sobre el mañana colmado de contextos de debacle y catastrofismo.
Hoy que quede formalmente instalado el mentado ¿Honorable? Congreso de la Unión, es hora de que sus lacritas se pongan a trabajar, por ejemplo, en la figura de la revocación de mandato.
Hacer realidad para todo gobernante, my friend, que si no puede… renuncie.
¿Se atreverán…?
Por la Mirilla
El lucido (que no es lo mismo que lúcido) presidente (ooootro con minúsculas) del Senado Carlos Navarrete enalteció con su discurso el significado de la incongruencia y el absurdo…
• Los chicharrones del PRI
• Revocación de mandato
Hacer (o decir) tonterías, mi estimado, no siempre es cosa de tontos. Abrumadora la campaña mediática de “logros” llevada a cabo vía telefónica por el (des)gobierno de Felipe Calderón para informar, aunque no lo parezca, que el país va a toda madre pese a la emocionante adversidad. Ahora, la descomunal espotiza que fastidió en medios electrónicos sumados al call center devela el inadmisible dispendio de Los Pinos para sacar a flote el barco de gran calado con una inundación de espots.
Hoy que se cumple un año más del sugestivo rito del 1 de septiembre, Calderón & his dumb squad siguen sin dar una. Cada vez son más las voces que señalan la torpeza, frivolidad e ineptitud con que opera el gymboree (con minúsculas) presidencial y la caterva de secretarios de Estado.
A semanas de un proceso electoral, donde perdieron hasta la risa, my friend, el partido en el poder (del no poder) y su jefe no acusan recibo del mensaje de la ciudadanía. Las alertas y los focos rojos tintinean enloquecidos en el tablero de la seguridad nacional, mientras se deslizan los aumentos que vienen chocando con recriminaciones sobre la inviabilidad de pedir más sacrificios, sobre todo cuando estos no aplican para los talentosos funcionarios, los gloriosos legisladores, los excelsos magistrados, los pasados consejeros y los caprichos presidenciales.
Hoy se debe dejar de lado la chunga que desencadenan los constantes traspiés y yerros que asombran, divierten, preocupan (y ocupan) a tirios y troyanos, y se le debe exigir a Felipe Calderón que explique cómo fue posible que el “catarrito” se convirtiera en el peor shock económico en los últimos 30 años.
Que aclare sus razones de haber escupido que en México no habría otra devaluación.
Que manifieste claramente por qué la caída tan estrepitosa en el PIB y por qué las escalofriantes cifras en el desempleo, que para diciembre podría alcanzar el techo de los 3 millones de mexicanos. De paso, que revele por qué en sus dos primeros años de (des)gobierno cayó la producción petrolera en más del 50%. Que informe sobre el estado de la economía y la mentada solidez del barco de gran calado —donde ya se mostraban signos de alarma mismos que, en aras de un proceso electoral, fueron subestimados, minimizados y por consecuencia mal aplicados— y cuáles son los pasos a seguir. Cuál es su estrategia puntual, clara y precisa ahora que entremos de lleno al peligroso oleaje de la tormenta perfecta.
Felipe está obligado a informar el balance de su mal llamada guerra contra el narcotráfico, que lo único que está acumulando son muertos y agravios en la población por el atropello a los derechos humanos. Que lo único que está solapando es una guerra sucia y una corrupción que trastoca hace tiempo a altos funcionarios civiles y de manera reciente y alarmante a nuestras fuerzas armadas.
Tres años de (des)gobierno son suficientes para entender los errores que desarrollaron el descomunal tiradero y comprender que, como en el béisbol, es hora de cambiar al pitcher basado en quiénes están en la lista para batear. Es hora de dejar de lado pasiones que afloran con los amigos que no han dado resultados y que, restando han dividido, arrastrando al país a la peligrosa caída libre aunque recete el sonsonete de que México está sólido ante la crisis y la inseguridad.
Y ya encarrerados, mi estimado, ahora que el PRI envió el sugestivo mensaje —al obligar la cancelación del festejo del besamanos blanquiazul que se llevará a cabo mañana con confeti y globos— que sus chicharrones son los que truenan en el Congreso, epicentro indiscutible en la simetría del poder, quedó develada la disposición tricolor de pagar los costos políticos que vienen aparejados con el paquetón fiscal… que podría ser volátil detonador de conflictos latentes.
Atrás debe quedar también esa imperdonable ligereza federal de justificar que el futuro nos alcanzó mostrando la visión que estos inútiles tenían sobre el mañana colmado de contextos de debacle y catastrofismo.
Hoy que quede formalmente instalado el mentado ¿Honorable? Congreso de la Unión, es hora de que sus lacritas se pongan a trabajar, por ejemplo, en la figura de la revocación de mandato.
Hacer realidad para todo gobernante, my friend, que si no puede… renuncie.
¿Se atreverán…?
Por la Mirilla
El lucido (que no es lo mismo que lúcido) presidente (ooootro con minúsculas) del Senado Carlos Navarrete enalteció con su discurso el significado de la incongruencia y el absurdo…
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