Elvira Daniel (Cortesía El Periódico)
Para resolver un problema debemos entender las causas que lo generaron. Tomemos por ejemplo, el caso de las recién impuestas visas Canadienses. Los mexicanos nos sentimos profundamente ofendidos y agraviados por que de manera “unilateral” y de “un día para otro” el gobierno de Canadá impuso el visado a los visitantes mexicanos. Pero… vamos un poco a los hechos concretos.
Hace más de dos años que venimos escuchando los reclamos del gobierno Canadiense en el sentido de que no tienen capacidad para procesar todas la solicitudes de “refugio” que reciben de nuestros connacionales. Lo que quiere decir que cada día cientos de ciudadanos huyen de México, según señalan los mismos funcionarios de Canadá por dos razones principales:
La primera.- es tal el grado de inseguridad y agresión que se vive hoy en día en las calles, que los mexicanos con capacidad económica decidieron dejar de arriesgar a sus familias y salir a buscar una mejor calidad vida, aunque esto signifique dejar sus raíces.
La segunda, y mucho más grave por lo que implica.- el incremento en la pobreza y la falta de oportunidades; basta decir que tan sólo en el primer trimestre de 2009 el PIB se contrajo en 8.2% (INEGI).
Apenas la semana pasada el gobierno de Calderón tuvo que aceptar que las condiciones de vida de los mexicanos son cada día peores, en los primeros dos años de gobierno la proporción de mexicanos que vive en condiciones de extrema pobreza se incrementó en 4.4% (Coneval); así la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares reveló que la pobreza alimentaria creció del 13.8% al 18.2% en los últimos dos años, lo que se traduce en cinco millones más de mexicanos que viven en condiciones de pobreza alimentaria; ya con este incremento estamos cerca de los veinte millones de mexicanos que no tienen ni para comer.
Y regresando al tema del visado canadiense, ya nos queda claro el motivo por el cual el habitante de Los Pinos puso cara de “yo no fui” e “hizo mutis” a la recién impuesta visa canadiense.
Ni modo que vaya a reclamar que a causa del pésimo manejo de su gobierno en materia de seguridad nacional y economía, estamos exportando cientos de miles de mexicanos a Estados Unidos y Canadá.
Para resolver un problema debemos entender las causas que lo generaron. Tomemos por ejemplo, el caso de las recién impuestas visas Canadienses. Los mexicanos nos sentimos profundamente ofendidos y agraviados por que de manera “unilateral” y de “un día para otro” el gobierno de Canadá impuso el visado a los visitantes mexicanos. Pero… vamos un poco a los hechos concretos.
Hace más de dos años que venimos escuchando los reclamos del gobierno Canadiense en el sentido de que no tienen capacidad para procesar todas la solicitudes de “refugio” que reciben de nuestros connacionales. Lo que quiere decir que cada día cientos de ciudadanos huyen de México, según señalan los mismos funcionarios de Canadá por dos razones principales:
La primera.- es tal el grado de inseguridad y agresión que se vive hoy en día en las calles, que los mexicanos con capacidad económica decidieron dejar de arriesgar a sus familias y salir a buscar una mejor calidad vida, aunque esto signifique dejar sus raíces.
La segunda, y mucho más grave por lo que implica.- el incremento en la pobreza y la falta de oportunidades; basta decir que tan sólo en el primer trimestre de 2009 el PIB se contrajo en 8.2% (INEGI).
Apenas la semana pasada el gobierno de Calderón tuvo que aceptar que las condiciones de vida de los mexicanos son cada día peores, en los primeros dos años de gobierno la proporción de mexicanos que vive en condiciones de extrema pobreza se incrementó en 4.4% (Coneval); así la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en los Hogares reveló que la pobreza alimentaria creció del 13.8% al 18.2% en los últimos dos años, lo que se traduce en cinco millones más de mexicanos que viven en condiciones de pobreza alimentaria; ya con este incremento estamos cerca de los veinte millones de mexicanos que no tienen ni para comer.
Y regresando al tema del visado canadiense, ya nos queda claro el motivo por el cual el habitante de Los Pinos puso cara de “yo no fui” e “hizo mutis” a la recién impuesta visa canadiense.
Ni modo que vaya a reclamar que a causa del pésimo manejo de su gobierno en materia de seguridad nacional y economía, estamos exportando cientos de miles de mexicanos a Estados Unidos y Canadá.
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