Álvaro Cepeda Neri / Conjeturas
Ya se le metió, entre ceja y ceja, al ex diputado federal y médico guanajuatense José Ángel Córdova Villalobos, hoy secretario de Salud, nombrado por Calderón por recomendación de Fox, que puede ser el candidato presidencial del PAN, debido, no tanto a sus escasísimos méritos, como a la falta de prospectos panistas para el cargo, por bajas de entre su círculo donde, supuestamente, saldría el sucesor a la corona de la monarquía sexenal.
Las bajas son: Mouriño Terrazo, muerto biológicamente en sospechoso accidente. Germán Martínez, cancerbero de Los Pinos políticamente muerto en el intento de apuntalar electoralmente al panismo. Y el entre muerto y vivo César Nava, expulsado de la máxima cercanía con Calderón por Margarita Zavala, la cónyuge que interviene en la grilla presidencial sin los alardes de Mart(h)a Sahagún.
Quieren ser candidatos a la presidencia (de un PAN que será también derrotado en 2012... ¡y por el PRI! que postulará como su candidato a un integrante del Senado que como en la Roma Republicana contaba con las mejores cabezas políticas) Josefina Vázquez Mota (a la mejor enviada a la presidencia vacante del partido derechista)... ¡Manuel Espino!; Santiago Creel y los demás son aspirantes de relleno.
Así que Córdova Villalobos sueña con la candidatura, impulsado por su jefe de comunicación y brazo derecho del timbiriche mayor Maximiliano Cortázar Lara, el ineficaz director de comunicación de Los Pinos. Y basa su trampolín en su mediocre desempeño en la SS (las siglas que fueron de la tenebrosa policía política nazi, pero que en la administración pública federal mexicana significan: Secretaría de Salud.
Don José Ángel anda muy activo desde que metió la pata con su alarmismo durante el contagio gripal y montó a Calderón y Ebrard a decretar la paralización de la economía nativa para agudizar la crisis que, como pinza de recesión (despidos, turismo cancelado, etc.) nos apretó desde Estados Unidos y Europa, más la cancelación de vuelos.
Y ha publicado dos convocatorias: una para otorgar el premio de cirugía y otro para reconocimiento al mérito médico, del año en curso. Y está operando con su mano negra para ser elegido para el mérito médico, por su actuación durante las exageraciones gripales.
Quiere acumular “méritos” para que Calderón lo considere para la postulación presidencial. Su manager, que le “lava el coco”, desde las oficinas de Comunicación Social de la misma dependencia, y quien está al tanto del chismerío de la grilla, el comunicador Carlos Olmos Tomasini, lo tiene enfilado a esa candidatura y le hacen eco los periodistas afines al olmismo, gracias a la publicidad que les otorga a cambio de esos favores.
Obviamente que Córdova Villalobos, con todo y su constante rictus de angustia en la cara, no será el candidato panista y si bien le va lo mandarán de candidato a gobernador de Guanajuato, para ver si controla a su ex jefe Fox para que éste y su esposa dejen de hacer olas en el estanque excrementoso donde riñen los panistas, echándose mutuamente en cara los resultados de su derrota en las urnas.
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Ya se le metió, entre ceja y ceja, al ex diputado federal y médico guanajuatense José Ángel Córdova Villalobos, hoy secretario de Salud, nombrado por Calderón por recomendación de Fox, que puede ser el candidato presidencial del PAN, debido, no tanto a sus escasísimos méritos, como a la falta de prospectos panistas para el cargo, por bajas de entre su círculo donde, supuestamente, saldría el sucesor a la corona de la monarquía sexenal.
Las bajas son: Mouriño Terrazo, muerto biológicamente en sospechoso accidente. Germán Martínez, cancerbero de Los Pinos políticamente muerto en el intento de apuntalar electoralmente al panismo. Y el entre muerto y vivo César Nava, expulsado de la máxima cercanía con Calderón por Margarita Zavala, la cónyuge que interviene en la grilla presidencial sin los alardes de Mart(h)a Sahagún.
Quieren ser candidatos a la presidencia (de un PAN que será también derrotado en 2012... ¡y por el PRI! que postulará como su candidato a un integrante del Senado que como en la Roma Republicana contaba con las mejores cabezas políticas) Josefina Vázquez Mota (a la mejor enviada a la presidencia vacante del partido derechista)... ¡Manuel Espino!; Santiago Creel y los demás son aspirantes de relleno.
Así que Córdova Villalobos sueña con la candidatura, impulsado por su jefe de comunicación y brazo derecho del timbiriche mayor Maximiliano Cortázar Lara, el ineficaz director de comunicación de Los Pinos. Y basa su trampolín en su mediocre desempeño en la SS (las siglas que fueron de la tenebrosa policía política nazi, pero que en la administración pública federal mexicana significan: Secretaría de Salud.
Don José Ángel anda muy activo desde que metió la pata con su alarmismo durante el contagio gripal y montó a Calderón y Ebrard a decretar la paralización de la economía nativa para agudizar la crisis que, como pinza de recesión (despidos, turismo cancelado, etc.) nos apretó desde Estados Unidos y Europa, más la cancelación de vuelos.
Y ha publicado dos convocatorias: una para otorgar el premio de cirugía y otro para reconocimiento al mérito médico, del año en curso. Y está operando con su mano negra para ser elegido para el mérito médico, por su actuación durante las exageraciones gripales.
Quiere acumular “méritos” para que Calderón lo considere para la postulación presidencial. Su manager, que le “lava el coco”, desde las oficinas de Comunicación Social de la misma dependencia, y quien está al tanto del chismerío de la grilla, el comunicador Carlos Olmos Tomasini, lo tiene enfilado a esa candidatura y le hacen eco los periodistas afines al olmismo, gracias a la publicidad que les otorga a cambio de esos favores.
Obviamente que Córdova Villalobos, con todo y su constante rictus de angustia en la cara, no será el candidato panista y si bien le va lo mandarán de candidato a gobernador de Guanajuato, para ver si controla a su ex jefe Fox para que éste y su esposa dejen de hacer olas en el estanque excrementoso donde riñen los panistas, echándose mutuamente en cara los resultados de su derrota en las urnas.
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