Álvaro Cepeda Neri / Conjeturas
Es mitad del sexenio y el aprendizaje del señor Calderón, para conducir la administración pública, no pasa de Kinder I, cuando era para que, al menos, estuviera en pre-primeria y, de haber puesto empeño, estar en el primer año del curso elemental. Nada de eso. Siguió al pie del ejemplo (no se podría decir que al pie de la letra, porque ignora el alfabeto de la política) las burradas de Fox, con lo que la Nación está en el umbral del abismo.
Y más aún si lleva a cabo las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que dirige el inepto zedillista José Ángel Gurría, ahora muy listo para dar lecciones de política económica, pero cuando fue secretario de Hacienda hizo lo mismo que Carnstens.
Gurría dice que Calderón debe suprimir todos los subsidios y aumentar los precios de gasolina (¡otra vez!), diesel, gas y electricidad; más impuestos fiscales y dejar subir los bienes (productos de alimentación) a pesar del bajo consumo; cancelar Seguro Popular, IMSS e ISSSTE y unificarlos para crear un monstruo a las órdenes de la secretaría de Salud.
Ojalá y el señor Calderón ponga en marcha esas medida para que, de una vez por todas, se provoque a los 50 millones de pobres y a los 30 millones de desempleados, para que con los 20 millones que sobreviven como clase media degradada por los bajos salarios, “paros técnicos” (sin recibir sueldo) y cierre de empresas, provoquen, pues, el estallido civil que se anuncia por todas partes.
Hay síntomas de creciente malestar social por todo el país y Calderón, con su secretario de Economía: Ruiz Mateos, insiste en que “la crisis ya tocó fondo” y que se miran “brotes verdes” de recuperación.
Dirá misa Calderón, pero... nos está llevando al abismo por falta de política económica, es decir, porque no hay inversiones públicas ni gasto social para crear empleo y aumentar el consumo que genere demanda interna en productores, empresas y comercios.
En cambio, hay más delincuencia, más pobreza; los jóvenes se van a la prostitución, la drogadicción e integran pandillas, secuestradores y asaltantes urbanos que, con el narcotráfico y la manu minitari, crearon el terrorismo que tiene a los mexicanos ante una alternativa: responder con violencia a la violencia o, como apuntan varios análisis y opiniones, enfrentarse al mal gobierno.
Dirá misa Calderón, pero... no ha podido dirigir política, económica y administrativamente a la Nación. Y la inseguridad aumenta muy a pesar de soldados y policías en las calles que, han aprehendido a delincuentes, pero no a sus cabezas que siguen proporcionando armas y dinero, de sus cuentas en millones de dólares que nadie ha tocado, y la delincuencia bien gracias... hasta en los gobiernos, en Pemex, en los tribunales, etc.
Dirá misa Calderón de que vamos ganando, pero la realidad es otra: vamos al abismo de las crisis económicas. Dirá misa Calderón, pero... empieza a haber hambre en la población y el presidencialismo panista no aprendió a gobernar. Todo es un desastre. Dirá misa Calderón, pero...
Es mitad del sexenio y el aprendizaje del señor Calderón, para conducir la administración pública, no pasa de Kinder I, cuando era para que, al menos, estuviera en pre-primeria y, de haber puesto empeño, estar en el primer año del curso elemental. Nada de eso. Siguió al pie del ejemplo (no se podría decir que al pie de la letra, porque ignora el alfabeto de la política) las burradas de Fox, con lo que la Nación está en el umbral del abismo.
Y más aún si lleva a cabo las recomendaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que dirige el inepto zedillista José Ángel Gurría, ahora muy listo para dar lecciones de política económica, pero cuando fue secretario de Hacienda hizo lo mismo que Carnstens.
Gurría dice que Calderón debe suprimir todos los subsidios y aumentar los precios de gasolina (¡otra vez!), diesel, gas y electricidad; más impuestos fiscales y dejar subir los bienes (productos de alimentación) a pesar del bajo consumo; cancelar Seguro Popular, IMSS e ISSSTE y unificarlos para crear un monstruo a las órdenes de la secretaría de Salud.
Ojalá y el señor Calderón ponga en marcha esas medida para que, de una vez por todas, se provoque a los 50 millones de pobres y a los 30 millones de desempleados, para que con los 20 millones que sobreviven como clase media degradada por los bajos salarios, “paros técnicos” (sin recibir sueldo) y cierre de empresas, provoquen, pues, el estallido civil que se anuncia por todas partes.
Hay síntomas de creciente malestar social por todo el país y Calderón, con su secretario de Economía: Ruiz Mateos, insiste en que “la crisis ya tocó fondo” y que se miran “brotes verdes” de recuperación.
Dirá misa Calderón, pero... nos está llevando al abismo por falta de política económica, es decir, porque no hay inversiones públicas ni gasto social para crear empleo y aumentar el consumo que genere demanda interna en productores, empresas y comercios.
En cambio, hay más delincuencia, más pobreza; los jóvenes se van a la prostitución, la drogadicción e integran pandillas, secuestradores y asaltantes urbanos que, con el narcotráfico y la manu minitari, crearon el terrorismo que tiene a los mexicanos ante una alternativa: responder con violencia a la violencia o, como apuntan varios análisis y opiniones, enfrentarse al mal gobierno.
Dirá misa Calderón, pero... no ha podido dirigir política, económica y administrativamente a la Nación. Y la inseguridad aumenta muy a pesar de soldados y policías en las calles que, han aprehendido a delincuentes, pero no a sus cabezas que siguen proporcionando armas y dinero, de sus cuentas en millones de dólares que nadie ha tocado, y la delincuencia bien gracias... hasta en los gobiernos, en Pemex, en los tribunales, etc.
Dirá misa Calderón de que vamos ganando, pero la realidad es otra: vamos al abismo de las crisis económicas. Dirá misa Calderón, pero... empieza a haber hambre en la población y el presidencialismo panista no aprendió a gobernar. Todo es un desastre. Dirá misa Calderón, pero...
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