JESUSA CERVANTES / APRO
Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de los diputados del PRI en la LXI Legislatura, llega con una fracción dividida en por lo menos cinco grupos, cuyos líderes buscan posicionarse en su carrera por la candidatura presidencial para las elecciones de 2012.
Además, el exdirector de Pemex carga con un estigma: ser el puente de Carlos Salinas de Gortari para conciliar los intereses de todos ellos, aunque afirme que a él sólo lo une con el exmandatario una amistad de 35 años.
Rojas obtuvo esa posición en la bancada priista gracias a la operación política de la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, quien negoció por separado con cada gobernador para que sus diputados lo respaldaran a él. Ahora, se defiende y dice que no será Salinas quien imponga la agenda o las negociaciones políticas, ni mucho menos quien coordine.
–¿Cómo hará para deslindarse de él y que se vea que usted es quien coordina la fracción y no él?
–Los asuntos de la Cámara los decidimos los 237 diputados (priistas). Este no es un asunto en el que yo pueda decidir autoritariamente. Eso ya se acabó, ahora todo lo tenemos que negociar internamente y llegar a consensos. Ese fue uno de los aprendizajes del año 2000.
Lo mismo decía Elba Esther Gordillo durante el breve lapso que ocupó la coordinación en la LVIII Legislatura, en la que usted formó parte de sus operadores. Ella afirmaba que la ideología los unía, pero terminó dejando la posición a Emilio Chuayffet ante el repudio de algunos diputados, le comenta la reportera.
Rojas responde: “Las experiencias enseñan y debemos aprender de las malas experiencias. Para buscar los consensos, la unidad; si las repetimos nos condenaremos”.
Francisco Rojas ha ocupado puestos en la administración pública desde el sexenio de Miguel de la Madrid. Con él se desempeñó como secretario de la Contraloría y en los dos últimos años de esa administración ocupó la dirección de Petróleos Mexicanos. Durante la gestión de Carlos Salinas ocupó ese mismo cargo durante todo el sexenio.
Con Ernesto Zedillo, Rojas decidió dedicarse a sus negocios personales, pero regresó a la administración pública en la primera legislatura del gobierno de Vicente Fox; llegó a la Cámara de Diputados, donde la coordinación recayó en Elba Esther Gordillo, luego de una negociación entre Salinas y Roberto Madrazo, según se documentó entonces.
En esa legislatura Rojas formó parte de la llamada “burbuja”; incluso ocupó la presidencia de la Comisión de Presupuesto, la más importante. Y al ser depuesta la lideresa magisterial, él también fue removido y la posición que dejó quedó en manos del entonces diputado Manlio Fabio Beltrones, quien colocó en ella a Ángel Buendía.
–La oposición habla de un viejo acuerdo PRI-PAN impulsado por Carlos Salinas en la Cámara de Diputados en 1988 y reeditado en 1997; hoy vuelve a renovarse con usted al frente. ¿Qué dice sobre este punto?
–Yo no estoy buscando ninguna negociación en términos generales. En su momento se negociarán los temas que discutamos. El diálogo será con todos los partidos, no sólo con el PAN.
Y afirma: “Las negociaciones supercupulares, a oscuras, francamente no las veo. Si atendemos a la forma en que hemos resuelto las cosas en nuestro país o cómo se han empantanado, vemos que es otra la forma. Pongo como ejemplo la discusión de la reforma energética en el actual sexenio, donde hubo una participación plural y se escucharon todas las voces”.
Al concluir la LVIII Legislatura, Rojas entró de nuevo en un letargo político que terminó con el inicio de la discusión de la reforma energética. Durante 2008 el hoy coordinador de la bancada del PRI encabezó un grupo de militantes de ese partido opuestos a la iniciativa de reforma que propuso el Ejecutivo federal; incluso frenó algunas propuestas del grupo político de Manlio Fabio Beltrones.
Varios de los planteamientos de Rojas coinciden con algunos de los que delineó el expresidente Salinas en su libro La década perdida, publicado en 2008.
El reto de Rojas
Francisco Rojas “revivió” políticamente cuando acudió a la casa del expresidente Miguel de la Madrid, quien en mayo pasado se desdijo de las revelaciones hechas a Carmen Aristegui, conductora del noticiario radiofónico Primera Emisión, en contra de Salinas y su familia. Meses después, concluidas las elecciones federales y de manera sorpresiva, el nombre del exdirector de Pemex se empezó a manejar para la coordinación de la LXI Legislatura.
–¿Qué responde al señalamiento de que el PRI hará de esta legislatura un instrumento que salve a Felipe Calderón del desastre económico a cambio de la Presidencia de la República?
–Me parece que ese es un pensamiento un tanto mezquino, porque pareciera ser que al PRI lo que le interesa es ver cómo llegamos a poder. ¡Evidentemente nos interesa! Pero nuestro principal interés es el país.
Dice que no pueden estar pensando en cuestiones personales (la candidatura presidencial) “cuando la mitad de la población está en niveles de pobreza, donde uno de cada cinco habitantes no tiene para llevar alimentos básicos a su casa. Este es el asunto que nos preocupa”.
–¿Impulsarán entonces un cambio de modelo económico?
–Lo que necesitamos es estar claros de qué cuestiones tenemos que cambiar y cuáles conservar; por ejemplo, a nadie le gustaría volver a ver un México sobreendeudado, o que tuviéramos indisciplina en las finanzas públicas, ni seguir viviendo con una inflación desbocada o volver a tener un déficit por arriba de 15% del PIB… Pero también hay cosas que tenemos que cambiar.
–¿Este cambio tiene que ver con votar primero la Ley de Ingresos para que el presupuesto no se convierta en un mercadeo donde se intercambian impuestos por dinero con los gobernadores a través de sus diputados?
–Los vamos a discutir de manera simultánea para ir cumpliendo con las etapas de la Ley de Presupuesto y Cuenta Pública.
–¿Cómo evitar el mercadeo de los gobernadores y sus diputados?
Ríe antes de responder:
–Todo esto debe ser perfectible; entre más ordenado, mejor para todos. Tenemos que ordenar muy bien el paquete económico, no podemos evitar escuchar las voces. Yo tengo el propósito de abrir a la sociedad la discusión de los grandes temas.
–¿Pero cómo detendrá el intercambio de fichas de los gobernadores?
–Son voces que también hay que escuchar. No podemos discriminar, no. ¡Ojalá podamos evitar las presiones brutales!
–¿Cómo frenará las exigencias de diputados que tienen compromisos y buscan apuntalar precandidaturas con los recursos que obtengan? ¿Responderá a sus demandas?
–Todos los legisladores tienen compromisos. Y aunque hay una aparente contradicción en esto, tenemos un mismo vínculo y una ideología y actuaremos con base en ella, independientemente de los compromisos locales que cada uno de ellos tenga.
–Dicen que no van a ser cogobierno, ¿cómo asumirán su responsabilidad?
–Está muy claro, el gobierno tiene su responsabilidad; a nosotros nos corresponde fortalecer, consolidar, recrear las instituciones y poner el marco jurídico para que el gobierno federal cumpla con sus obligaciones. También tenemos la labor de fiscalizar, y la vamos a ejercer a plenitud. Creo que tenemos que hacer reformas que permitan a la Comisión de Vigilancia hacer su trabajo y reforzar a la Auditoría Superior de la Federación.
–Aseguran en su partido que Beatriz Paredes ya negoció con Felipe Calderón la elección del próximo auditor de la ASF. Incluso se menciona que será Guillermo Haro Bélchez. ¿Es cierto?
–No sé de ninguna negociación.
–¿Con quién negociarán Felipe Calderón o Josefina Vázquez? ¿Con usted o con las cabezas de otros grupos de su partido? ¿Se dejará avasallar por Beatriz Paredes?
–Entre la presidenta del partido y yo habrá respeto mutuo. Ella es la presidenta del partido y yo el coordinador. Le repito: los legisladores (priistas) me eligieron a mí y yo voy a ejercer las funciones para las cuales me eligieron.
–¿Facilitarán a Felipe Calderón los tres años que le quedan?
–Lo que queremos es facilitarle al país el tránsito a la recuperación y al crecimiento de empleos.
Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de los diputados del PRI en la LXI Legislatura, llega con una fracción dividida en por lo menos cinco grupos, cuyos líderes buscan posicionarse en su carrera por la candidatura presidencial para las elecciones de 2012.
Además, el exdirector de Pemex carga con un estigma: ser el puente de Carlos Salinas de Gortari para conciliar los intereses de todos ellos, aunque afirme que a él sólo lo une con el exmandatario una amistad de 35 años.
Rojas obtuvo esa posición en la bancada priista gracias a la operación política de la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, quien negoció por separado con cada gobernador para que sus diputados lo respaldaran a él. Ahora, se defiende y dice que no será Salinas quien imponga la agenda o las negociaciones políticas, ni mucho menos quien coordine.
–¿Cómo hará para deslindarse de él y que se vea que usted es quien coordina la fracción y no él?
–Los asuntos de la Cámara los decidimos los 237 diputados (priistas). Este no es un asunto en el que yo pueda decidir autoritariamente. Eso ya se acabó, ahora todo lo tenemos que negociar internamente y llegar a consensos. Ese fue uno de los aprendizajes del año 2000.
Lo mismo decía Elba Esther Gordillo durante el breve lapso que ocupó la coordinación en la LVIII Legislatura, en la que usted formó parte de sus operadores. Ella afirmaba que la ideología los unía, pero terminó dejando la posición a Emilio Chuayffet ante el repudio de algunos diputados, le comenta la reportera.
Rojas responde: “Las experiencias enseñan y debemos aprender de las malas experiencias. Para buscar los consensos, la unidad; si las repetimos nos condenaremos”.
Francisco Rojas ha ocupado puestos en la administración pública desde el sexenio de Miguel de la Madrid. Con él se desempeñó como secretario de la Contraloría y en los dos últimos años de esa administración ocupó la dirección de Petróleos Mexicanos. Durante la gestión de Carlos Salinas ocupó ese mismo cargo durante todo el sexenio.
Con Ernesto Zedillo, Rojas decidió dedicarse a sus negocios personales, pero regresó a la administración pública en la primera legislatura del gobierno de Vicente Fox; llegó a la Cámara de Diputados, donde la coordinación recayó en Elba Esther Gordillo, luego de una negociación entre Salinas y Roberto Madrazo, según se documentó entonces.
En esa legislatura Rojas formó parte de la llamada “burbuja”; incluso ocupó la presidencia de la Comisión de Presupuesto, la más importante. Y al ser depuesta la lideresa magisterial, él también fue removido y la posición que dejó quedó en manos del entonces diputado Manlio Fabio Beltrones, quien colocó en ella a Ángel Buendía.
–La oposición habla de un viejo acuerdo PRI-PAN impulsado por Carlos Salinas en la Cámara de Diputados en 1988 y reeditado en 1997; hoy vuelve a renovarse con usted al frente. ¿Qué dice sobre este punto?
–Yo no estoy buscando ninguna negociación en términos generales. En su momento se negociarán los temas que discutamos. El diálogo será con todos los partidos, no sólo con el PAN.
Y afirma: “Las negociaciones supercupulares, a oscuras, francamente no las veo. Si atendemos a la forma en que hemos resuelto las cosas en nuestro país o cómo se han empantanado, vemos que es otra la forma. Pongo como ejemplo la discusión de la reforma energética en el actual sexenio, donde hubo una participación plural y se escucharon todas las voces”.
Al concluir la LVIII Legislatura, Rojas entró de nuevo en un letargo político que terminó con el inicio de la discusión de la reforma energética. Durante 2008 el hoy coordinador de la bancada del PRI encabezó un grupo de militantes de ese partido opuestos a la iniciativa de reforma que propuso el Ejecutivo federal; incluso frenó algunas propuestas del grupo político de Manlio Fabio Beltrones.
Varios de los planteamientos de Rojas coinciden con algunos de los que delineó el expresidente Salinas en su libro La década perdida, publicado en 2008.
El reto de Rojas
Francisco Rojas “revivió” políticamente cuando acudió a la casa del expresidente Miguel de la Madrid, quien en mayo pasado se desdijo de las revelaciones hechas a Carmen Aristegui, conductora del noticiario radiofónico Primera Emisión, en contra de Salinas y su familia. Meses después, concluidas las elecciones federales y de manera sorpresiva, el nombre del exdirector de Pemex se empezó a manejar para la coordinación de la LXI Legislatura.
–¿Qué responde al señalamiento de que el PRI hará de esta legislatura un instrumento que salve a Felipe Calderón del desastre económico a cambio de la Presidencia de la República?
–Me parece que ese es un pensamiento un tanto mezquino, porque pareciera ser que al PRI lo que le interesa es ver cómo llegamos a poder. ¡Evidentemente nos interesa! Pero nuestro principal interés es el país.
Dice que no pueden estar pensando en cuestiones personales (la candidatura presidencial) “cuando la mitad de la población está en niveles de pobreza, donde uno de cada cinco habitantes no tiene para llevar alimentos básicos a su casa. Este es el asunto que nos preocupa”.
–¿Impulsarán entonces un cambio de modelo económico?
–Lo que necesitamos es estar claros de qué cuestiones tenemos que cambiar y cuáles conservar; por ejemplo, a nadie le gustaría volver a ver un México sobreendeudado, o que tuviéramos indisciplina en las finanzas públicas, ni seguir viviendo con una inflación desbocada o volver a tener un déficit por arriba de 15% del PIB… Pero también hay cosas que tenemos que cambiar.
–¿Este cambio tiene que ver con votar primero la Ley de Ingresos para que el presupuesto no se convierta en un mercadeo donde se intercambian impuestos por dinero con los gobernadores a través de sus diputados?
–Los vamos a discutir de manera simultánea para ir cumpliendo con las etapas de la Ley de Presupuesto y Cuenta Pública.
–¿Cómo evitar el mercadeo de los gobernadores y sus diputados?
Ríe antes de responder:
–Todo esto debe ser perfectible; entre más ordenado, mejor para todos. Tenemos que ordenar muy bien el paquete económico, no podemos evitar escuchar las voces. Yo tengo el propósito de abrir a la sociedad la discusión de los grandes temas.
–¿Pero cómo detendrá el intercambio de fichas de los gobernadores?
–Son voces que también hay que escuchar. No podemos discriminar, no. ¡Ojalá podamos evitar las presiones brutales!
–¿Cómo frenará las exigencias de diputados que tienen compromisos y buscan apuntalar precandidaturas con los recursos que obtengan? ¿Responderá a sus demandas?
–Todos los legisladores tienen compromisos. Y aunque hay una aparente contradicción en esto, tenemos un mismo vínculo y una ideología y actuaremos con base en ella, independientemente de los compromisos locales que cada uno de ellos tenga.
–Dicen que no van a ser cogobierno, ¿cómo asumirán su responsabilidad?
–Está muy claro, el gobierno tiene su responsabilidad; a nosotros nos corresponde fortalecer, consolidar, recrear las instituciones y poner el marco jurídico para que el gobierno federal cumpla con sus obligaciones. También tenemos la labor de fiscalizar, y la vamos a ejercer a plenitud. Creo que tenemos que hacer reformas que permitan a la Comisión de Vigilancia hacer su trabajo y reforzar a la Auditoría Superior de la Federación.
–Aseguran en su partido que Beatriz Paredes ya negoció con Felipe Calderón la elección del próximo auditor de la ASF. Incluso se menciona que será Guillermo Haro Bélchez. ¿Es cierto?
–No sé de ninguna negociación.
–¿Con quién negociarán Felipe Calderón o Josefina Vázquez? ¿Con usted o con las cabezas de otros grupos de su partido? ¿Se dejará avasallar por Beatriz Paredes?
–Entre la presidenta del partido y yo habrá respeto mutuo. Ella es la presidenta del partido y yo el coordinador. Le repito: los legisladores (priistas) me eligieron a mí y yo voy a ejercer las funciones para las cuales me eligieron.
–¿Facilitarán a Felipe Calderón los tres años que le quedan?
–Lo que queremos es facilitarle al país el tránsito a la recuperación y al crecimiento de empleos.
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