Teodoro Rentería Arróyave
Es desde luego válido afirmar que México sufre de varios flagelos que pegan directamente en contra de la sociedad, sin embargo es de apuntarse que uno es el padre de todos los demás, rememorando aquella frase de “la madre de todas las guerras”, no es adivinanza, nos referimos a la corrupción.
¿Por qué? Porque de la corrupción se deriva todo: la ineficiencia, los abusos, el enriquecimiento ilícito, los altos salarios, las canonjías insultantes de los altos funcionarios y en forma muy preocupante la inseguridad pública de la que deviene la violencia, nunca antes registrada en la historia,
A nuestro país, para vergüenza de todos los mexicanos, porque en este caso en efecto pagamos justos por pecadores, lo ubican en el lugar 72 del Índice de la Percepción de Corrupción, IPC, 2008 en el mundo, y en el 14 del Continente Americano, por sus altos niveles en este rubro, según informó Transparencia Internacional.
Para mayor percepción del problema es de explicarse que el IPC clasificó a 180 países en una escala de 0 a 10, donde las más bajas calificaciones permiten percibir a los países con mayores niveles de corrupción y las más altas con menos vicios; México, repetimos para vergüenza, obtuvo 3.6 de calificación. Reprobado en un palabra.
Tal oprobio lo comparte con Bulgaria, Macedonia, Perú, China, Surinam, Trinidad y Tobago, así como con Swazilandia. En referencia al Continente Americano, de las 32 naciones calificadas por Transparencia Internacional, Canadá ocupa el primer sitio con 8.7, seguido de Estados Unidos con 7.3, México está en el 14, junto con Trinidad y Tobago, Perú y Surinam.
Para consuelo de la estupidez, a la cola de la región se ubican Haití, con una calificación de 1.4, Venezuela con 1.9 y con 2.0 Ecuador. Aunque es de considerarse que las calificaciones en estos dos últimos países obedecen a cuestiones de intereses y político por sus gobiernos de avanzada, que a un escrutinio serio.
Por todo lo anterior es de resaltarse la petición generalizada ya, de que desaparezca por su inutilidad y alto costo la Secretaría de la Función Pública, que como bien apunta analistas en el diario El Universal ha sido encabezada por amigos y aliados de los presidentes, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa por lo que las pretensiones de alcanzar grados de eficiencia y legalidad en el gobierno federal han fracasado
“En esta y otras secretarías vemos a los amigos y parientes dentro de los organigramas, no a profesionales. Incluso se ha terminado por trabar los servicios de carrera de algunas de ellas (tenemos el caso sintomático de Relaciones Exteriores). Por ello el discurso de la eficacia es un discurso vacío”, dice Israel Covarrubias, director de la revista especializada Metapolítica.
En conclusión es de estar de acuerdo con las tres principales partidos representados en el Congreso de la Unión: Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática en el sentido de desaparecer la Secretaría de la Función Pública, simple, porque no sirve para nada, y lo que los mexicanos nos vamos ahorrar, en cambio fortalecer con nuevas normas y nuevas caras más sanas, la Auditoría Superior de la Federación.
*** IMPORTANTE *** Revoluciones es un proyecto de información alternativa sin fines de lucro, para mantenernos en línea requerimos de tu apoyo. Puedes ayudarnos haciendo un deposito bancario, por mínimo que sea, hazlo en el banco HSBC, al número de cuenta 6271254999 a nombre de Samuel R. García o en transferencia electrónica abonando al número Clabe: 021180062712549990. Gracias.
Es desde luego válido afirmar que México sufre de varios flagelos que pegan directamente en contra de la sociedad, sin embargo es de apuntarse que uno es el padre de todos los demás, rememorando aquella frase de “la madre de todas las guerras”, no es adivinanza, nos referimos a la corrupción.
¿Por qué? Porque de la corrupción se deriva todo: la ineficiencia, los abusos, el enriquecimiento ilícito, los altos salarios, las canonjías insultantes de los altos funcionarios y en forma muy preocupante la inseguridad pública de la que deviene la violencia, nunca antes registrada en la historia,
A nuestro país, para vergüenza de todos los mexicanos, porque en este caso en efecto pagamos justos por pecadores, lo ubican en el lugar 72 del Índice de la Percepción de Corrupción, IPC, 2008 en el mundo, y en el 14 del Continente Americano, por sus altos niveles en este rubro, según informó Transparencia Internacional.
Para mayor percepción del problema es de explicarse que el IPC clasificó a 180 países en una escala de 0 a 10, donde las más bajas calificaciones permiten percibir a los países con mayores niveles de corrupción y las más altas con menos vicios; México, repetimos para vergüenza, obtuvo 3.6 de calificación. Reprobado en un palabra.
Tal oprobio lo comparte con Bulgaria, Macedonia, Perú, China, Surinam, Trinidad y Tobago, así como con Swazilandia. En referencia al Continente Americano, de las 32 naciones calificadas por Transparencia Internacional, Canadá ocupa el primer sitio con 8.7, seguido de Estados Unidos con 7.3, México está en el 14, junto con Trinidad y Tobago, Perú y Surinam.
Para consuelo de la estupidez, a la cola de la región se ubican Haití, con una calificación de 1.4, Venezuela con 1.9 y con 2.0 Ecuador. Aunque es de considerarse que las calificaciones en estos dos últimos países obedecen a cuestiones de intereses y político por sus gobiernos de avanzada, que a un escrutinio serio.
Por todo lo anterior es de resaltarse la petición generalizada ya, de que desaparezca por su inutilidad y alto costo la Secretaría de la Función Pública, que como bien apunta analistas en el diario El Universal ha sido encabezada por amigos y aliados de los presidentes, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa por lo que las pretensiones de alcanzar grados de eficiencia y legalidad en el gobierno federal han fracasado
“En esta y otras secretarías vemos a los amigos y parientes dentro de los organigramas, no a profesionales. Incluso se ha terminado por trabar los servicios de carrera de algunas de ellas (tenemos el caso sintomático de Relaciones Exteriores). Por ello el discurso de la eficacia es un discurso vacío”, dice Israel Covarrubias, director de la revista especializada Metapolítica.
En conclusión es de estar de acuerdo con las tres principales partidos representados en el Congreso de la Unión: Acción Nacional, Revolucionario Institucional y de la Revolución Democrática en el sentido de desaparecer la Secretaría de la Función Pública, simple, porque no sirve para nada, y lo que los mexicanos nos vamos ahorrar, en cambio fortalecer con nuevas normas y nuevas caras más sanas, la Auditoría Superior de la Federación.
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