Carlos Fernández-Vega / México SA
Tercera temporada del cuentacuentos
Ya llegó, ya está aquí, la tercera temporada del cuentacuentos de Los Pinos. Si nada tiene que hacer este martes primero de septiembre de 2009 (por ejemplo, salir en busca de empleo o algo que se le parezca; ir al Monte de Piedad para empeñar algún bien y conseguir con qué defenderse unos días más; pedir prestado al vecino, aunque conozca la respuesta; recurrir al trueque para completar la comida, o deportes similares), diviértase con las fábulas contenidas en el llamado "tercer Informe de gobierno".
Antes de la puesta formal en escena, este personaje chocarrero ha ofrecido algunos adelantos: “una vez superada la crisis, tendremos una economía más fuerte y más dinámica, una economía que atraiga inversión y genere los empleos que tú y tu familia tanto necesitan… Estamos golpeando, con decisión y sin distingos, a todos los grupos criminales… Los mexicanos estamos alcanzando la cobertura universal de salud: hoy, gracias a que se ha triplicado el presupuesto del Seguro Popular en tres años, 10 millones de familias que no pertenecen al Seguro Social o al ISSSTE ya pueden tener un seguro que cubra sus gastos médicos y tengan los servicios de salud que se merecen, sin tener que endeudarse…”
Las dos primeras frases chuscas, citadas líneas arriba y repetidas a lo largo de sus 33 meses de estancia en Los Pinos, han hecho llorar a los mexicanos (no precisamente de risa), pero la tercera resulta llamativa: de acuerdo con el Inegi, cada familia mexicana está conformada por 4.3 integrantes, en promedio; entonces, si el Seguro Popular "atiende" a 10 millones de familias, el IMSS a 13.9 millones y el ISSSTE a 2.5 millones, resulta que más de 113.5 millones de mexicanos tienen "cobertura universal de salud", aunque oficialmente el país esté habitado por poco más de 107 millones, de tal suerte que la jocosa fábula calderonista se excedió por algo así como 6 millones de paisanos no natos.
Las anteriores, sin duda, no serán las únicas gracejadas incluidas en el "tercer Informe de gobierno", pero sirvan de botana las relativas a los "logros" económicos, a los "golazos" contra el crimen organizado y a la "cobertura universal de salud" para gozar íntegramente el show, y una vez concluido el espectáculo sean los mexicanos tan amables de comparar su lacerante realidad cotidiana con lo dicho por el locutor de Los Pinos, y de inmediato querrán vivir en el país de las fábulas, en calderolandia.
Más allá de las fábulas, el inquilino de Los Pinos no tiene absolutamente nada que "transmitir" a los mexicanos, nada que presumir, nada que informar sobre el estado que guarda la nación, porque son los habitantes de este heroico país quienes sufren en carne propia lo que el michoacano (con el perdón de los originarios de ese bello estado) pretende "esconder": la terrible realidad económica, política y social, y la deplorable ineficiencia gubernamental, mientras el austero cuentacuentos se sirve con la cuchara no grande, sino enorme de los dineros públicos para inflar su presentación mediática y defender lo indefendible. Mientras recorta presupuestos fundamentales para el desarrollo nacional, como el educativo, destina millones y millones de pesos del erario a su faraónico show del "tercer Informe".
¿Qué "informará" a la nación? Que "México está en marcha", "vamos por el rumbo correcto" y "avanzamos en la dirección correcta". Ya lo dijo en el primer "Informe". Que "la política económica ha buscado crear las bases para impulsar una economía competitiva y generadora de empleos, mediante estrategias dirigidas a fomentar la inversión productiva, ampliar las capacidades de las personas y promover un mayor crecimiento de la productividad". También lo expresó en la primera temporada. Que "hemos actuado con firmeza y decisión para fortalecer el estado de derecho y garantizar la seguridad pública en todo el país como condiciones indispensables para el desarrollo". Ídem.
O tal vez que "han sido exitosas las medidas contracíclicas adoptadas durante 2008 por el gobierno federal para hacer frente a un entorno económico externo adverso", aunque ya lo dijo en el segundo "Informe". Que "la transformación de nuestro país está en marcha y avanza en la dirección correcta", aunque "falta mucho camino que recorrer" y que la crisis "es internacional", es posible, pero ya lo aseguró en los dos "informes" previos. Igual presumirá sus "cinco grandes vertientes de gobierno" ("estado de derecho y seguridad, economía competitiva y generadora de empleos, igualdad de oportunidades, sustentabilidad ambiental y democracia efectiva y política exterior responsable"), y sus respectivos "logros", pero ese sketch lo utilizó en ocasiones anteriores.
¿De qué, entonces?, porque difícilmente informará que en apenas dos años y fracción –su estancia en Los Pinos– alrededor de 10 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza, para llegar a 55 millones el número de paisanos hundidos en tal condición; que el desplome económico mexicano es histórico y brutal, y su consecuencia social aún mayor; que la tasa oficial de desempleo abierto se incrementó 71 por ciento en ese periodo; que en igual lapso un millón 200 mil paisanos fueron incorporados a la desocupación absoluta, para totalizar 2.8 millones; que el "blindaje" económico fue de saliva, y de papel el "navío de gran calado"; que el prometido "nunca más otra crisis" fue una crueldad de su parte y que en 2009 la economía mexicana ocupará el último lugar en América Latina y uno de los más bajos en el mundo; que su "política anticíclica" no sirvió para nada y que de nada sirve su gobierno. ¿De qué, pues?
Habrá que leer el "Informe" del cuentacuentos y estar atento al show, mientras los "estrategas" de Los Pinos descaradamente transgreden la privacidad telefónica de muchos mexicanos (pagada puntualmente a Telmex) con el servicio de call center por ellos contratado para "difundir resúmenes y avances del tercer Informe de gobierno". En no pocos casos, y para que no los jodan, los usuarios del servicio telefónico pagan a la empresa de Carlos Slim una cantidad mensual por "privacidad en directorio y 040", pago y privacidad que Calderón y sus guajiros también se han pasado por el arco del triunfo.
Las rebanadas del pastel
Y después de las fábulas ("tercer Informe") y el show (próximo miércoles en Palacio Nacional) en calderolandia, prepárense para el paquetazo económico.
Tercera temporada del cuentacuentos
Ya llegó, ya está aquí, la tercera temporada del cuentacuentos de Los Pinos. Si nada tiene que hacer este martes primero de septiembre de 2009 (por ejemplo, salir en busca de empleo o algo que se le parezca; ir al Monte de Piedad para empeñar algún bien y conseguir con qué defenderse unos días más; pedir prestado al vecino, aunque conozca la respuesta; recurrir al trueque para completar la comida, o deportes similares), diviértase con las fábulas contenidas en el llamado "tercer Informe de gobierno".
Antes de la puesta formal en escena, este personaje chocarrero ha ofrecido algunos adelantos: “una vez superada la crisis, tendremos una economía más fuerte y más dinámica, una economía que atraiga inversión y genere los empleos que tú y tu familia tanto necesitan… Estamos golpeando, con decisión y sin distingos, a todos los grupos criminales… Los mexicanos estamos alcanzando la cobertura universal de salud: hoy, gracias a que se ha triplicado el presupuesto del Seguro Popular en tres años, 10 millones de familias que no pertenecen al Seguro Social o al ISSSTE ya pueden tener un seguro que cubra sus gastos médicos y tengan los servicios de salud que se merecen, sin tener que endeudarse…”
Las dos primeras frases chuscas, citadas líneas arriba y repetidas a lo largo de sus 33 meses de estancia en Los Pinos, han hecho llorar a los mexicanos (no precisamente de risa), pero la tercera resulta llamativa: de acuerdo con el Inegi, cada familia mexicana está conformada por 4.3 integrantes, en promedio; entonces, si el Seguro Popular "atiende" a 10 millones de familias, el IMSS a 13.9 millones y el ISSSTE a 2.5 millones, resulta que más de 113.5 millones de mexicanos tienen "cobertura universal de salud", aunque oficialmente el país esté habitado por poco más de 107 millones, de tal suerte que la jocosa fábula calderonista se excedió por algo así como 6 millones de paisanos no natos.
Las anteriores, sin duda, no serán las únicas gracejadas incluidas en el "tercer Informe de gobierno", pero sirvan de botana las relativas a los "logros" económicos, a los "golazos" contra el crimen organizado y a la "cobertura universal de salud" para gozar íntegramente el show, y una vez concluido el espectáculo sean los mexicanos tan amables de comparar su lacerante realidad cotidiana con lo dicho por el locutor de Los Pinos, y de inmediato querrán vivir en el país de las fábulas, en calderolandia.
Más allá de las fábulas, el inquilino de Los Pinos no tiene absolutamente nada que "transmitir" a los mexicanos, nada que presumir, nada que informar sobre el estado que guarda la nación, porque son los habitantes de este heroico país quienes sufren en carne propia lo que el michoacano (con el perdón de los originarios de ese bello estado) pretende "esconder": la terrible realidad económica, política y social, y la deplorable ineficiencia gubernamental, mientras el austero cuentacuentos se sirve con la cuchara no grande, sino enorme de los dineros públicos para inflar su presentación mediática y defender lo indefendible. Mientras recorta presupuestos fundamentales para el desarrollo nacional, como el educativo, destina millones y millones de pesos del erario a su faraónico show del "tercer Informe".
¿Qué "informará" a la nación? Que "México está en marcha", "vamos por el rumbo correcto" y "avanzamos en la dirección correcta". Ya lo dijo en el primer "Informe". Que "la política económica ha buscado crear las bases para impulsar una economía competitiva y generadora de empleos, mediante estrategias dirigidas a fomentar la inversión productiva, ampliar las capacidades de las personas y promover un mayor crecimiento de la productividad". También lo expresó en la primera temporada. Que "hemos actuado con firmeza y decisión para fortalecer el estado de derecho y garantizar la seguridad pública en todo el país como condiciones indispensables para el desarrollo". Ídem.
O tal vez que "han sido exitosas las medidas contracíclicas adoptadas durante 2008 por el gobierno federal para hacer frente a un entorno económico externo adverso", aunque ya lo dijo en el segundo "Informe". Que "la transformación de nuestro país está en marcha y avanza en la dirección correcta", aunque "falta mucho camino que recorrer" y que la crisis "es internacional", es posible, pero ya lo aseguró en los dos "informes" previos. Igual presumirá sus "cinco grandes vertientes de gobierno" ("estado de derecho y seguridad, economía competitiva y generadora de empleos, igualdad de oportunidades, sustentabilidad ambiental y democracia efectiva y política exterior responsable"), y sus respectivos "logros", pero ese sketch lo utilizó en ocasiones anteriores.
¿De qué, entonces?, porque difícilmente informará que en apenas dos años y fracción –su estancia en Los Pinos– alrededor de 10 millones de mexicanos se sumaron a la pobreza, para llegar a 55 millones el número de paisanos hundidos en tal condición; que el desplome económico mexicano es histórico y brutal, y su consecuencia social aún mayor; que la tasa oficial de desempleo abierto se incrementó 71 por ciento en ese periodo; que en igual lapso un millón 200 mil paisanos fueron incorporados a la desocupación absoluta, para totalizar 2.8 millones; que el "blindaje" económico fue de saliva, y de papel el "navío de gran calado"; que el prometido "nunca más otra crisis" fue una crueldad de su parte y que en 2009 la economía mexicana ocupará el último lugar en América Latina y uno de los más bajos en el mundo; que su "política anticíclica" no sirvió para nada y que de nada sirve su gobierno. ¿De qué, pues?
Habrá que leer el "Informe" del cuentacuentos y estar atento al show, mientras los "estrategas" de Los Pinos descaradamente transgreden la privacidad telefónica de muchos mexicanos (pagada puntualmente a Telmex) con el servicio de call center por ellos contratado para "difundir resúmenes y avances del tercer Informe de gobierno". En no pocos casos, y para que no los jodan, los usuarios del servicio telefónico pagan a la empresa de Carlos Slim una cantidad mensual por "privacidad en directorio y 040", pago y privacidad que Calderón y sus guajiros también se han pasado por el arco del triunfo.
Las rebanadas del pastel
Y después de las fábulas ("tercer Informe") y el show (próximo miércoles en Palacio Nacional) en calderolandia, prepárense para el paquetazo económico.
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