Derrotado a mitad del camino

Claudia Rodríguez

El mensaje que el día de ayer desde Palacio Nacional pronunció el señor Felipe Calderón, acción que realizó como agregado protocolario a la entrega del informe escrito del estado que guarda la administración pública, tuvo un destinatario toral y un mensaje de fondo.

El verbo proponer –en muy distintas y necesarias conjugaciones--, fue la palabra que más utilizó en su discurso Calderón ayer miércoles para hacer un llamado a la fuerza política que en el Congreso de la Unión le hará un gran contrapeso a sus propuestas desde el Ejecutivo. Sí, el llamado a trabajar en unidad para destrabar lo que los panistas llaman reformas estructurales y Calderón denomina como necesidad de cambio de rumbo, fue para el Partido Revolucionario Institucional (PRI), mismo que en esta nueva legislatura, tiene mayoría representativa en la Cámara de Diputados.

Ahora, a mitad del camino de su administración, el señor Calderón da un giro al sello de sus labores prioritarias -–sin pronunciar, ni evocar que anteriormente acuñó el enunciado de ser el presidente del empleo--, y propone darle un gran impulso a la infraestructura de la nación. Felipe Calderón planteó que enviaría al Legislativo para su aprobación un paquete de reformas, que desde su óptica son ultra necesarias para contrarrestar las adversidades que los cinco flagelos más importantes han afectado a los tres primeros años de su administración: la crisis económica, el combate al crimen organizado, la influenza AH1N1, la caída en la producción petrolera y la falta de agua.

Es en el Congreso de la Unión, en el que recaerá principalmente --desde la óptica calderonista--, la responsabilidad de que México pueda salir del hoyo en el que estamos atrapados a grandes profundidades.

Aunque fastuoso en recursos técnicos, de tecnología y escenografía, el mensaje del señor Calderón en razón de sus tres años al frente de la administración del Estado; en el fondo y a la luz de las mismas frases pronunciadas, se reconoció a un hombre derrotado a mitad del camino. Calderón reconoció que lo logrado hasta el momento es "claramente insuficiente" y que a este ritmo de trabajo, tomaría muchos años alcanzar "el México que queremos".

Ya ni siquiera los propios panistas creen en la posibilidad de que en los próximos tres años su líder desde el Ejecutivo, pueda rescatarlos de la negativa marca histórica que quedará inscrita para los tiempos actuales y que incluso, ha logrado que por el momento, muchos olviden citar frases negativas relacionadas con la permanencia del PRI por siete décadas al frente del gobierno federal.

Acta Divina... El diputado federal Manuel Cloutier, aseguró que a diferencia de Vicente Fox, Felipe Calderón no se deprime y enfrenta los retos. Cloutier asegura que Calderón envía el mensaje que ante la adversidad hay que ponernos, todos, a jalar parejo.

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