Eduardo Ibarra Aguirre
Terca como es la realidad frente a los que pretenden ignorarla con la soberbia característica del poder del Estado y la carencia de operadores políticos, mandó al bote de la basura los preparativos con todo y sus costos en tiempos de enormes carencias, la siguiente invitación:
“ La Presidencia de la República tiene el agrado de invitarlo al Tercer Informe de Gobierno que el C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, ofrecerá el martes 1 de septiembre de 2009 a las 09:00 horas en el Patio Central del Palacio Nacional. Se agradecerá su presencia una hora antes con identificación oficial (se ve que el miedo no anda en burro). Favor de confirmar su asistencia al teléfono 55 40 61 03”.
Aparte del rutinario dispendio del tiempo de trabajo de una costosísima elite gubernamental que usted paga con sus impuestos, sólo para esperar el arribo del primer empleado del país, que eso y no otra cosa es en términos constitucionales, republicanos, es notable que la nueva correlación de fuerzas políticas y legislativas le saltó a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa por donde menos esperaba.
Pese a que las elecciones federales intermedias se realizaron hace 57 días, el gris abogado –ignoró el artículo 69 de la Constitución– y peor economista –obsérvese la debacle económica y financiera por “la crisis que viene de fuera” y que durante dos años subestimaron, ignoraron como un simple “catarrito”–, le cuesta mucho trabajo asumir que el acotamiento –otros prefieren llamarle sometimiento– del titular del Ejecutivo será un dato esencial en los próximos tres años y tres meses, salvo que la soberanía popular –consagrada en la ley de leyes– disponga otra cosa.
Resulta que alguno de los geniales organizadores de la gran fiesta del michoacano de Morelia, con motivo de la obligación de rendir cuentas al Legislativo federal y por su conducto a todos los gobernados, no reparó en que Francisco Rojas Gutiérrez en mancuerna con Manlio Fabio Beltrones Rivera no permitirían que el faraónico acto se realizara ocho horas antes de que se instale oficialmente la Cámara de Diputados y sesione el Congreso de la Unión.
Escribí faraónico apegado al antecedente del 2 de septiembre de 2007, en que mil invitados, principalmente subordinados del titular del Ejecutivo, lo aplaudieron en 23 ocasiones durante 34 minutos del discurso pronunciado frente a las cámaras más influyentes y retardatarias del país: las de Televisa y de Televisión Azteca. El nuevo ritual del gobierno de la alternancia se resiste a divorciarse de las tan arcaicas como añoradas prácticas del llamado mes del presidente, de aquél que representaba el absolutismo.
Cuando es demasiado poco lo que puede informar Calderón, que no sean los incontenibles efectos que padecen los bolsillos y los hogares de las mayorías empobrecidas por la ineptitud y la abulia del grupo gobernante, un equipazo de imagólogos, comunicadores, asesores y publicistas privados fue puesto en movimiento para montar un dispositivo propagandístico que no repara ni en la privacidad de las líneas telefónicas y recetan las fantasiosas obras y realizaciones del gobierno del empleo y del estado de derecho .
El hombre con pronunciados surcos en la frente, se empeña en organizarse una gran fiesta en Palacio y la hará. Echa la casa por la ventana, pero no la propia sino la de todos los mexicanos. Para eso no existe ninguna carencia de recursos ni políticas de austeridad, como lo revela el gasto en publicidad institucional de 8 mil 779 millones 548 mil pesos –durante dos años y tres meses de gestión, lo que significa 228.57 por ciento respecto al gasto ejercido por Vicente Fox Quesada –, a tono con cifras de la más reciente edición de la revista Etcétera.
Terca como es la realidad frente a los que pretenden ignorarla con la soberbia característica del poder del Estado y la carencia de operadores políticos, mandó al bote de la basura los preparativos con todo y sus costos en tiempos de enormes carencias, la siguiente invitación:
“ La Presidencia de la República tiene el agrado de invitarlo al Tercer Informe de Gobierno que el C. Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, Felipe Calderón Hinojosa, ofrecerá el martes 1 de septiembre de 2009 a las 09:00 horas en el Patio Central del Palacio Nacional. Se agradecerá su presencia una hora antes con identificación oficial (se ve que el miedo no anda en burro). Favor de confirmar su asistencia al teléfono 55 40 61 03”.
Aparte del rutinario dispendio del tiempo de trabajo de una costosísima elite gubernamental que usted paga con sus impuestos, sólo para esperar el arribo del primer empleado del país, que eso y no otra cosa es en términos constitucionales, republicanos, es notable que la nueva correlación de fuerzas políticas y legislativas le saltó a Felipe del Sagrado Corazón de Jesús Calderón Hinojosa por donde menos esperaba.
Pese a que las elecciones federales intermedias se realizaron hace 57 días, el gris abogado –ignoró el artículo 69 de la Constitución– y peor economista –obsérvese la debacle económica y financiera por “la crisis que viene de fuera” y que durante dos años subestimaron, ignoraron como un simple “catarrito”–, le cuesta mucho trabajo asumir que el acotamiento –otros prefieren llamarle sometimiento– del titular del Ejecutivo será un dato esencial en los próximos tres años y tres meses, salvo que la soberanía popular –consagrada en la ley de leyes– disponga otra cosa.
Resulta que alguno de los geniales organizadores de la gran fiesta del michoacano de Morelia, con motivo de la obligación de rendir cuentas al Legislativo federal y por su conducto a todos los gobernados, no reparó en que Francisco Rojas Gutiérrez en mancuerna con Manlio Fabio Beltrones Rivera no permitirían que el faraónico acto se realizara ocho horas antes de que se instale oficialmente la Cámara de Diputados y sesione el Congreso de la Unión.
Escribí faraónico apegado al antecedente del 2 de septiembre de 2007, en que mil invitados, principalmente subordinados del titular del Ejecutivo, lo aplaudieron en 23 ocasiones durante 34 minutos del discurso pronunciado frente a las cámaras más influyentes y retardatarias del país: las de Televisa y de Televisión Azteca. El nuevo ritual del gobierno de la alternancia se resiste a divorciarse de las tan arcaicas como añoradas prácticas del llamado mes del presidente, de aquél que representaba el absolutismo.
Cuando es demasiado poco lo que puede informar Calderón, que no sean los incontenibles efectos que padecen los bolsillos y los hogares de las mayorías empobrecidas por la ineptitud y la abulia del grupo gobernante, un equipazo de imagólogos, comunicadores, asesores y publicistas privados fue puesto en movimiento para montar un dispositivo propagandístico que no repara ni en la privacidad de las líneas telefónicas y recetan las fantasiosas obras y realizaciones del gobierno del empleo y del estado de derecho .
El hombre con pronunciados surcos en la frente, se empeña en organizarse una gran fiesta en Palacio y la hará. Echa la casa por la ventana, pero no la propia sino la de todos los mexicanos. Para eso no existe ninguna carencia de recursos ni políticas de austeridad, como lo revela el gasto en publicidad institucional de 8 mil 779 millones 548 mil pesos –durante dos años y tres meses de gestión, lo que significa 228.57 por ciento respecto al gasto ejercido por Vicente Fox Quesada –, a tono con cifras de la más reciente edición de la revista Etcétera.
Comentarios