Pedro Echeverría V.
1. ¡Qué lejos está el presidente Barack Obama (nacido en 1961) de aquellas grandes batallas y asesinatos de los esclavos y activistas negros norteamericanos (de sus padres y abuelos) que tuvieron que sufrir (y aún sufren) y enfrentar el brutal racismo de los yanquis opresores! Gracias a buenos escritores y cineastas hemos vivido –como si fuera en carne propia- los pasajes de esos seres humanos tratados con peores golpes y humillaciones que a los animales. Basta leer las historias biográficas de líderes como Malcolm X (asesinado en 1965) y Luther King (muerto en 1968), así como de las pequeñas, pero muy heroicas batallas de los pueblos para conquistar derechos humanos, para entender que esa nación, que desde hace un siglo domina al mundo, tardará otro siglo para limpiar su cara, sobre todo su conciencia.
2. En tanto Obama estudia y se integra a la cátedra universitaria en 1992, cuando existen todas las posibilidades para hacerlo, treinta años antes los negros luchaban hasta por un lugar para sentarse en un autobús de pasajeros. Malcolm X, el más grande líder negro, fue perseguido con la mayor saña porque también luchaba contra el sistema capitalista. Decía: “No creemos en librar una batalla en la cual nuestros opresores van a dictar las reglas. No creemos que podemos ganar una batalla donde las reglas las dicten los que nos explotan. No creemos que podemos continuar una batalla tratando de ganarnos el afecto de aquellos que por tanto tiempo nos han oprimido y explotado”. Malcolm X era un líder muy peligroso para el sistema opresor que tanto combatió de manera abierta, al mismo tiempo que organizaba la lucha radical de los negros.
3. Martin Luther King, a pesar de su honestidad, de su entrega a la causa de los derechos civiles y de dar su vida para favorecer a los negros, con su pacifismo, como dice el escritor Esteban Morales, había quedado enrolado en la mecánica del sistema y en realidad había terminado siendo instrumentalizado para propósitos que no eran los que le habían animado desde el principio; aunque ello no le salvó la vida, porque también sus ideas comenzaban a topar seriamente contra los “límites de disidencia” que el sistema de poder norteamericano estaba en condiciones de admitir. Sin embargo la nación ha tenido en este campo de la integración racial importantes avances, pero a pesar de tener a un negro como presidente no deja de ser un imperio económico, político y militar que no ha dejado de someter al mundo.
4. Barack Obama, ante el terrible desprestigio que tienen los EEUU en el mundo, pretende cambiar la cara del imperialismo, limpiarla en todo lo que se pueda, de ninguna manera hacerlo desaparecer. Esa es la enorme tarea que tiene al frente y parece estarla cumpliendo con mucha visión y cuidado. Ignacio Ramonet, el analista de Le Monde Diplomatique, buscando ser muy objetivo en sus investigaciones, ha escrito que el nuevo Presidente (Obama) no ha cometido ningún error grave en sus casi seis primeros meses de gobierno; errores que por diversas circunstancias sí tuvieron Kennedy (invasión a Cuba), Reagan (sufrió atentado) y Clinton (estallido de camión de explosivos en Nueva York). Señala después que la simpatía de Obama se mantiene a un nivel alto y pone ejemplos de algunas medidas importantes.
5. Escribe Ramonet que sin rechazar la economía de mercado, Obama ha vuelto a colocar al Estado en el corazón de la vida económica y social (General Motors y la intervención del Estado); que el plan de ayuda a los bancos alcanzó cerca del billón de dólares; el penal de Guantánamo se cerrará en enero de 2010; la tortura se ha prohibido; las tropas se retirarán de Irak antes de agosto de 2010; cuatro millones de niños pobres disponen ahora de un seguro de salud; nueve millones de propietarios de viviendas tienen la posibilidad de renegociar sus hipotecas; la investigación médica sobre las células madre se ha autorizado; el financiamiento público de la planificación familiar se ha restablecido; y se ha lanzado un amplio programa para el desarrollo de energías renovables. Medidas aún no efectivas pero llaman la atención.
6. James Petras, también pensador internacional, con quien durante 15 años he coincidido, habla de una “Estrategia de retroceso” de Obama que cuenta con un renacimiento de políticas derechistas de masas para legitimar la reafirmación del dominio estadounidense. Escribió que a lo largo de 2008 en Argentina cientos de miles de manifestantes de clase media y baja salieron a las calles en el interior del país bajo la dirección de las asociaciones de grandes terratenientes pro-estadounidenses para desestabilizar el régimen de centro-izquierda de Fernández. En Bolivia, masas de estudiantes de clase media, empresarios, propietarios y afiliados a ONG, tomaron Santa Cruz y otras cuatro provincias ricas y, bien financiados por el embajador Goldberg, por la Agencia para el Desarrollo Internacional y la Donación Nacional para la Democracia se lanzaron a las calles, generando el caos y asesinando a 30 indígenas seguidores del presidente Morales en un intento de expulsarle del poder.
7. Otras tantas manifestaciones derechistas, muy similares, se han realizado (además de Venezuela, Honduras e Irán organizadas recientemente) en más de veinte ciudades como México, Guatemala, Paraguay, Nicaragua, con todo el apoyo empresarial, de los gobiernos derechistas y de los medios de información; todo con el fin de intimidar a los gobiernos progresistas y a la lucha social izquierdista. Son manifestaciones masivas de sectores acomodados gritando “democracia” con el fin de dar legitimidad a los intentos deslegitimadores de EEUU contra sus adversarios democráticamente elegidos. El investigador y en cierta manera activista, Petras señala que Obama ha aumentado enormemente el presupuesto militar, el número de tropas de combate, ha marcado nuevas regiones como objetivo de la intervención militar y respaldado golpes militares en regiones tradicionalmente controladas por Estados Unidos.
8. Aunque parece muy clara la posición de Obama, sobre todo en las últimas semanas por el golpe de Estado de Honduras, aún hay algunos analistas honestos que piensan que ha logrado avances importantes dentro de la terrible estructura empresarial trasnacional yanqui. La realidad está demostrando otra cosa, sobre todo en Honduras, Afganistan, Irak e Irán. ¿Cómo puede vivir ese enorme país del gran consumo sin asegurar petróleo, recursos naturales, venta de armas y las guerras tan necesarias para apropiarse todo? Obama conoce muy bien la historia del racismo yanqui, sabe perfectamente al sistema social que sirve y es el líder mundial más importante. Todos los pasos que dé son de su total responsabilidad como representante del gobierno más poderosos sobre la tierra. Así que por favor, no hay que buscar más pretextos para descargarlo de responsabilidad.
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1. ¡Qué lejos está el presidente Barack Obama (nacido en 1961) de aquellas grandes batallas y asesinatos de los esclavos y activistas negros norteamericanos (de sus padres y abuelos) que tuvieron que sufrir (y aún sufren) y enfrentar el brutal racismo de los yanquis opresores! Gracias a buenos escritores y cineastas hemos vivido –como si fuera en carne propia- los pasajes de esos seres humanos tratados con peores golpes y humillaciones que a los animales. Basta leer las historias biográficas de líderes como Malcolm X (asesinado en 1965) y Luther King (muerto en 1968), así como de las pequeñas, pero muy heroicas batallas de los pueblos para conquistar derechos humanos, para entender que esa nación, que desde hace un siglo domina al mundo, tardará otro siglo para limpiar su cara, sobre todo su conciencia.
2. En tanto Obama estudia y se integra a la cátedra universitaria en 1992, cuando existen todas las posibilidades para hacerlo, treinta años antes los negros luchaban hasta por un lugar para sentarse en un autobús de pasajeros. Malcolm X, el más grande líder negro, fue perseguido con la mayor saña porque también luchaba contra el sistema capitalista. Decía: “No creemos en librar una batalla en la cual nuestros opresores van a dictar las reglas. No creemos que podemos ganar una batalla donde las reglas las dicten los que nos explotan. No creemos que podemos continuar una batalla tratando de ganarnos el afecto de aquellos que por tanto tiempo nos han oprimido y explotado”. Malcolm X era un líder muy peligroso para el sistema opresor que tanto combatió de manera abierta, al mismo tiempo que organizaba la lucha radical de los negros.
3. Martin Luther King, a pesar de su honestidad, de su entrega a la causa de los derechos civiles y de dar su vida para favorecer a los negros, con su pacifismo, como dice el escritor Esteban Morales, había quedado enrolado en la mecánica del sistema y en realidad había terminado siendo instrumentalizado para propósitos que no eran los que le habían animado desde el principio; aunque ello no le salvó la vida, porque también sus ideas comenzaban a topar seriamente contra los “límites de disidencia” que el sistema de poder norteamericano estaba en condiciones de admitir. Sin embargo la nación ha tenido en este campo de la integración racial importantes avances, pero a pesar de tener a un negro como presidente no deja de ser un imperio económico, político y militar que no ha dejado de someter al mundo.
4. Barack Obama, ante el terrible desprestigio que tienen los EEUU en el mundo, pretende cambiar la cara del imperialismo, limpiarla en todo lo que se pueda, de ninguna manera hacerlo desaparecer. Esa es la enorme tarea que tiene al frente y parece estarla cumpliendo con mucha visión y cuidado. Ignacio Ramonet, el analista de Le Monde Diplomatique, buscando ser muy objetivo en sus investigaciones, ha escrito que el nuevo Presidente (Obama) no ha cometido ningún error grave en sus casi seis primeros meses de gobierno; errores que por diversas circunstancias sí tuvieron Kennedy (invasión a Cuba), Reagan (sufrió atentado) y Clinton (estallido de camión de explosivos en Nueva York). Señala después que la simpatía de Obama se mantiene a un nivel alto y pone ejemplos de algunas medidas importantes.
5. Escribe Ramonet que sin rechazar la economía de mercado, Obama ha vuelto a colocar al Estado en el corazón de la vida económica y social (General Motors y la intervención del Estado); que el plan de ayuda a los bancos alcanzó cerca del billón de dólares; el penal de Guantánamo se cerrará en enero de 2010; la tortura se ha prohibido; las tropas se retirarán de Irak antes de agosto de 2010; cuatro millones de niños pobres disponen ahora de un seguro de salud; nueve millones de propietarios de viviendas tienen la posibilidad de renegociar sus hipotecas; la investigación médica sobre las células madre se ha autorizado; el financiamiento público de la planificación familiar se ha restablecido; y se ha lanzado un amplio programa para el desarrollo de energías renovables. Medidas aún no efectivas pero llaman la atención.
6. James Petras, también pensador internacional, con quien durante 15 años he coincidido, habla de una “Estrategia de retroceso” de Obama que cuenta con un renacimiento de políticas derechistas de masas para legitimar la reafirmación del dominio estadounidense. Escribió que a lo largo de 2008 en Argentina cientos de miles de manifestantes de clase media y baja salieron a las calles en el interior del país bajo la dirección de las asociaciones de grandes terratenientes pro-estadounidenses para desestabilizar el régimen de centro-izquierda de Fernández. En Bolivia, masas de estudiantes de clase media, empresarios, propietarios y afiliados a ONG, tomaron Santa Cruz y otras cuatro provincias ricas y, bien financiados por el embajador Goldberg, por la Agencia para el Desarrollo Internacional y la Donación Nacional para la Democracia se lanzaron a las calles, generando el caos y asesinando a 30 indígenas seguidores del presidente Morales en un intento de expulsarle del poder.
7. Otras tantas manifestaciones derechistas, muy similares, se han realizado (además de Venezuela, Honduras e Irán organizadas recientemente) en más de veinte ciudades como México, Guatemala, Paraguay, Nicaragua, con todo el apoyo empresarial, de los gobiernos derechistas y de los medios de información; todo con el fin de intimidar a los gobiernos progresistas y a la lucha social izquierdista. Son manifestaciones masivas de sectores acomodados gritando “democracia” con el fin de dar legitimidad a los intentos deslegitimadores de EEUU contra sus adversarios democráticamente elegidos. El investigador y en cierta manera activista, Petras señala que Obama ha aumentado enormemente el presupuesto militar, el número de tropas de combate, ha marcado nuevas regiones como objetivo de la intervención militar y respaldado golpes militares en regiones tradicionalmente controladas por Estados Unidos.
8. Aunque parece muy clara la posición de Obama, sobre todo en las últimas semanas por el golpe de Estado de Honduras, aún hay algunos analistas honestos que piensan que ha logrado avances importantes dentro de la terrible estructura empresarial trasnacional yanqui. La realidad está demostrando otra cosa, sobre todo en Honduras, Afganistan, Irak e Irán. ¿Cómo puede vivir ese enorme país del gran consumo sin asegurar petróleo, recursos naturales, venta de armas y las guerras tan necesarias para apropiarse todo? Obama conoce muy bien la historia del racismo yanqui, sabe perfectamente al sistema social que sirve y es el líder mundial más importante. Todos los pasos que dé son de su total responsabilidad como representante del gobierno más poderosos sobre la tierra. Así que por favor, no hay que buscar más pretextos para descargarlo de responsabilidad.
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