Teodoro Rentería Arróyave
Con el propósito de arrebatarle al Partido Revolucionario Institucional, PRI, el poder que detenta en el estado de Oaxaca, ocurre lo insólito: se unen los partidos de los extremos, el de la izquierda que no logra cohesionarse, de la Revolución Democrática, PRD y el de la derecha con su ala extrema ahora si cohesionada, Acción Nacional, PAN.
La formalización de la alianza insólita tuvo lugar este domingo en la ciudad capital Oaxaca, con un acuerdo que tiene como propósito la de formar una frente opositor para enfrentar, dijeron, con éxito al tricolor en la elección de gobernador, que se disputará en 2010. Desde luego aún no deciden quién será el candidato del híbrido político, aunque todos sabemos que se llama Gabino Cué Monteagudo.
Con caras más que risueñas, como si ya tuvieran el triunfo en las manos, en conferencia de prensa el líder estatal del blanquiazul, Carlos Moreno Alcántara, y su homólogo del Sol Azteca, Amador Jara Cruz, declararon que sus respectivos partidos tienen el compromiso de construir en Oaxaca una “gran alianza opositora al régimen actual”.
Para justificar esta revoltura del agua y del aceite, explicaron que el objetivo es construir “un proyecto de transición democrática que trascienda los intereses personales y de grupo o partido, de tal manera que garantice un cambio en la manera de gobernar, respetando las leyes y a los ciudadanos”.
Como adelantamos líneas antes, no obstante que se sabe que el candidato de la insólita coalición se llama Gabino Cué Monteagudo, porque no hay otro que le llegue en presencia e imagen, salieron con el cuento de que “los métodos de selección de candidatos se definirán en los términos de la coalición y de las leyes electorales, a fin de armonizar la normatividad de cada instituto político con los acuerdos que se alcancen.
Al mismo tiempo que se comprometieron a convocar a sus militantes y a la sociedad civil a construir esta plataforma común en foros y mesas de diálogo, también y luego de aceptar su debilidad si compitieran por separado, invitaron a unirse a la plataforma común a todos los demás partidos de oposición al tricolor así como a las organizaciones sociales. “Poco haríamos de ir solos”, reconoció el perredista Jara Cruz.
En efecto fueron ausencias notorias en el acto la de los dirigentes de los partidos Convergencia y del Trabajo, PT, porque aun están en la etapa de foros de consulta ciudadana con miras a preparar una propuesta de plataforma electoral que conjunte todas las ideologías y presente “una gran propuesta” a los ciudadanos.
La realidad es que todos están de acuerdo e inclusive, el líder “moral” del PRD, Andrés Manuel López Obrador, quien en su oportunidad afirmara que con la derecha ni a la cocina y había lanzado la prohibición en tal sentido, se sabe que ya dio su anuencia.
El dirigente del PRI en Oaxaca, Jorge Franco Vargas, sin quitarle peso a su declaración de que al priísmo no le preocupa la alianza de oposición, porque su partido se alista para los comicios con trabajo y recorridos por las diversas regiones de la entidad, la verdad es que después del ex José Murat Casab y del actual Ulises Ruiz Ortiz, en Oaxaca puede ocurrir todo: la alianza insólita y el triunfo de Gabino Cué.
Con el propósito de arrebatarle al Partido Revolucionario Institucional, PRI, el poder que detenta en el estado de Oaxaca, ocurre lo insólito: se unen los partidos de los extremos, el de la izquierda que no logra cohesionarse, de la Revolución Democrática, PRD y el de la derecha con su ala extrema ahora si cohesionada, Acción Nacional, PAN.
La formalización de la alianza insólita tuvo lugar este domingo en la ciudad capital Oaxaca, con un acuerdo que tiene como propósito la de formar una frente opositor para enfrentar, dijeron, con éxito al tricolor en la elección de gobernador, que se disputará en 2010. Desde luego aún no deciden quién será el candidato del híbrido político, aunque todos sabemos que se llama Gabino Cué Monteagudo.
Con caras más que risueñas, como si ya tuvieran el triunfo en las manos, en conferencia de prensa el líder estatal del blanquiazul, Carlos Moreno Alcántara, y su homólogo del Sol Azteca, Amador Jara Cruz, declararon que sus respectivos partidos tienen el compromiso de construir en Oaxaca una “gran alianza opositora al régimen actual”.
Para justificar esta revoltura del agua y del aceite, explicaron que el objetivo es construir “un proyecto de transición democrática que trascienda los intereses personales y de grupo o partido, de tal manera que garantice un cambio en la manera de gobernar, respetando las leyes y a los ciudadanos”.
Como adelantamos líneas antes, no obstante que se sabe que el candidato de la insólita coalición se llama Gabino Cué Monteagudo, porque no hay otro que le llegue en presencia e imagen, salieron con el cuento de que “los métodos de selección de candidatos se definirán en los términos de la coalición y de las leyes electorales, a fin de armonizar la normatividad de cada instituto político con los acuerdos que se alcancen.
Al mismo tiempo que se comprometieron a convocar a sus militantes y a la sociedad civil a construir esta plataforma común en foros y mesas de diálogo, también y luego de aceptar su debilidad si compitieran por separado, invitaron a unirse a la plataforma común a todos los demás partidos de oposición al tricolor así como a las organizaciones sociales. “Poco haríamos de ir solos”, reconoció el perredista Jara Cruz.
En efecto fueron ausencias notorias en el acto la de los dirigentes de los partidos Convergencia y del Trabajo, PT, porque aun están en la etapa de foros de consulta ciudadana con miras a preparar una propuesta de plataforma electoral que conjunte todas las ideologías y presente “una gran propuesta” a los ciudadanos.
La realidad es que todos están de acuerdo e inclusive, el líder “moral” del PRD, Andrés Manuel López Obrador, quien en su oportunidad afirmara que con la derecha ni a la cocina y había lanzado la prohibición en tal sentido, se sabe que ya dio su anuencia.
El dirigente del PRI en Oaxaca, Jorge Franco Vargas, sin quitarle peso a su declaración de que al priísmo no le preocupa la alianza de oposición, porque su partido se alista para los comicios con trabajo y recorridos por las diversas regiones de la entidad, la verdad es que después del ex José Murat Casab y del actual Ulises Ruiz Ortiz, en Oaxaca puede ocurrir todo: la alianza insólita y el triunfo de Gabino Cué.
Comentarios