Apro
El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega dijo que "no acata dictados ni opiniones personales, así sean del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas " y al comentar la falta de valor que le atribuye el excandidato presidencial para expulsar a los "traidores" respondió: "ya no son tiempos de resolver los problemas con actitudes de machos".
En entrevista, luego de asistir al acto denominado "Rendición de cuentas", encabezado por el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, Ortega mencionó que es hora "de resolver los problemas internos ajustándose a las normas, a las instituciones, por eso no es un problema de valor, sino de respeto a la institucionalidad".
Por lo demás, Ortega informó que su decisión es que "aquel que era militante del Partido de la Revolución Democrática y es dirigente de otro partido, como es el caso del licenciado (Ricardo) Monreal, deja de ser militante, y los que fueron candidatos, desde luego, y los que son representantes de otros partidos, lo mismo".
Sin embargo, dijo, en cuanto a los perredistas que no fueron candidatos de otros partidos, pero sí apoyaron a candidatos de otras fuerzas políticas, nadie ha pedido formalmente la expulsión de uno solo de estos casos, y sin denuncia no hay proceso jurídico.
"Hasta hoy no hay una sola denuncia en la comisión de garantías por un solo militante del partido para solicitar la expulsión de alguien, no la hay. El problema no es que el presidente de motu propio empiece a cortar cabezas, es un procedimiento estatutario", agregó.
Las facultades del presidente del PRD, resaltó, no son omnímodas, aunque algunos dirigentes del pasado actuaban como si lo fueran.
Y el gran problema del PRD, insistió, "es que han prevalecido los dictados individuales sobre la reflexión colectiva, y el gran cambio que debe experimentar, a la luz de su trayectoria y a la luz de los últimos acontecimientos electorales, es que por sobre las opiniones individuales, sobre los dictados personalizados, deben prevalecer las decisiones reflexionadas colectivamente".
También declaró que "no hay líderes morales en el partido, el presidente del PRD no va a actuar sobre la base de presión de opiniones de una, dos o tres personalidades. Voy a reformar el PRD para que lo que valga sean las decisiones de los organismos y no los dictados personales".
En ese punto coincidió la gobernadora de Zacatecas, Amalia García, quien expresó, por separado, que lo que se requiere en el PRD es ir a una reforma de fondo, sustancial.
"Lo que sí puedo decir es que lo que se requiere en el PRD es ir a una reforma de fondo, sustancial, que lo convierta otra vez en una gran organización comprometida (...) con la democracia y con la justicia".
La izquierda, añadió, "se caracteriza por poner en el centro los temas de la justicia, y hoy urge una izquierda democrática, moderna, comprometida con contribuir con un nuevo modelo económico".
De visita en Aguascalientes para participar en el Congreso Nacional de Colegios de Ingenieros Civiles, García dijo que el debate interno está abierto y espera que sea fructífero, además de que se aporten muchas opiniones para que se concluya en una reforma de calidad.
El presidente nacional del PRD, Jesús Ortega dijo que "no acata dictados ni opiniones personales, así sean del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas " y al comentar la falta de valor que le atribuye el excandidato presidencial para expulsar a los "traidores" respondió: "ya no son tiempos de resolver los problemas con actitudes de machos".
En entrevista, luego de asistir al acto denominado "Rendición de cuentas", encabezado por el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, Ortega mencionó que es hora "de resolver los problemas internos ajustándose a las normas, a las instituciones, por eso no es un problema de valor, sino de respeto a la institucionalidad".
Por lo demás, Ortega informó que su decisión es que "aquel que era militante del Partido de la Revolución Democrática y es dirigente de otro partido, como es el caso del licenciado (Ricardo) Monreal, deja de ser militante, y los que fueron candidatos, desde luego, y los que son representantes de otros partidos, lo mismo".
Sin embargo, dijo, en cuanto a los perredistas que no fueron candidatos de otros partidos, pero sí apoyaron a candidatos de otras fuerzas políticas, nadie ha pedido formalmente la expulsión de uno solo de estos casos, y sin denuncia no hay proceso jurídico.
"Hasta hoy no hay una sola denuncia en la comisión de garantías por un solo militante del partido para solicitar la expulsión de alguien, no la hay. El problema no es que el presidente de motu propio empiece a cortar cabezas, es un procedimiento estatutario", agregó.
Las facultades del presidente del PRD, resaltó, no son omnímodas, aunque algunos dirigentes del pasado actuaban como si lo fueran.
Y el gran problema del PRD, insistió, "es que han prevalecido los dictados individuales sobre la reflexión colectiva, y el gran cambio que debe experimentar, a la luz de su trayectoria y a la luz de los últimos acontecimientos electorales, es que por sobre las opiniones individuales, sobre los dictados personalizados, deben prevalecer las decisiones reflexionadas colectivamente".
También declaró que "no hay líderes morales en el partido, el presidente del PRD no va a actuar sobre la base de presión de opiniones de una, dos o tres personalidades. Voy a reformar el PRD para que lo que valga sean las decisiones de los organismos y no los dictados personales".
En ese punto coincidió la gobernadora de Zacatecas, Amalia García, quien expresó, por separado, que lo que se requiere en el PRD es ir a una reforma de fondo, sustancial.
"Lo que sí puedo decir es que lo que se requiere en el PRD es ir a una reforma de fondo, sustancial, que lo convierta otra vez en una gran organización comprometida (...) con la democracia y con la justicia".
La izquierda, añadió, "se caracteriza por poner en el centro los temas de la justicia, y hoy urge una izquierda democrática, moderna, comprometida con contribuir con un nuevo modelo económico".
De visita en Aguascalientes para participar en el Congreso Nacional de Colegios de Ingenieros Civiles, García dijo que el debate interno está abierto y espera que sea fructífero, además de que se aporten muchas opiniones para que se concluya en una reforma de calidad.
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