Sedena en el epicentro bilateral

A Puerta Cerrada / Marcela Gómez Zalce

• Despilfarros y buenas voluntades
• Herencias malignas…


El enemigo de la gobernabilidad, mi estimado, es la pobreza. De que se puede, se puede. Nada como la simpática novedad de que Gerardo Priego (un tipazo, por cierto), diputado del PAN, salió con la sugestiva devolución de 827 mil pesos por el ahorro de sus boletos de avión durante los tres años que fue legislador. El gesto, en medio de la severidad de la crisis económica, devela (el despilfarro) que todas las lacritas legislativas que se rasgan las vestiduras deberían empezar por predicar con el ejemplo del que tanto cacarea Felipe Calderón, quien ya salió con la absoluta incongruencia de que porfis, porfa, please faltan sacrificios por hacer para salir de la crisis económica (que vino de fuera), como si ésta súbitamente apareciera después, of course, del 5 de julio.

El detalle de Priego fue rápidamente abordado por Javier González Garza, a quien le pareció como raro la entrega de 800 mil pesos para acumular millas (¿acaso porque lo natural es que todos se roben, perdón, queden con la atractiva lanita extra que les corresponde de su “dieta”…?), solicitándole a su sugestiva fauna amarilla que devolvieran cualquier dinero extra además de que será un pendiente a heredar a la siguiente legislatura.

Espléndido.

Porque eso de las herencias, sencillamente no tiene madre... como justificación de derroches innecesarios, frívolos y ofensivos como la explicación del gymboree (con minúsculas) de Los Pinos argumentando que se sobrepasaron en los gastos aprobados por el Congreso porque fue una herencia del gobierno de Vicente Fox que dejó algunos “compromisos”.

La debida explicación, my friend, insulta la inteligencia del respetable así como el grito de auxilio presidencial, no, no… el de apelar a la buena voluntad (?) del Poder Legislativo para enfrentar el shock económico con aquellito de que el gobierno no puede solo.

No puede solo hoy que no tiene mayoría en el Congreso, porque de lo contrario, el presumido equipo económico y los jinetes de la tormenta emocionados por la adversidad que enfrenta su barco de gran calado estarían con el sonsonete victorioso despreocupados por la aprobación de su paquetón fiscal… que ya llegó a manos tricolores.

Y ahora que son demasiadas las voces que alertan del estallido social que hace lunas está tintineando en el tablero de la seguridad nacional, ahora resulta que tirios y troyanos se quieren sentar a la mesa para ver cómo se levanta el descomunal tiradero económico (por mencionar uno) de este (des)gobierno.

Porque es un tiradero. Ya no es que México se acerque al peligroso despeñadero sino que ya vamos en caída libre, sin paracaídas, esperando el madrazo. La pregunta para los ilustres disfuncionales es ¿qué se va a implementar cuando lleguemos a esa, inevitable, cita fatal…? Porque la trayectoria es de colisión: La económica y la de seguridad…

Donde para documentar el catastrofismo resulta que nuestras fuerzas armadas, tan señaladas como eficaces, eficientes y competentes en labores de inteligencia, con la novedad de que en Ciudad Juárez —by the way, tierra de nadie con 22 muertos en 48 horas— allanaron la vivienda de Manuel Espino gracias a un “pitazo”.

¡¡¡Chingón!!!

La Sedena ahora ya reproduce el modelito de la SSPF de García Luna basado en pitazos y/o llamadas anónimas para, sin órdenes de cateo o papelitos jurídicos, irrumpir con absoluta arbitrariedad y luego virigüamos. El asunto no es un detalle menor, sobre todo cuando Espino no está en la lista de favoritos de Felipe, quien suele cobrar sus rencores y/o antipatías contra quienes no estén de acuerdo, contra aquellos que se insubordinan y se indisciplinen. El caso de Manuel es emblemático y el caos del allanamiento de su casa… también.

Sobre todo cuando Espino salió a declarar ayer en varios espacios radiofónicos que le hablaron por teléfono mandos militares para pedirle disculpas… ¿en lo oscurito?

Lamentable.

El delicado caso no mereció un boletín de la Sedena para dispensar el agravio... que se sigue sumando a denuncias que siguen alertando a tirios y troyanos sobre el rol del Ejército en esta mal llamada guerra contra el narcotráfico que, aunque no lo parezca, el modelito y la estrategia son un total fracaso… cuyos costos pagarán nuestras fuerzas armadas cuando esta bola de inútiles civiles terminen su tiradero.

Y en el colmo del timing llega el tubazo del Departamento de Estado señalando en un informe la opacidad en la justicia militar. Otra raya en el tigre, my friend… que no tarda en parecer pantera.

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