TeleSur
La resistencia hondureña se traslada desde este jueves a diversos puntos de la frontera con Nicaragua para recibir a su presidente constitucional, Manuel Zelaya, quien anunció este miércoles el inicio de su retorno a la nación de la que fue expulsado el pasado 28 de junio en un golpe de Estado.
Sindicatos y movimientos sociales comenzarán también un paro general que se extenderá por 48 horas como medida de presión contra el régimen de facto, liderado por Roberto Micheletti, para que abandone el poder.
Tres sindicales obreras paralizarán sus actividades, tal como lo acordaron el lunes pasado las confederaciones Unitaria de Trabajadores (FUTH), de Trabajadores del Honduras (CTH) y Central General de Trabajadores (CGT).
El presidente de la FUTH, Juan Barahona, informó que los sindicatos del sector público tienen previsto la toma de instituciones y otras acciones, que serán acompañadas por el pueblo en las calles.
Barahona alertó sobre intentos de la policía de provocar un enfrentamiento con los manifestantes y la responsabilizó de cualquier incidente.
"La paciencia tiene límites", dijo, al recordar el carácter pacífico de las protestas antigolpistas.
El dirigente campesino Rafael Alegría también hizo responsable al gobierno de facto que encabeza el empresario Roberto Micheletti de cualquier incidente violento durante las jornadas de luchas populares.
Las concentraciones se producen un día después del fracaso que resultó ser el "acuerdo de San José" que propuso el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, como solución a la crisis que vive Honduras.
En la capital costarricense las delegaciones de Zelaya y el líder de facto Roberto Micheletti, mantuvieron sus firmes posiciones y dieron prácticamente por finalizado el diálogo y mucho más la labor de Arias como mediador.
El documento replanteó el retorno categórico de Zelaya para este viernes y la organización de un gobierno de reconciliación con integrantes de todos los partidos políticos, algo que el régimen de facto nuevamente no aceptó.
Mas tarde, el presidente legítimo anunciaría, en exclusiva a teleSUR, que se aproximará a Honduras por la frontera que la divide con Nicaragua, pero sin especificar por donde.
La resistencia hondureña se traslada desde este jueves a diversos puntos de la frontera con Nicaragua para recibir a su presidente constitucional, Manuel Zelaya, quien anunció este miércoles el inicio de su retorno a la nación de la que fue expulsado el pasado 28 de junio en un golpe de Estado.
Sindicatos y movimientos sociales comenzarán también un paro general que se extenderá por 48 horas como medida de presión contra el régimen de facto, liderado por Roberto Micheletti, para que abandone el poder.
Tres sindicales obreras paralizarán sus actividades, tal como lo acordaron el lunes pasado las confederaciones Unitaria de Trabajadores (FUTH), de Trabajadores del Honduras (CTH) y Central General de Trabajadores (CGT).
El presidente de la FUTH, Juan Barahona, informó que los sindicatos del sector público tienen previsto la toma de instituciones y otras acciones, que serán acompañadas por el pueblo en las calles.
Barahona alertó sobre intentos de la policía de provocar un enfrentamiento con los manifestantes y la responsabilizó de cualquier incidente.
"La paciencia tiene límites", dijo, al recordar el carácter pacífico de las protestas antigolpistas.
El dirigente campesino Rafael Alegría también hizo responsable al gobierno de facto que encabeza el empresario Roberto Micheletti de cualquier incidente violento durante las jornadas de luchas populares.
Las concentraciones se producen un día después del fracaso que resultó ser el "acuerdo de San José" que propuso el presidente de Costa Rica, Óscar Arias, como solución a la crisis que vive Honduras.
En la capital costarricense las delegaciones de Zelaya y el líder de facto Roberto Micheletti, mantuvieron sus firmes posiciones y dieron prácticamente por finalizado el diálogo y mucho más la labor de Arias como mediador.
El documento replanteó el retorno categórico de Zelaya para este viernes y la organización de un gobierno de reconciliación con integrantes de todos los partidos políticos, algo que el régimen de facto nuevamente no aceptó.
Mas tarde, el presidente legítimo anunciaría, en exclusiva a teleSUR, que se aproximará a Honduras por la frontera que la divide con Nicaragua, pero sin especificar por donde.
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