Jenaro Villamil
Convencido de que es imbatible, a pesar del evidente dispendio en sus 'infomerciales' de la televisión y sus publirreportajes en medios impresos, el gobernador Enrique Peña Nieto y Televisa ya preparan un nuevo espectáculo. Ahora sí, la boda del Golden Boy con la actriz de Destilando Amor, Angélica Rivera, se prepara como el "gran evento" de la segunda mitad del año.
Lo de menos es si el joven gobernador y la actriz deciden firmar un contrato matrimonial. Lo que resulta sintomático del dispendio es que Televisa y TV Azteca se preparan para transmitir "en vivo y en directo" este enlace matrimonial, como si se tratara del final de una telenovela o el inicio de la auténtica historia de La Gaviota que conquistó al príncipe poderoso.
Por supuesto, la transmisión no será gratuita. Y si nos atenemos a los argumentos que dio Televisa en su desplegado para desacreditar los contratos publicados en el libro Si yo fuera presidente, el reality show de Peña Nieto, se tratará de otro evento que correrá a cuenta del erario mexiquense. Quizá se atrevan a decir que existe un interés nacional para cubrir el enlace matrimonial de Peña Nieto, pues "el Estado de México es la entidad con mayor población" del país.
El uso y abuso del 'infoentretenimiento' y del advertainment –viejos trucos para "vender marca" a través de los medios masivos-- se convertirán en la verdadera maquinaria para llevar a Peña Nieto a la candidatura presidencial del 2012.
Y si para ello es necesario inventarle bodas, romances y hasta historias melodramáticas, así lo harán los guionistas de este gobernador priista que cree que todo se vale con tal de adormecer las conciencias ciudadanas.
Su boda pretende ser el arranque informal y televisivo de su campaña para la Presidencia. Hay asesores que analizan la relación entre el mandatario francés Nicolás Sarkozy y la modelo Carla Bruni para tratar de emularla. En el delirio, hay quienes pretenden convertir el enlace en una especie de "boda real", semejante al del heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón y su consorte Letizia Ortiz.
Junto con el espectáculo, la operación política continúa.
Peña Nieto también prepara otros "enlaces matrimoniales", pero de tinte político.
El fin de semana en el domicilio en McAllen, Texas, del ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez Martínez, se realizó una comida para afianzar la alianza entre el mandatario mexiquense y los gobernadores y grupos políticos del noreste del país.
En el convite estuvo presente el polémico exgobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma, quien fungió como exdelegado del Comité Ejecutivo Nacional priista en los estados de Querétaro, Hidalgo y Guanajuato durante la reciente elección federal.
Un día antes de este evento, Peña Nieto sostuvo otro encuentro con el actual mandatario de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, el mismo con quien el mexiquense sostuvo un cónclave durante la campaña para hacer un "frente" de gobernadores en contra de la estrategia del panismo, de acusar a los mandatarios priistas del noreste de estar vinculados con el narcotráfico.
De esa manera, Peña Nieto pretende fortalecer sus enlaces políticos: ya tiene un vínculo fuerte con los mandatarios de Yucatán, Hidalgo y Quintana Roo, y con los futuros gobernadores de Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí.
Es la ola roja del Estado de México. Ahora sólo falta la historia rosa del matrimonio, en vivo y en directo.
Convencido de que es imbatible, a pesar del evidente dispendio en sus 'infomerciales' de la televisión y sus publirreportajes en medios impresos, el gobernador Enrique Peña Nieto y Televisa ya preparan un nuevo espectáculo. Ahora sí, la boda del Golden Boy con la actriz de Destilando Amor, Angélica Rivera, se prepara como el "gran evento" de la segunda mitad del año.
Lo de menos es si el joven gobernador y la actriz deciden firmar un contrato matrimonial. Lo que resulta sintomático del dispendio es que Televisa y TV Azteca se preparan para transmitir "en vivo y en directo" este enlace matrimonial, como si se tratara del final de una telenovela o el inicio de la auténtica historia de La Gaviota que conquistó al príncipe poderoso.
Por supuesto, la transmisión no será gratuita. Y si nos atenemos a los argumentos que dio Televisa en su desplegado para desacreditar los contratos publicados en el libro Si yo fuera presidente, el reality show de Peña Nieto, se tratará de otro evento que correrá a cuenta del erario mexiquense. Quizá se atrevan a decir que existe un interés nacional para cubrir el enlace matrimonial de Peña Nieto, pues "el Estado de México es la entidad con mayor población" del país.
El uso y abuso del 'infoentretenimiento' y del advertainment –viejos trucos para "vender marca" a través de los medios masivos-- se convertirán en la verdadera maquinaria para llevar a Peña Nieto a la candidatura presidencial del 2012.
Y si para ello es necesario inventarle bodas, romances y hasta historias melodramáticas, así lo harán los guionistas de este gobernador priista que cree que todo se vale con tal de adormecer las conciencias ciudadanas.
Su boda pretende ser el arranque informal y televisivo de su campaña para la Presidencia. Hay asesores que analizan la relación entre el mandatario francés Nicolás Sarkozy y la modelo Carla Bruni para tratar de emularla. En el delirio, hay quienes pretenden convertir el enlace en una especie de "boda real", semejante al del heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón y su consorte Letizia Ortiz.
Junto con el espectáculo, la operación política continúa.
Peña Nieto también prepara otros "enlaces matrimoniales", pero de tinte político.
El fin de semana en el domicilio en McAllen, Texas, del ex gobernador de Coahuila, Enrique Martínez Martínez, se realizó una comida para afianzar la alianza entre el mandatario mexiquense y los gobernadores y grupos políticos del noreste del país.
En el convite estuvo presente el polémico exgobernador de Tamaulipas, Manuel Cavazos Lerma, quien fungió como exdelegado del Comité Ejecutivo Nacional priista en los estados de Querétaro, Hidalgo y Guanajuato durante la reciente elección federal.
Un día antes de este evento, Peña Nieto sostuvo otro encuentro con el actual mandatario de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, el mismo con quien el mexiquense sostuvo un cónclave durante la campaña para hacer un "frente" de gobernadores en contra de la estrategia del panismo, de acusar a los mandatarios priistas del noreste de estar vinculados con el narcotráfico.
De esa manera, Peña Nieto pretende fortalecer sus enlaces políticos: ya tiene un vínculo fuerte con los mandatarios de Yucatán, Hidalgo y Quintana Roo, y con los futuros gobernadores de Nuevo León, Querétaro y San Luis Potosí.
Es la ola roja del Estado de México. Ahora sólo falta la historia rosa del matrimonio, en vivo y en directo.
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