Carlos Fernández-Vega / México SA
Afrontar la crisis sin desastres
Bolivia es uno de los países latinoamericanos que en 2009, en plena crisis, no sólo reportará uno de los mayores incrementos económicos regionales, sino que repetirá la dosis el próximo año. De hecho, en el periodo 2007-2010, esta nación reportará una tasa promedio anual de crecimiento cercana a 4.2 por ciento, entre las más elevadas de nuestra América Latina, muy lejos de México, que para el periodo reportará cero crecimiento.
Aún así, de acuerdo con la Cepal, el ritmo de crecimiento de la economía boliviana se reducirá de 6.1 por ciento en 2008 a 2.5 por ciento en 2009, y repuntará a 3.5 por ciento en 2010, lo que, en ese año, la colocaría en la segunda posición latinoamericana en lo que a mejor comportamiento se refiere, de la mano de Brasil, Chile, Uruguay, Venezuela y Colombia. Por el contrario, la economía mexicana se desplomará 7 por ciento en 2009 y, se espera, avanzaría 2.5 por ciento durante 2010.
En su más reciente balance sobre el comportamiento económico latinoamericano y sus perspectivas inmediatas, la Cepal subraya que en 2008 la economía boliviana continuó presentando resultados positivos en términos de crecimiento de la actividad económica, cuentas externas y fiscales. El PIB registró un incremento de 6.1 por ciento, es decir, 1.5 puntos porcentuales más que en 2007. "Por quinto año consecutivo, la tasa de crecimiento fue superior a 4 por ciento. La tasa de inflación cerró el año en 11.8 por ciento, y el incremento de la actividad económica se tradujo en un descenso de la tasa de desempleo que pasó del 7.7 al 7 por ciento, al tiempo que aumentaron los salarios mínimos de los sectores público y privado (12 por ciento). Asimismo, el sector público no financiero registró un superávit equivalente a 3.2 por ciento del PIB, la balanza de pagos un superávit de 2 mil 374 millones de dólares y las reservas internacionales netas en poder del Banco Central de Bolivia un incremento de 2 mil 403 millones de dólares".
Estos resultados obedecen al incremento del precio medio de exportación del gas y la soja durante 2008 y al mayor volumen exportado de minerales. Dada la crisis financiera internacional, a partir del cuarto trimestre se redujeron los precios de los principales productos de exportación de la economía boliviana, lo que influyó en los resultados alcanzados por el sector externo en el primer trimestre del presente año. Según estimaciones de la Cepal, la tasa de crecimiento de la actividad económica en 2009 será de aproximadamente 2.5 por ciento.
Por otra parte, en el primer trimestre de 2008, Bolivia se vio afectado por el fenómeno climático La Niña, sobre todo en los departamentos de Beni y Santa Cruz, lo que impidió un mayor repunte de la actividad agrícola en 2008. El 28 de enero de 2009 se declaró emergencia nacional debido a la epidemia del dengue, mientras que desde el punto de vista político en enero de 2009 se aprobó, mediante un referendo organizado por la Corte Nacional Electoral, la nueva Constitución Política del Estado, que se venía discutiendo desde 2006. Se espera que junto con la promulgación de la nueva carta magna se modifiquen también otras leyes. En diciembre de 2009 se celebrarán elecciones presidenciales.
En 2008 el sector público no financiero anotó por tercer año consecutivo un superávit que fue equivalente a 3.2 por ciento del PIB. Los ingresos fiscales crecieron como consecuencia del aumento del valor de las ventas de hidrocarburos (de nueva cuenta bajo el control del Estado) y una mayor recaudación por concepto de renta interna y aduanera. En cuanto a la recaudación proveniente del impuesto a los hidrocarburos, destaca la mayor participación del Estado en esa actividad, mientras los ingresos aduaneros crecieron como consecuencia de los mayores volúmenes importados. En cuanto al gasto fiscal, el mayor incremento se observó en los gastos en bienes y servicios y la inversión pública. Sectorialmente, el gobierno general presentó un resultado cercano al equilibrio, mientras las empresas públicas registraron un superávit equivalente al 3.3 por ciento del PIB.
En 2008 la deuda pública externa de Bolivia se incrementó 238.6 millones de dólares y corresponde principalmente a la deuda contraída con organismos multilaterales (107.7 millones) y la deuda bilateral (120.8 millones). En este último caso destaca la deuda contraída con Venezuela en el marco del fortalecimiento de las relaciones económicas entre ambas naciones. Apenas 2.1 por ciento de esta última corresponde a deuda de corto plazo y fue contraída por la empresa petrolera estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Por su parte, la deuda interna registró un incremento de 10 por ciento.
En otras naciones, pues, la crisis económica no raya en el desastre, como en México comprenderán.
Las rebanadas del pastel
Y la lectoría aporta: “el gobierno del Distrito Federal ha realizado en dos ocasiones sendos concursos –en los cuales he participado: folio de solicitud 042/08; folio de incorporación 044/ 08– para la auditabilidad de sus principales programas. El hecho me parece de lo más importante con el fin de que entidades ajenas a ellos lleven a cabo la revisión en el diseño e implementación de lo que hace. La cuestión es que el organismo descentralizado que tiene a su cargo la aprobación de los proyectos presentados –ya sea por organizaciones de la sociedad civil o instituciones académicas– no ha cumplido con la normatividad. A manera de ejemplo: en la convocatoria 01/2008 incorporó criterios adicionales para determinar la asignación de los proyectos, los cuales no estaban señalados en la convocatoria. En el concurso de este año otorgó uno de los proyectos a una organización que no estaba inscrita en el directorio de evaluadores, lo cual era un requisito establecido en la convocatoria. Estas y otras inconsistencias, que crean suspicacias en la transparencia de dichos concursos, las he planteado a Martí Batres, presidente del órgano dictaminador, el Comité de Evaluación y Recomendaciones del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal; también al director de dicho consejo, Pablo Yáñez Rizo, e incluso ante la contralora interna del Gobierno del DF, Inés Cruz, con el fin de que sean investigados los hechos. Sin embargo, a una semana de ello no he recibido ninguna respuesta. Por cierto, las evaluaciones externas realizadas en 2008 a los programas del gobierno del DF no aparecen por ninguna parte. En aras de la transparencia, deberían darse a conocer dichos documentos públicos. ¿Será que ni nos ven ni nos oyen?” (Ricardo García Ortega, chispolito@prodigy.net.mx).
Afrontar la crisis sin desastres
Bolivia es uno de los países latinoamericanos que en 2009, en plena crisis, no sólo reportará uno de los mayores incrementos económicos regionales, sino que repetirá la dosis el próximo año. De hecho, en el periodo 2007-2010, esta nación reportará una tasa promedio anual de crecimiento cercana a 4.2 por ciento, entre las más elevadas de nuestra América Latina, muy lejos de México, que para el periodo reportará cero crecimiento.
Aún así, de acuerdo con la Cepal, el ritmo de crecimiento de la economía boliviana se reducirá de 6.1 por ciento en 2008 a 2.5 por ciento en 2009, y repuntará a 3.5 por ciento en 2010, lo que, en ese año, la colocaría en la segunda posición latinoamericana en lo que a mejor comportamiento se refiere, de la mano de Brasil, Chile, Uruguay, Venezuela y Colombia. Por el contrario, la economía mexicana se desplomará 7 por ciento en 2009 y, se espera, avanzaría 2.5 por ciento durante 2010.
En su más reciente balance sobre el comportamiento económico latinoamericano y sus perspectivas inmediatas, la Cepal subraya que en 2008 la economía boliviana continuó presentando resultados positivos en términos de crecimiento de la actividad económica, cuentas externas y fiscales. El PIB registró un incremento de 6.1 por ciento, es decir, 1.5 puntos porcentuales más que en 2007. "Por quinto año consecutivo, la tasa de crecimiento fue superior a 4 por ciento. La tasa de inflación cerró el año en 11.8 por ciento, y el incremento de la actividad económica se tradujo en un descenso de la tasa de desempleo que pasó del 7.7 al 7 por ciento, al tiempo que aumentaron los salarios mínimos de los sectores público y privado (12 por ciento). Asimismo, el sector público no financiero registró un superávit equivalente a 3.2 por ciento del PIB, la balanza de pagos un superávit de 2 mil 374 millones de dólares y las reservas internacionales netas en poder del Banco Central de Bolivia un incremento de 2 mil 403 millones de dólares".
Estos resultados obedecen al incremento del precio medio de exportación del gas y la soja durante 2008 y al mayor volumen exportado de minerales. Dada la crisis financiera internacional, a partir del cuarto trimestre se redujeron los precios de los principales productos de exportación de la economía boliviana, lo que influyó en los resultados alcanzados por el sector externo en el primer trimestre del presente año. Según estimaciones de la Cepal, la tasa de crecimiento de la actividad económica en 2009 será de aproximadamente 2.5 por ciento.
Por otra parte, en el primer trimestre de 2008, Bolivia se vio afectado por el fenómeno climático La Niña, sobre todo en los departamentos de Beni y Santa Cruz, lo que impidió un mayor repunte de la actividad agrícola en 2008. El 28 de enero de 2009 se declaró emergencia nacional debido a la epidemia del dengue, mientras que desde el punto de vista político en enero de 2009 se aprobó, mediante un referendo organizado por la Corte Nacional Electoral, la nueva Constitución Política del Estado, que se venía discutiendo desde 2006. Se espera que junto con la promulgación de la nueva carta magna se modifiquen también otras leyes. En diciembre de 2009 se celebrarán elecciones presidenciales.
En 2008 el sector público no financiero anotó por tercer año consecutivo un superávit que fue equivalente a 3.2 por ciento del PIB. Los ingresos fiscales crecieron como consecuencia del aumento del valor de las ventas de hidrocarburos (de nueva cuenta bajo el control del Estado) y una mayor recaudación por concepto de renta interna y aduanera. En cuanto a la recaudación proveniente del impuesto a los hidrocarburos, destaca la mayor participación del Estado en esa actividad, mientras los ingresos aduaneros crecieron como consecuencia de los mayores volúmenes importados. En cuanto al gasto fiscal, el mayor incremento se observó en los gastos en bienes y servicios y la inversión pública. Sectorialmente, el gobierno general presentó un resultado cercano al equilibrio, mientras las empresas públicas registraron un superávit equivalente al 3.3 por ciento del PIB.
En 2008 la deuda pública externa de Bolivia se incrementó 238.6 millones de dólares y corresponde principalmente a la deuda contraída con organismos multilaterales (107.7 millones) y la deuda bilateral (120.8 millones). En este último caso destaca la deuda contraída con Venezuela en el marco del fortalecimiento de las relaciones económicas entre ambas naciones. Apenas 2.1 por ciento de esta última corresponde a deuda de corto plazo y fue contraída por la empresa petrolera estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Por su parte, la deuda interna registró un incremento de 10 por ciento.
En otras naciones, pues, la crisis económica no raya en el desastre, como en México comprenderán.
Las rebanadas del pastel
Y la lectoría aporta: “el gobierno del Distrito Federal ha realizado en dos ocasiones sendos concursos –en los cuales he participado: folio de solicitud 042/08; folio de incorporación 044/ 08– para la auditabilidad de sus principales programas. El hecho me parece de lo más importante con el fin de que entidades ajenas a ellos lleven a cabo la revisión en el diseño e implementación de lo que hace. La cuestión es que el organismo descentralizado que tiene a su cargo la aprobación de los proyectos presentados –ya sea por organizaciones de la sociedad civil o instituciones académicas– no ha cumplido con la normatividad. A manera de ejemplo: en la convocatoria 01/2008 incorporó criterios adicionales para determinar la asignación de los proyectos, los cuales no estaban señalados en la convocatoria. En el concurso de este año otorgó uno de los proyectos a una organización que no estaba inscrita en el directorio de evaluadores, lo cual era un requisito establecido en la convocatoria. Estas y otras inconsistencias, que crean suspicacias en la transparencia de dichos concursos, las he planteado a Martí Batres, presidente del órgano dictaminador, el Comité de Evaluación y Recomendaciones del Consejo de Evaluación del Desarrollo Social del Distrito Federal; también al director de dicho consejo, Pablo Yáñez Rizo, e incluso ante la contralora interna del Gobierno del DF, Inés Cruz, con el fin de que sean investigados los hechos. Sin embargo, a una semana de ello no he recibido ninguna respuesta. Por cierto, las evaluaciones externas realizadas en 2008 a los programas del gobierno del DF no aparecen por ninguna parte. En aras de la transparencia, deberían darse a conocer dichos documentos públicos. ¿Será que ni nos ven ni nos oyen?” (Ricardo García Ortega, chispolito@prodigy.net.mx).
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