Crisis dispara la deserción escolar

El Universal

Pedagogos y especialistas en políticas públicas lanzan la voz de alarma: la severa crisis económico-financiera por la que atraviesa el país obliga a miles de familias mexicanas a elegir entre satisfacer necesidades de alimentación o gastar sus limitados ingresos en la educación de sus hijos.

Para David Calderón, experto en temas de enseñanza y director de la asociación civil Mexicanos Primero, el resultado inicial de la crisis se puede resumir en un dato: en 2005, 5.5% de alumnos abandonó la escuela, y en 2008 ese porcentaje aumentó a 7.4.

En el periodo de regreso a clases, las familias hacen cuentas y toman decisiones para ver hacia dónde canalizan su consumo, partiendo de la alimentación, comenta Héctor Nájera Catalán, coordinador del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos.

Según la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), entre 2006 y 2008 se reportó un aumento en el número de mexicanos que no cuentan con el ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades básicas.

Guillermo Bustamante, de la Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF), calcula que la situación económica ha impactado la matrícula de las escuelas particulares; “los primeros reportes indican un descenso en las inscripciones de 8% en preescolar, primaria y secundaria”. Susana Pelayo, directora del Colegio México en Ecatepec de Morelos, reporta que, de enero a junio, 10% de sus alumnos se dio de baja y otro 15% se atrasó en los pagos.

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