Teodoro Rentería Arróyave
Realista como siempre ha sido pero sobre todo nacionalista, Manuel Bartlett Díaz, el político de profesión y de decisión, hizo una defensa de nuestros valores ideológicos y culturales de nuestro país en la sesión comida de trabajo del Club Primera Plana, donde fue el invitado especial; por cierto en el año que nuestra organización está en la celebración de su 50 aniversario bajo certera presidencia del colega, Raúl Gómez Espinosa.
Valiente, denunció el asalto que se viene dando, desde luego desde el tiempo de la Colonia, el cual se ha recrudecido a partir de la imposición traidora del Neoliberalismo, el cual prácticamente ha entregado la nación a los intereses extranjeros.
El asalto a Petróleos Mexicanos, PEMEX, no es nuevo, sin cambiar la Constitución, explica, pero eso sí en base a una serie de maniobras legaloides centrados o concentradas en los “contratos de servicios”, a las empresas extranjeros les han entregado hasta lo prohibido por nuestras leyes: la explotación de nuestros recursos energéticos.
No niega y nunca negará su origen y su militancia en el Partido Revolucionario Institucional, PRI, que lo llevó a ocupar puestos tan relevantes como Secretario de Gobernación y de Educación Pública así como la gubernatura de su natal estado de Puebla.
Ello no es óbice para denunciar a la “pandilla” que actualmente maneja al Partido, como los priístas se refieren al PRI, encabezada, precisó, por el que introdujo para quedarse a costa de la miseria de los mexicanos y del robo descarado de lo nuestro, el Neoliberalismo.
Como es obvio se refirió a Carlos Salinas de Gortari, que ahora vuelve por sus fueros para asegurar permanencia a ese amorfo que el talento de la opinión pública bautizó como PRIAN, una simbiosis del los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, es decir del PRI y PAN, estos grupos que los une el desnacionalismo congénito y forman el PRIAN.
Desde luego que se ufana de que su partido haya ganada las elecciones del pasado 5 de julio, sin embargo el también ex senador de la República que encabezara no pocas batallas históricas a favor del pueblo mexicano al través de su posición legislativa, precisa que la ciudadanía en su gran mayoría emitió un voto de castigo a los desproporcionados abusos y errores de los gobiernos panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
El problema lo plantea de esta manera: no importa quién se instala o se ha instalado en el poder desde las épocas del salinato, de Ernesto Zedillo Ponce de León, de Vicente Fox Quesada, de Felipe Calderón Hinojosa y el que venga, así sea del PRI, responden a los mismos intereses ajenos a la nación.
Desde luego, Manuel Bartlett Díaz no pierde su fe en el destino del país al considerar que los medios libres y alternativos pueden jugar un papel de primera línea para el futuro de la nación, como son, afirmó, estas limpias y valientes reuniones o sesiones de trabajo del Club Primera Plana.
Realista como siempre ha sido pero sobre todo nacionalista, Manuel Bartlett Díaz, el político de profesión y de decisión, hizo una defensa de nuestros valores ideológicos y culturales de nuestro país en la sesión comida de trabajo del Club Primera Plana, donde fue el invitado especial; por cierto en el año que nuestra organización está en la celebración de su 50 aniversario bajo certera presidencia del colega, Raúl Gómez Espinosa.
Valiente, denunció el asalto que se viene dando, desde luego desde el tiempo de la Colonia, el cual se ha recrudecido a partir de la imposición traidora del Neoliberalismo, el cual prácticamente ha entregado la nación a los intereses extranjeros.
El asalto a Petróleos Mexicanos, PEMEX, no es nuevo, sin cambiar la Constitución, explica, pero eso sí en base a una serie de maniobras legaloides centrados o concentradas en los “contratos de servicios”, a las empresas extranjeros les han entregado hasta lo prohibido por nuestras leyes: la explotación de nuestros recursos energéticos.
No niega y nunca negará su origen y su militancia en el Partido Revolucionario Institucional, PRI, que lo llevó a ocupar puestos tan relevantes como Secretario de Gobernación y de Educación Pública así como la gubernatura de su natal estado de Puebla.
Ello no es óbice para denunciar a la “pandilla” que actualmente maneja al Partido, como los priístas se refieren al PRI, encabezada, precisó, por el que introdujo para quedarse a costa de la miseria de los mexicanos y del robo descarado de lo nuestro, el Neoliberalismo.
Como es obvio se refirió a Carlos Salinas de Gortari, que ahora vuelve por sus fueros para asegurar permanencia a ese amorfo que el talento de la opinión pública bautizó como PRIAN, una simbiosis del los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional, es decir del PRI y PAN, estos grupos que los une el desnacionalismo congénito y forman el PRIAN.
Desde luego que se ufana de que su partido haya ganada las elecciones del pasado 5 de julio, sin embargo el también ex senador de la República que encabezara no pocas batallas históricas a favor del pueblo mexicano al través de su posición legislativa, precisa que la ciudadanía en su gran mayoría emitió un voto de castigo a los desproporcionados abusos y errores de los gobiernos panistas de Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa.
El problema lo plantea de esta manera: no importa quién se instala o se ha instalado en el poder desde las épocas del salinato, de Ernesto Zedillo Ponce de León, de Vicente Fox Quesada, de Felipe Calderón Hinojosa y el que venga, así sea del PRI, responden a los mismos intereses ajenos a la nación.
Desde luego, Manuel Bartlett Díaz no pierde su fe en el destino del país al considerar que los medios libres y alternativos pueden jugar un papel de primera línea para el futuro de la nación, como son, afirmó, estas limpias y valientes reuniones o sesiones de trabajo del Club Primera Plana.
Comentarios