El terremoto de 2009 borró las crisis previas

Carlos Fernández-Vega / México SA

Como si alguien lo dudara, oficialmente la "gran crisis" mexicana de 1995 ya tiene remplazo: el terremoto mexicano de 2009, que con lujo de violencia ha obtenido la ingrata medalla de oro en las casi tres décadas de recurrentes sacudidas en el país, y que ha rebasado, con creces, a la que casi tres lustros atrás fue catalogada como "la más drástica" de todas ellas. Así, en el primer semestre del año del catarrito, el producto interno bruto (PIB) se desplomó 9.25 por ciento a tasa anual, caída en vertical que duplica el golpe económico sufrido en igual lapso del primer año del zedillato, cuando el descenso fue de 4.8 por ciento.

En la truculenta historia nacional de las tres décadas pasadas, la crisis en turno rebasaba por mucho a la sacudida previa, siempre con la promesa gubernamental de que sería "la última", ya que con las "reformas estructurales" y los "nuevos ajustes, difíciles, pero necesarios", se evitarían golpes futuros. Al poco tiempo arrasaba al país otro tsunami económico-financiero, que opacaba al anterior, y así sucesivamente. En 2007 el actual inquilino de Los Pinos, en línea con sus antecesores, aseguraba que en México "ni una crisis más", y ahora el país vive la más profunda –hasta el momento– de su historia.

De abril a junio, el segundo trimestre del año, el PIB mexicano registró, de acuerdo con el Inegi, un desplome de 10.3 por ciento (–9.2 por ciento en igual periodo de 1995), mientras que de enero a marzo, el primer trimestre, la caída fue de 8.2 por ciento (–0.4 por ciento en el mismo lapso de 1995). El promedio para los primeros seis meses del año es de –9.25 por ciento (–4.8 por ciento en 1995), una pérdida equivalente a 143 mil millones de dólares, a valor de paridad de poder adquisitivo (PPA), según la medición del Fondo Monetario Internacional.

El informe que ayer divulgó el Inegi precisa que en el segundo trimestre de 2009 (a lo largo del cual el discurso oficial insistió en que "lo peor ya pasó") el comportamiento anual se derivó del desempeño negativo del sector industrial y del sector servicios. El PIB de las actividades secundarias (industriales) se contrajo 11.5 por ciento, como resultado de los decrementos en tres de sus cuatro sectores: las industrias manufactureras se redujeron 16.4 por ciento; la construcción, 9.2, y la electricidad, agua y suministro de gas por ductos al consumidor final, 1.4; mientras que la minería "creció" 0.6 por ciento (la minería petrolera descendió 3.7 por ciento, mientras que la no petrolera aumentó 23.3). La caída en este renglón de la economía mexicana lo hace retroceder a niveles observados cinco años atrás.

El PIB de las actividades terciarias retrocedió 10.4 por ciento a tasa anual. Por su contribución a dicho decremento destacó la caída (20.9 por ciento) del comercio, producto de las menores ventas internas y externas; el de los transportes, correos y almacenamiento (–13.7), debido a la baja en los servicios de autotransporte de carga, y el transporte terrestre de pasajeros, por ductos, turístico, y servicios relacionados con el transporte; el de los educativos (–17.3 por ciento); los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles (–6.6); el de los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas (–17.2), y los servicios de apoyo a los negocios y manejo de desechos (–7.5), entre otros. En contraste, se registró un aumento en el PIB de los servicios de salud y de asistencia social (4.1 por ciento) y los de información en medios masivos (2.5). La caída en este renglón de la actividad económica lo hace retroceder a niveles observados en 2005.

El PIB de las actividades primarias (que incluyen los sectores agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza) registró un aumento de 1.1 por ciento en el lapso referido, "asociado al desempeño positivo de la agricultura, la cual presentó un crecimiento en la superficie sembrada del ciclo primavera verano, y en la cosechada en ambos ciclos (otoño-invierno y primavera-verano), reflejándose en una mayor producción de cultivos como nuez, sorgo y maíz en grano, frijol, aguacate, limón, tomate verde, maíz forrajero, papaya, avena forrajera, trigo en grano y caña de azúcar, entre otros. La ganadería reportó una alza anual en su PIB" (no especificada por el Inegi). El repunte en este sector eleva sus indicadores a niveles similares a los registrados en el primer trimestre de 2008.

Con la información anterior, aunada al reporte enero-marzo de 2009, el desplome del producto interno bruto en la primera mitad del año, con respecto a igual periodo de 2008, es de 9.25 por ciento. Por sectores, el PIB de las actividades secundarias se redujo 10.7 por ciento, el de las terciarias de 9 por ciento y el de las primarias "aumentó" 1.3 por ciento. Tres son los tristes trimestres consecutivos a la baja (el último de 2008 y los dos primeros de 2009) que registra la economía mexicana, en la que "lo peor ya pasó".

Lo anterior confirma el de por sí espeluznante deterioro social que padece el país, y da cuerpo –como si fuera necesario– a lo publicado ayer por La Jornada: “la recesión en que cayó la economía mexicana este año sumió en la pobreza a por lo menos 4.2 millones de personas, adicionales a los 5.9 millones que cayeron en esa condición entre 2006 y 2008, reveló un reporte del Banco Mundial. Si se toman en cuenta los 50.6 millones de pobres registrados en datos oficiales hasta 2008, se obtiene un total de 54.8 millones de mexicanos en esta condición, o sea, 51.02 por ciento de la población del país, del conjunto de 107.4 millones a junio de 2009. De esta manera, México se convirtió en el país más afectado por la crisis económica en la región, y también en el que un mayor número de sus habitantes cayó en la pobreza durante este año, de acuerdo con el documento del Banco Mundial, que constituye la primera evaluación sobre las consecuencias de la actual crisis económica en los indicadores de pobreza en América Latina, la región con mayor desigualdad en la distribución del ingreso. El informe, concluido en julio y publicado este mes, indica que la crisis económica provocará que la tasa de pobreza en la región aumente este año en 8.3 millones de personas respecto de 2008. "Alrededor de la mitad de esas personas que caerán en pobreza este año están en México (4.15 millones)..." (Roberto González Amador).

Las rebanadas del pastel

Ojo patriotas y masiosares, que en algunas zonas desconectadas de la realidad existe derroche de cinismo y confusión, pues en ellas suponen que criticar al ineficiente inquilino de Los Pinos y gabinetazo que lo acompaña es sinónimo de "hablar mal del país" y de "difundir una imagen negativa de México". Caraduras veredes.

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