Pablo Moctezuma
En la Cumbre de Guadalajara entre EE.UU. Canadá y México se habló de ampliar el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales de mexicanos en Canadá, que a la fecha incluye 18,000 mexicanos - a la industria lechera, ranchos ganaderos y producción de lácteos. También se insistió mucho en el respeto a los derechos humanos. Pero a los trabajadores temporales se les somete a un régimen que niega sus derechos más elementales. Detrás de la visa obligatoria está el deseo de someter a la mano de obra barata mexicana que necesitan las corporaciones canadienses a un régimen de excepción negándoles todos los derechos laborales. Las corporaciones canadienses desean no solo mano de obra barata sino sujeta, al patrón. Los trabajadores temporales llegan en grupo y son controlados por la empresa, quien les da alojamiento (en malas condiciones) y alimentación (de pésima calidad), sin poder dejar el trabajo porque de inmediato son deportados y ante cualquier reclamo el empresario tiene facultades para llamar a migración y sacarlos del país.
Durante los meses de contrato están completamente sujetos al patrón y al terminar éste son expulsados de Canadá, no pueden pedir la residencia y para regresar tienen que recibir el visto bueno del patrón. En este esquema de contratación el trabajador que no tiene forma de defenderse. El gobierno conservador de Harper quiere que todos los mexicanos que vayan a Canadá sean semiesclavos y al negar las visas buscan canalizar a los trabajadores que desean laborar en su país vía compañías enganchadoras para meterlos en el esquema de trabajadores temporales. Detrás del TLC y el ASPAN está la anexión subordinada de México para que las corporaciones norteamericanas exploten libremente la mano de obra (vía migrantes sin derechos) y los recursos de México. La demagogia de la amistad y cooperación con Estados Unidos y Canadá ha caído por tierra. Con el TLCAN y el ASPAN la economía ha quedado destrozada y subordinada por completo a los vecinos del norte, que sacan todas las ventajas haciéndonos pagar todos los costos. A 200 años de la Independencia hace falta luchar por la plena Soberanía Nacional y contra el neocolonialismo actual que promueve el mal gobierno sujeto a los monopolios extranjeros.
En la Cumbre de Guadalajara entre EE.UU. Canadá y México se habló de ampliar el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales de mexicanos en Canadá, que a la fecha incluye 18,000 mexicanos - a la industria lechera, ranchos ganaderos y producción de lácteos. También se insistió mucho en el respeto a los derechos humanos. Pero a los trabajadores temporales se les somete a un régimen que niega sus derechos más elementales. Detrás de la visa obligatoria está el deseo de someter a la mano de obra barata mexicana que necesitan las corporaciones canadienses a un régimen de excepción negándoles todos los derechos laborales. Las corporaciones canadienses desean no solo mano de obra barata sino sujeta, al patrón. Los trabajadores temporales llegan en grupo y son controlados por la empresa, quien les da alojamiento (en malas condiciones) y alimentación (de pésima calidad), sin poder dejar el trabajo porque de inmediato son deportados y ante cualquier reclamo el empresario tiene facultades para llamar a migración y sacarlos del país.
Durante los meses de contrato están completamente sujetos al patrón y al terminar éste son expulsados de Canadá, no pueden pedir la residencia y para regresar tienen que recibir el visto bueno del patrón. En este esquema de contratación el trabajador que no tiene forma de defenderse. El gobierno conservador de Harper quiere que todos los mexicanos que vayan a Canadá sean semiesclavos y al negar las visas buscan canalizar a los trabajadores que desean laborar en su país vía compañías enganchadoras para meterlos en el esquema de trabajadores temporales. Detrás del TLC y el ASPAN está la anexión subordinada de México para que las corporaciones norteamericanas exploten libremente la mano de obra (vía migrantes sin derechos) y los recursos de México. La demagogia de la amistad y cooperación con Estados Unidos y Canadá ha caído por tierra. Con el TLCAN y el ASPAN la economía ha quedado destrozada y subordinada por completo a los vecinos del norte, que sacan todas las ventajas haciéndonos pagar todos los costos. A 200 años de la Independencia hace falta luchar por la plena Soberanía Nacional y contra el neocolonialismo actual que promueve el mal gobierno sujeto a los monopolios extranjeros.
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