Miguel Ángel Granados Chapa
Felipe Calderón no acudió al inicio de una reunión continental sobre inseguridad que se realiza en Chihuahua, quizá porque el convocante fue Manuel Espino o quizá por la situación de delincuencia que prevalece en la entidad
Sin la presencia del presidente Felipe Calderón ayer fue inaugurado en Ciudad Juárez el II Foro internacional"Inseguridad, dolor evitable. Acciones para la paz", que concluye hoy. La reunión fue convocada no sólo pero sí principalmente por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), a la que pertenece el PAN, el partido del Ejecutivo. La ausencia de Calderón fue hecha notar, con sutileza pero significativamente, por Manuel Espino, cabeza de esa agrupación partidaria desde hace más de dos años, en la carta que acompaña al programa del foro. En ella juzgó "oportuno recordar que la primera edición de Inseguridad, dolor evitable, se realizó con gran éxito en Bogotá, Colombia, el 13 de junio de 2008, con la participación del presidente de ese país, Álvaro Uribe Vélez".
La ausencia de Felipe Calderón en una reunión continental sobre el tema en que ha descansado el bienio y medio de su gobierno puede ser explicada por una de dos motivaciones, o por la conjunción de ambas. La primera se refiere al organizador del acontecimiento. La segunda a la situación que priva en Ciudad Juárez, escogida como sede del foro.
Es conocida la distancia y aun animadversión que separan a Calderón y a Espino, que no dejó de manifestarse ni siquiera durante el proceso electoral de 2006, cuando más necesaria era la unidad, y su demostración, del partido y la campaña, por más que ésta fuera dirigida por un grupo ajeno a la dirección partidaria, o por esa razón. Ya en Los Pinos, Calderón no fue ajeno a las acciones que determinaron la salida de Espino de la jefatura nacional panista meses antes de que concluyera el periodo para el que fue elegido. Desde entonces no han faltado signos de rispidez entre ambas partes, entre las cuales cabe destacar la publicación del libro Señal de alerta, en que el ex presidente del PAN reprocha al que lo es de la República su avenimiento con Manlio Fabio Beltrones como expresión del abatimiento de posiciones y aun principios panistas a favor del PRI. La más reciente manifestación de sus desacuerdos surgió con motivo del resultado electoral y la secuela que llevó a elegir a César Nava como suplente de Germán Martínez. Espino se unió a la protesta de presuntos aspirantes a reemplazar a Martínez, en contra del dedazo dado en Los Pinos y en demanda de una reflexión crítica sobre la derrota electoral antes de elegir al nuevo jefe.
Una semana después de que esa protesta fue aplastada por la aplanadora presidencial, el sábado 15 de agosto fue allanado el domicilio de Espino en Ciudad Juárez. El hecho, que la Secretaría de la Defensa Nacional quiso minimizar pero que el ex líder panista consideró un ataque a las garantías individuales suyas y de su familia, que se encontró de pronto con la presencia de soldados dentro de la casa, sin orden ministerial o judicial de ninguna especie, ocurrió al día siguiente del envío de las invitaciones a la reunión de la ODCA y dos antes de que Espino anunciara el acto en la Ciudad de México.
La segunda explicación posible de la ausencia de Calderón en el foro democristiano es que con ella elude comprobar sobre el terreno el fracaso de la operación militar en Ciudad Juárez y no se expone al reproche ciudadano por ese lamentable resultado. A partir de marzo, después de que en los meses precedentes se había agudizado la violencia homicida, y crecido los temores de los empresarios (especialmente los de la industria maquiladora) por la inseguridad en alza, el Ejército se encargó de la seguridad pública en el municipio. Sus patrullajes no han servido de mucho, pues no amainó el número de asesinatos perpetrados por la delincuencia organizada. Por referir sólo ejemplos recientes: entre el lunes 24 y el martes 25 fueron ultimadas 22 personas, entre ellas un ex comandante de la policía municipal. Con esas muertes aumentó a 244 el número de las habidas en agosto, y creció a mil 424 el total de las víctimas en lo que va del año. No hay jornada blanca en aquella frontera, aunque algunas se hacen notar sobre otras: el sábado pasado un capitán del Ejército fue muerto en un boliche, horas después de que se hallara el cadáver de Teófilo Borunda Flores, cuyo padre, Teófilo Borunda Ortiz, fue gobernador del estado de 1956 a 1962.
En algún momento la autoridad municipal se preció de que la inseguridad había decrecido pero si eso fue verdad ha dejado de serlo, como lo muestran los números secos. No puede decirse, en abono de la estrategia adoptada, que el combate entre bandas, a que el gobierno atribuye el mayor índice de homicidios, es resultado del combate militar en su contra. Porque lo cierto es que el patrullaje castrense en aquella ciudad fronteriza no ha hecho disminuir siquiera la delincuencia ordinaria.
En cambio, ha crecido la molestia de la población, que dio la bienvenida a los 5 mil miembros del Ejército que han estado allí en los últimos seis meses, pero ahora
experimenta malestar por los abusos cometidos al socaire de la necesidad de vigilar con celo extremo. La incursión ilegal en el domicilio de Espino, si no fue un mensaje con dedicatoria, es indicativa del riesgo cotidiano en que se halla la sociedad.
El alcalde juarense, José Reyes Ferriz, y su casi tocayo el gobernador José Reyes Baeza Terrazas dijeron palabras de bienvenida a los participantes en el foro, y el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna (que representó al Ejecutivo), ofreció una conferencia magistral. Faltó que hablara también el Ejército.
Cajón de Sastre
Hoy en la mañana se reunirá por primera vez un grupo de personas que no son miembros del PRD pero han mostrado su interés por el desarrollo de ese partido y su desazón por las circunstancias que lo han debilitado paulatina y abruptamente, así como por el desarrollo de una izquierda necesaria a México. Sus opiniones a título individual tendrán sólo el peso que surge de ese interés, y el partido podrá considerarlas o no. Esa comisión discutirá un documento base de la Comisión de reforma para la refundación del PRD. El texto comienza reconociendo, sin ambages, que ese partido "atraviesa por la crisis más profunda de su historia. El modelo de partido que ha regido la convivencia interna se ha agotado. Las reglas que nos hemos dado no se cumplen... Una situación de esa naturaleza plantea una disyuntiva: o se avanza hacia la refundación del partido, o la izquierda retrocederá a una condición de marginalidad y exclusión".
Felipe Calderón no acudió al inicio de una reunión continental sobre inseguridad que se realiza en Chihuahua, quizá porque el convocante fue Manuel Espino o quizá por la situación de delincuencia que prevalece en la entidad
Sin la presencia del presidente Felipe Calderón ayer fue inaugurado en Ciudad Juárez el II Foro internacional"Inseguridad, dolor evitable. Acciones para la paz", que concluye hoy. La reunión fue convocada no sólo pero sí principalmente por la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), a la que pertenece el PAN, el partido del Ejecutivo. La ausencia de Calderón fue hecha notar, con sutileza pero significativamente, por Manuel Espino, cabeza de esa agrupación partidaria desde hace más de dos años, en la carta que acompaña al programa del foro. En ella juzgó "oportuno recordar que la primera edición de Inseguridad, dolor evitable, se realizó con gran éxito en Bogotá, Colombia, el 13 de junio de 2008, con la participación del presidente de ese país, Álvaro Uribe Vélez".
La ausencia de Felipe Calderón en una reunión continental sobre el tema en que ha descansado el bienio y medio de su gobierno puede ser explicada por una de dos motivaciones, o por la conjunción de ambas. La primera se refiere al organizador del acontecimiento. La segunda a la situación que priva en Ciudad Juárez, escogida como sede del foro.
Es conocida la distancia y aun animadversión que separan a Calderón y a Espino, que no dejó de manifestarse ni siquiera durante el proceso electoral de 2006, cuando más necesaria era la unidad, y su demostración, del partido y la campaña, por más que ésta fuera dirigida por un grupo ajeno a la dirección partidaria, o por esa razón. Ya en Los Pinos, Calderón no fue ajeno a las acciones que determinaron la salida de Espino de la jefatura nacional panista meses antes de que concluyera el periodo para el que fue elegido. Desde entonces no han faltado signos de rispidez entre ambas partes, entre las cuales cabe destacar la publicación del libro Señal de alerta, en que el ex presidente del PAN reprocha al que lo es de la República su avenimiento con Manlio Fabio Beltrones como expresión del abatimiento de posiciones y aun principios panistas a favor del PRI. La más reciente manifestación de sus desacuerdos surgió con motivo del resultado electoral y la secuela que llevó a elegir a César Nava como suplente de Germán Martínez. Espino se unió a la protesta de presuntos aspirantes a reemplazar a Martínez, en contra del dedazo dado en Los Pinos y en demanda de una reflexión crítica sobre la derrota electoral antes de elegir al nuevo jefe.
Una semana después de que esa protesta fue aplastada por la aplanadora presidencial, el sábado 15 de agosto fue allanado el domicilio de Espino en Ciudad Juárez. El hecho, que la Secretaría de la Defensa Nacional quiso minimizar pero que el ex líder panista consideró un ataque a las garantías individuales suyas y de su familia, que se encontró de pronto con la presencia de soldados dentro de la casa, sin orden ministerial o judicial de ninguna especie, ocurrió al día siguiente del envío de las invitaciones a la reunión de la ODCA y dos antes de que Espino anunciara el acto en la Ciudad de México.
La segunda explicación posible de la ausencia de Calderón en el foro democristiano es que con ella elude comprobar sobre el terreno el fracaso de la operación militar en Ciudad Juárez y no se expone al reproche ciudadano por ese lamentable resultado. A partir de marzo, después de que en los meses precedentes se había agudizado la violencia homicida, y crecido los temores de los empresarios (especialmente los de la industria maquiladora) por la inseguridad en alza, el Ejército se encargó de la seguridad pública en el municipio. Sus patrullajes no han servido de mucho, pues no amainó el número de asesinatos perpetrados por la delincuencia organizada. Por referir sólo ejemplos recientes: entre el lunes 24 y el martes 25 fueron ultimadas 22 personas, entre ellas un ex comandante de la policía municipal. Con esas muertes aumentó a 244 el número de las habidas en agosto, y creció a mil 424 el total de las víctimas en lo que va del año. No hay jornada blanca en aquella frontera, aunque algunas se hacen notar sobre otras: el sábado pasado un capitán del Ejército fue muerto en un boliche, horas después de que se hallara el cadáver de Teófilo Borunda Flores, cuyo padre, Teófilo Borunda Ortiz, fue gobernador del estado de 1956 a 1962.
En algún momento la autoridad municipal se preció de que la inseguridad había decrecido pero si eso fue verdad ha dejado de serlo, como lo muestran los números secos. No puede decirse, en abono de la estrategia adoptada, que el combate entre bandas, a que el gobierno atribuye el mayor índice de homicidios, es resultado del combate militar en su contra. Porque lo cierto es que el patrullaje castrense en aquella ciudad fronteriza no ha hecho disminuir siquiera la delincuencia ordinaria.
En cambio, ha crecido la molestia de la población, que dio la bienvenida a los 5 mil miembros del Ejército que han estado allí en los últimos seis meses, pero ahora
experimenta malestar por los abusos cometidos al socaire de la necesidad de vigilar con celo extremo. La incursión ilegal en el domicilio de Espino, si no fue un mensaje con dedicatoria, es indicativa del riesgo cotidiano en que se halla la sociedad.
El alcalde juarense, José Reyes Ferriz, y su casi tocayo el gobernador José Reyes Baeza Terrazas dijeron palabras de bienvenida a los participantes en el foro, y el secretario de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna (que representó al Ejecutivo), ofreció una conferencia magistral. Faltó que hablara también el Ejército.
Cajón de Sastre
Hoy en la mañana se reunirá por primera vez un grupo de personas que no son miembros del PRD pero han mostrado su interés por el desarrollo de ese partido y su desazón por las circunstancias que lo han debilitado paulatina y abruptamente, así como por el desarrollo de una izquierda necesaria a México. Sus opiniones a título individual tendrán sólo el peso que surge de ese interés, y el partido podrá considerarlas o no. Esa comisión discutirá un documento base de la Comisión de reforma para la refundación del PRD. El texto comienza reconociendo, sin ambages, que ese partido "atraviesa por la crisis más profunda de su historia. El modelo de partido que ha regido la convivencia interna se ha agotado. Las reglas que nos hemos dado no se cumplen... Una situación de esa naturaleza plantea una disyuntiva: o se avanza hacia la refundación del partido, o la izquierda retrocederá a una condición de marginalidad y exclusión".
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