Claudia Rodríguez
Lo que a continuación le comparto, desfortunadamente no me sorprendió, sólo me contrario como en otras ocasiones que he llegado a la conclusión de que los mexicanos somos no sólo un número para nuestros administradores, sino un cliente a expoliar sin compasión.
Una amiga desea comprar un vehículo con una agencia automotriz a la que le entregará más del ciencuenta por ciento del costo total de la unidad y el resto a pagar, solicita le sea financiado. Más resulta que su petición de compra no fue aprobada porque le reportaron de la agencia de vehículos que su nombre está boletinado en el Buró de Crédito. Segura la potencial compradora del vehículo de que no tiene ningún adeudo, le surgió la inquietud por conocer su condición en la famosa lista negra del Buró de Crédito y así me lo comentó y a la vez, solicitó la ayuda de quien esto escribe.
Mi primer recurso a consultar para prestar la asistencia solicitada, fue la red de la internet y el disgusto fue muy grande. Al teclear palabras clave en los buscadores de la red de información como buró de crédito, checar, consultar, como ejemplos; inmediatamente aparecieron ligas de información que me llevaron a varias páginas que ofrecían “ayudarme”. Pero le cuento.
En diversas páginas que ofrecen esta “ayuda” lo primero que aparece es un chat en línea en donde le piden informar desde su nombre, su Registro Federal de Contribuyentes (RFC), su Clave Única de Registro de Población (CURP), dirección de su domicilio particular y sus números telefónicos, así como si número de tarjetas de crédito activas. Todos los campos de información deben ser llenados de forma obligatoria.
Una vez que usted teclea estos datos le preguntan si desea saber si está boletinado. De ser la respuesta afirmativa le solicitan un tiempo de espera. Minutos más tarde le informan que sí está en la coloquialmente llamada lista negra y le cuestionan si desea información escrita. Si de nuevo su respueta es afirmativa le advierten que tiene que hacer un pago que puede ser en ese mismo momento en línea o vía depósito bancario. Pero no sólo eso, si usted desea salir del boletín que le impide ser sujeto de crédito, le dicen que su historial negativo será borrado y tendrá un costo de alrededor de mil pesos. Es en ese momento cuando aparece el primer foco rojo de que todo se trata de una estafa.
En el momento que pregunté vía electrónica a mi interlocutor que si estaba boletinada porque supuestamente tengo algunos adeudos, cómo era posible que su servicio pudiera limpiar mi condición de no ser sujeta de crédito, con un simple pago. En lugar de recibir una respuesta, súbitamente salí de la página. Volví a intentar en la misma página con los mismos datos tecleados y ya no me solicitaban un pago de 999.00 pesos, sino ahora de 1,499.00.
Resulta que tras muchas búsquedas y encontrame con situaciones muy similares a la antes descrita, por fin llegué a una página de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que informa sobre el Buró de Crédito. En este sitio de internet se explica que todos los mexicanos mayores de 18 años tienen posibilidad de recibir vía correo electrónico y de forma gratuita anualmente, su situación en el citado y muy temible Buró.
Descubrí muchas cosas más, relacionadas con fraudes y despojos. Más lo más fustrante es que en la página oficial que le cité líneas arriba, aparecen ligas publicitarias que le llevan a las páginas que buscan incautos para robarles. ¿Y la autoridad? No existe.
Acta Divina... De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en la actualidad operan sólo dos sistemas de información crediticia: Círculo de Crédito y Buró de Crédito.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
Lo que a continuación le comparto, desfortunadamente no me sorprendió, sólo me contrario como en otras ocasiones que he llegado a la conclusión de que los mexicanos somos no sólo un número para nuestros administradores, sino un cliente a expoliar sin compasión.
Una amiga desea comprar un vehículo con una agencia automotriz a la que le entregará más del ciencuenta por ciento del costo total de la unidad y el resto a pagar, solicita le sea financiado. Más resulta que su petición de compra no fue aprobada porque le reportaron de la agencia de vehículos que su nombre está boletinado en el Buró de Crédito. Segura la potencial compradora del vehículo de que no tiene ningún adeudo, le surgió la inquietud por conocer su condición en la famosa lista negra del Buró de Crédito y así me lo comentó y a la vez, solicitó la ayuda de quien esto escribe.
Mi primer recurso a consultar para prestar la asistencia solicitada, fue la red de la internet y el disgusto fue muy grande. Al teclear palabras clave en los buscadores de la red de información como buró de crédito, checar, consultar, como ejemplos; inmediatamente aparecieron ligas de información que me llevaron a varias páginas que ofrecían “ayudarme”. Pero le cuento.
En diversas páginas que ofrecen esta “ayuda” lo primero que aparece es un chat en línea en donde le piden informar desde su nombre, su Registro Federal de Contribuyentes (RFC), su Clave Única de Registro de Población (CURP), dirección de su domicilio particular y sus números telefónicos, así como si número de tarjetas de crédito activas. Todos los campos de información deben ser llenados de forma obligatoria.
Una vez que usted teclea estos datos le preguntan si desea saber si está boletinado. De ser la respuesta afirmativa le solicitan un tiempo de espera. Minutos más tarde le informan que sí está en la coloquialmente llamada lista negra y le cuestionan si desea información escrita. Si de nuevo su respueta es afirmativa le advierten que tiene que hacer un pago que puede ser en ese mismo momento en línea o vía depósito bancario. Pero no sólo eso, si usted desea salir del boletín que le impide ser sujeto de crédito, le dicen que su historial negativo será borrado y tendrá un costo de alrededor de mil pesos. Es en ese momento cuando aparece el primer foco rojo de que todo se trata de una estafa.
En el momento que pregunté vía electrónica a mi interlocutor que si estaba boletinada porque supuestamente tengo algunos adeudos, cómo era posible que su servicio pudiera limpiar mi condición de no ser sujeta de crédito, con un simple pago. En lugar de recibir una respuesta, súbitamente salí de la página. Volví a intentar en la misma página con los mismos datos tecleados y ya no me solicitaban un pago de 999.00 pesos, sino ahora de 1,499.00.
Resulta que tras muchas búsquedas y encontrame con situaciones muy similares a la antes descrita, por fin llegué a una página de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) que informa sobre el Buró de Crédito. En este sitio de internet se explica que todos los mexicanos mayores de 18 años tienen posibilidad de recibir vía correo electrónico y de forma gratuita anualmente, su situación en el citado y muy temible Buró.
Descubrí muchas cosas más, relacionadas con fraudes y despojos. Más lo más fustrante es que en la página oficial que le cité líneas arriba, aparecen ligas publicitarias que le llevan a las páginas que buscan incautos para robarles. ¿Y la autoridad? No existe.
Acta Divina... De acuerdo a la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), en la actualidad operan sólo dos sistemas de información crediticia: Círculo de Crédito y Buró de Crédito.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
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