La impunidad mexicana

Teodoro Rentería Arróyave

La impunidad es el sello de las agresiones en contra de los periodistas en México, se expresa en el Recomendación General 17 de la Comisión Nacional de los Derecho Humanos, la cual puntualiza que en la última década han sido asesinados 52 comunicadores y 7 han desaparecido; así lo informó el presidente del organismo, José Luis Soberanas Fernández. Los registros del gremio organizado en el mismo periodo contabilizan 59 muertes, que incluyen las de cuatro humildes trabajadores de la prensa y 9 desapariciones forzadas.

Como es de costumbre la “gran prensa” no le dio la importancia en la difusión a la Recomendación General 17, no obstante que en toda la historia del organismo autónomo ha expedido o recurrido a esa figura en sólo ese número para significar como este caso la vulnerabilidad de los periodistas a consecuencia de la vergonzosa impunidad imperante en el país.

Por el contrario, destaca el reproche del Ejecutivo Federal, no nos hagamos patos, dirigido a los periodistas. En forma eufemística el presidente Felipe Calderón Hinojosa critica a los “mexicanos” que se empeñan en difundir una imagen negativa del país hacia el exterior. El mandatario señaló, además, que las ventajas que ofrece el país a las inversiones del exterior quedarán claras cuando nos decidamos todos a hablar con objetividad de las cosas buenas.

Antes, el primer mandatario había retado a que le señalaran un solo caso de violación de los derechos humanos por parte de elementos del Ejército, el Ombudsman nacional, José Luis Soberanes Fernández recordó en la reunión con la prensa, su contestación inmediata: “en el cúmulo de recomendaciones respecto a esas violaciones se encuentra la contestación a su interpelación”.

Como esta situación no cesa y por el contrario se incrementa (nos referimos al hecho escandaloso de que elementos del Ejército Mexicano establecidos en Monclova, Coahuila privaron de la libertad e incomunicaron durante 16 horas a cuatro periodistas). La agresión ocurrió el 7 de agosto a las 10:30 de la noche cuando los comunicadores se dirigían a cubrir un operativo militar; sin embargo, cuando llegaron al lugar vieron que el convoy militar ya se dirigía a las instalaciones militares y por tanto se retiraron. Fue unas calles adelante cuando militares los interceptaron, los amarraron e interrogaron.

Los agredidos: Manuel Acosta Villarreal y Sinhué Samaniego Osorio, del periódico Zócalo; Jesús Arnoldo González Meza, del diario La Voz; y José Alberto Rodríguez Reyes, de Núcleo Radio Televisión Canal 4, fueron acusados de pertenecer a una célula del crimen organizado; la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió la recomendación, 52/2009, dirigida al general secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván.

Y este martes por la madrugada fueron baleadas las instalaciones del periódico El Siglo de Torreón. Tales hechos constituyen un atentado directo en contra de la libre expresión, de las ideas y una demostración más de la impunidad con la cual se persigue a la prensa.

La Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos y la Federación Latinoamericana de Periodistas condenan este artero ataque y exigen la intervención inmediata del gobierno federal para deslindar responsabilidades y dar con los responsables.

Al término de la presentación de la Recomendación General 17, ahí mismo en las instalaciones de CNDH, el amigo colega y respetado presidente del Club Primera Plana, Raúl Gómez Espinosa comentó alarmado e indignado ante la indefensión que sufre el gremio y otros grupos vulnerables; estuvimos de acuerdo: no hay que bajar la guardia, seguir en la trinchera para revertir el brutal y vergonzoso flagelo de la impunidad. México no pude no debe seguir siendo el paraíso de la impunidad.

Claro que duele que todo esto se sepa en el exterior, corresponde a las autoridades solucionarlo; con acallar a la prensa nada se corrige: por el contrario se acrecientan los abusos, la deshonestidad y la corrupción gubernamental.

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